Hernia hiatal... Salud y bienestar
Hernia hiatal:
Una hernia conceptualmente es el paso de una parte del organismo a otra área a través de un orificio, ya sea natural o secundario a herida quirúrgica, pueden expresar síntomas o no.
Hernia hiatal y reflujo gastroesofágico (RGE) son las condiciones clínicas más frecuentes del esófago. Un 30% de la población adulta presenta una hernia hiatal y un 11% presentará reflujo y acidez retro-esternal. Pacientes con reflujo gastroesofágico (RGE) presentan un esfínter esofágico inferior incompetente y débil. En casos más avanzados se altera la motilidad del esófago (movimiento y vaciamiento del esófago).
LA HERNIA HIATAL es una afección en la cual una porción del estómago sobresale dentro del tórax, a través de un orificio que se encuentra ubicado en el diafragma, o sea es una protrusión del estómago por encima del diafragma, o lo que es lo mismo el prolapso del estómago proximal hacia el tórax a través del hiato esofágico del diafragma. Una de las anormalidades más frecuentes que afectan la parte alta del tubo digestivo.
Su causa es desconocida, se ha demostrado un factor congénito, aunque en algunos casos se ve favorecida por determinadas circunstancias de riesgo.
Factores de riesgo:
· Edad: 50 años o más
· Fumar
· Obesidad.
· Embarazo y numerosos partos.
· Lesión abdominal
· Presión creciente en el abdomen debido a estos distintos sintomas:
´ Tos severa.
´ Vómito, constipación.
´ Torcedura.
´ Súbito esfuerzo físico, como el levantamiento de pesas.
Epidemiología:
La incidencia de hernia hiatal se estima en 5 por 1000 en la población general, aunque esta cifra tiene falsedad, ya que muchos casos cursan asintomáticos o no le obtiene el diagnóstico si no se les realiza un estudio que permita llegar a esta conclusión. La prevalencia exacta es desconocida, lo cual obedece a la diversidad de criterios, principalmente radiológicos, para la definición de hernia
La edad de presentación más frecuente es entre 4ª a 6ª década de la vida y no existe diferencia en cuanto al sexo, aunque las hernias paraesofágicas son más frecuentes en mujeres. La hernia hiatal se ha descrito más frecuentemente en países occidentales, por la dieta baja en fibra que propicia la constipación. En los servicios de Endoscopia actualmente, encontramos que el grupo etáreo de inicio va disminuyendo, producto de los índices elevados de obesidad a los que nos enfrentamos y los hábitos dietéticos inadecuados.
Anatomía:
El hiato esofágico del diafragma se encuentra localizado a la izquierda de la línea media a nivel de la décima vértebra torácica; es un anillo musculotendinoso compuesto por fibras de los pilares derecho e izquierdo del diafragma, que provienen de la cara anterior y discos intervertebrales de las cuatro primeras vértebras lumbares, rodean la aorta y el esófago y se insertan en el centro tendinoso del diafragma. Aunque existen variaciones anatómicas, se ha encontrado que en más del 80% de los casos, el hiato esofágico se forma principalmente de fibras del pilar derecho del diafragma.
El esófago pasa a través del hiato esofágico desde el mediastino posterior hacia el abdomen; en su porción más inferior es intraabdominal (1 a 3 cm) y a este nivel está recubierto por dos diferentes capas: el peritoneo visceral y la membrana frenoesofágica.
La membrana frenoesofágica o fascia de Laimer, es una capa de tejido conectivo elástico, profundo al peritoneo, que se extiende desde la crura hasta la pared del esófago, tanto por encima como por debajo del diafragma, y es importante en el mantenimiento del esfínter esofágico inferior (EEI) dentro del abdomen
Clasificación.
Tipo I. Hernia por deslizamiento:
Es la más común (90%), en ella hay un desplazamiento axial de la unión esofagogástrica, a través del hiato esofágico hacia el tórax, o sea se lleva consigo a la unión esofagogástrica. Está muy relacionada con el reflujo gastroesofágico.
Estas hernias entran y salen del tórax con cambios en las presiones intratorácica e intraabdominal.
Se aplica el término por deslizamiento porque la hernia tiene un saco de peritoneo parietal parcial, cuya pared posterior está formada por estómago.
Endoscópicamente: Se observa el desplazamiento de la unión esofagogástrica, mayor de 2 cm. En la retroversión gástrica, visualizamos las partes altas del estómago dobladas sobre el endoscopio.
Tipo II. Hernia paraesofágica:
En este tipo de hernias la unión esofagogástricas se mantiene en posición normal debajo del diafragma, pero el fondo y porciones sucesivamente mayores de la curvatura mayor del estómago se desliza hacia el tórax, a través del hiato esofágico, a un lado del esófago, es frecuente el movimiento del fundus gástrico en el saco herniario, pues la unión esofagogástrica no se desplaza, manteniéndose en su sitio anatómico correctamente.
La hernia hiatal esofágica es relativamente común y se presenta en cinco individuos por cada mil.
Menos del 5% desarrolla algún síntoma o complicación que requiera de intervención quirúrgica.
Tipo III. Hernia hiatal mixta:
Esta hernia tiene elementos de los dos grupos antes mencionados.
Tipo IV.
En este caso se asocia con un defecto de la membrana frenoesofágica, lo cual permite el paso de varios órganos en el saco herniario: bazo, intestino delgado, colon, páncreas. Es una entidad poco frecuente.
Clínica.
Generalmente cursan asintomáticas, sin embargo los síntomas más floridos son relacionados con la asociación a la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico).
1. Quemaduras, especialmente después de comer o de recostarse
2. Pirosis o sensación quemante, si se relaciona con reflujo gastroesofágico.
3. Dolor o malestar en el estómago, pecho o esófago (tubo digestivo)
4. Eructos
5. Ronquera
6. Dolor en el pecho
7. Dificultar para deglutir
8. Sangrado del estómago o del esófago.
Diagnóstico.
· Interrogatorio.
· Clínica.
· Examen físico negativo generalmente.
· Radiología contrastada con bario.
· Endoscopia superior.
Complicaciones.
Se pueden presentar ya sea secundarias:
1. Al Reflujo ácido
2. Al Encarcelamiento del estómago en el tórax, que puede llegar a comprometer la vida del paciente.
Tratamiento:
Cambios en el estilo de vida:
Medidas higiénico-dietéticas:
· Comer repetidas veces al día, en pocas cantidades (D-M-A-M-C-M). No comidas copiosas.
· Masticar bien los alimentos.
· Eliminar el sobrepeso.
· No acostarse hasta pasadas 2/3 horas de haber comido.
· Disminuir la ingestión de alimentos grasos y muy condimentados, café, cigarro, chocolate.
· No usar ropas muy ajustadas.
· Evitar el incremento de la presión intraabdominal: ejercicios físicos fuertes, constipación, tos, etc.
· Elevar la cabecera de la cama 15/20 cm.
· Evitar medicamentos que disminuyan la presión del esfínter esofágico inferior (EEI): TEOFILINA, ATROPINA
Tratamiento medicamentoso:
· Mejorar la tonicidad del esfínter esofágico inferior (EEI): Procinéticos.
· Mejorar las características del material refluido: inhibidores de la bomba de protones (IBP) y bloqueadores H2.
Tratamiento quirúrgico:
Se puede requerir de cirugía si:
· Tiene síntomas severos de reflujo gastroesofágico (RGE) que no responden a otros tratamientos
· La hernia esté en riesgo de “estrangularse”, lo cual, impediría la irrigación de sangre en parte del estómago y provoca una isquemia.
El objetivo primario del tratamiento quirúrgico es el restablecimiento de la función gastroesofágica, se ha observado que la reparación anatómica es insuficiente, por lo que se han ideado operaciones antirreflujo.
La operación de Belsey:
Es un procedimiento transtorácico que crea un segmento de esófago intraabdominal, que se mantiene fijo mediante un colchón de estómago plegado que rodea aproximadamente 280 grados del esófago distal.
La fundoplicatura de Nissen:
Puede realizarse por vía transabdominal o transtorácica. Esta operación, que rodea totalmente el esófago distal con el fondo gástrico adyacente, produce buenos resultados clínicos.
La operación de Hill:[/i]
Básicamente es una gastropexia que se realiza por vía transabdominal, pero conlleva puntos de plicación para estrechar la unión gastroesofágica.
FUENTE.
Una hernia conceptualmente es el paso de una parte del organismo a otra área a través de un orificio, ya sea natural o secundario a herida quirúrgica, pueden expresar síntomas o no.
Hernia hiatal y reflujo gastroesofágico (RGE) son las condiciones clínicas más frecuentes del esófago. Un 30% de la población adulta presenta una hernia hiatal y un 11% presentará reflujo y acidez retro-esternal. Pacientes con reflujo gastroesofágico (RGE) presentan un esfínter esofágico inferior incompetente y débil. En casos más avanzados se altera la motilidad del esófago (movimiento y vaciamiento del esófago).
LA HERNIA HIATAL es una afección en la cual una porción del estómago sobresale dentro del tórax, a través de un orificio que se encuentra ubicado en el diafragma, o sea es una protrusión del estómago por encima del diafragma, o lo que es lo mismo el prolapso del estómago proximal hacia el tórax a través del hiato esofágico del diafragma. Una de las anormalidades más frecuentes que afectan la parte alta del tubo digestivo.
Su causa es desconocida, se ha demostrado un factor congénito, aunque en algunos casos se ve favorecida por determinadas circunstancias de riesgo.
Factores de riesgo:
· Edad: 50 años o más
· Fumar
· Obesidad.
· Embarazo y numerosos partos.
· Lesión abdominal
· Presión creciente en el abdomen debido a estos distintos sintomas:
´ Tos severa.
´ Vómito, constipación.
´ Torcedura.
´ Súbito esfuerzo físico, como el levantamiento de pesas.
Epidemiología:
La incidencia de hernia hiatal se estima en 5 por 1000 en la población general, aunque esta cifra tiene falsedad, ya que muchos casos cursan asintomáticos o no le obtiene el diagnóstico si no se les realiza un estudio que permita llegar a esta conclusión. La prevalencia exacta es desconocida, lo cual obedece a la diversidad de criterios, principalmente radiológicos, para la definición de hernia
La edad de presentación más frecuente es entre 4ª a 6ª década de la vida y no existe diferencia en cuanto al sexo, aunque las hernias paraesofágicas son más frecuentes en mujeres. La hernia hiatal se ha descrito más frecuentemente en países occidentales, por la dieta baja en fibra que propicia la constipación. En los servicios de Endoscopia actualmente, encontramos que el grupo etáreo de inicio va disminuyendo, producto de los índices elevados de obesidad a los que nos enfrentamos y los hábitos dietéticos inadecuados.
Anatomía:
El hiato esofágico del diafragma se encuentra localizado a la izquierda de la línea media a nivel de la décima vértebra torácica; es un anillo musculotendinoso compuesto por fibras de los pilares derecho e izquierdo del diafragma, que provienen de la cara anterior y discos intervertebrales de las cuatro primeras vértebras lumbares, rodean la aorta y el esófago y se insertan en el centro tendinoso del diafragma. Aunque existen variaciones anatómicas, se ha encontrado que en más del 80% de los casos, el hiato esofágico se forma principalmente de fibras del pilar derecho del diafragma.
El esófago pasa a través del hiato esofágico desde el mediastino posterior hacia el abdomen; en su porción más inferior es intraabdominal (1 a 3 cm) y a este nivel está recubierto por dos diferentes capas: el peritoneo visceral y la membrana frenoesofágica.
La membrana frenoesofágica o fascia de Laimer, es una capa de tejido conectivo elástico, profundo al peritoneo, que se extiende desde la crura hasta la pared del esófago, tanto por encima como por debajo del diafragma, y es importante en el mantenimiento del esfínter esofágico inferior (EEI) dentro del abdomen
Clasificación.
Tipo I. Hernia por deslizamiento:
Es la más común (90%), en ella hay un desplazamiento axial de la unión esofagogástrica, a través del hiato esofágico hacia el tórax, o sea se lleva consigo a la unión esofagogástrica. Está muy relacionada con el reflujo gastroesofágico.
Estas hernias entran y salen del tórax con cambios en las presiones intratorácica e intraabdominal.
Se aplica el término por deslizamiento porque la hernia tiene un saco de peritoneo parietal parcial, cuya pared posterior está formada por estómago.
Endoscópicamente: Se observa el desplazamiento de la unión esofagogástrica, mayor de 2 cm. En la retroversión gástrica, visualizamos las partes altas del estómago dobladas sobre el endoscopio.
Tipo II. Hernia paraesofágica:
En este tipo de hernias la unión esofagogástricas se mantiene en posición normal debajo del diafragma, pero el fondo y porciones sucesivamente mayores de la curvatura mayor del estómago se desliza hacia el tórax, a través del hiato esofágico, a un lado del esófago, es frecuente el movimiento del fundus gástrico en el saco herniario, pues la unión esofagogástrica no se desplaza, manteniéndose en su sitio anatómico correctamente.
La hernia hiatal esofágica es relativamente común y se presenta en cinco individuos por cada mil.
Menos del 5% desarrolla algún síntoma o complicación que requiera de intervención quirúrgica.
Tipo III. Hernia hiatal mixta:
Esta hernia tiene elementos de los dos grupos antes mencionados.
Tipo IV.
En este caso se asocia con un defecto de la membrana frenoesofágica, lo cual permite el paso de varios órganos en el saco herniario: bazo, intestino delgado, colon, páncreas. Es una entidad poco frecuente.
Clínica.
Generalmente cursan asintomáticas, sin embargo los síntomas más floridos son relacionados con la asociación a la ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico).
1. Quemaduras, especialmente después de comer o de recostarse
2. Pirosis o sensación quemante, si se relaciona con reflujo gastroesofágico.
3. Dolor o malestar en el estómago, pecho o esófago (tubo digestivo)
4. Eructos
5. Ronquera
6. Dolor en el pecho
7. Dificultar para deglutir
8. Sangrado del estómago o del esófago.
Diagnóstico.
· Interrogatorio.
· Clínica.
· Examen físico negativo generalmente.
· Radiología contrastada con bario.
· Endoscopia superior.
Complicaciones.
Se pueden presentar ya sea secundarias:
1. Al Reflujo ácido
2. Al Encarcelamiento del estómago en el tórax, que puede llegar a comprometer la vida del paciente.
Tratamiento:
Cambios en el estilo de vida:
Medidas higiénico-dietéticas:
· Comer repetidas veces al día, en pocas cantidades (D-M-A-M-C-M). No comidas copiosas.
· Masticar bien los alimentos.
· Eliminar el sobrepeso.
· No acostarse hasta pasadas 2/3 horas de haber comido.
· Disminuir la ingestión de alimentos grasos y muy condimentados, café, cigarro, chocolate.
· No usar ropas muy ajustadas.
· Evitar el incremento de la presión intraabdominal: ejercicios físicos fuertes, constipación, tos, etc.
· Elevar la cabecera de la cama 15/20 cm.
· Evitar medicamentos que disminuyan la presión del esfínter esofágico inferior (EEI): TEOFILINA, ATROPINA
Tratamiento medicamentoso:
· Mejorar la tonicidad del esfínter esofágico inferior (EEI): Procinéticos.
· Mejorar las características del material refluido: inhibidores de la bomba de protones (IBP) y bloqueadores H2.
Tratamiento quirúrgico:
Se puede requerir de cirugía si:
· Tiene síntomas severos de reflujo gastroesofágico (RGE) que no responden a otros tratamientos
· La hernia esté en riesgo de “estrangularse”, lo cual, impediría la irrigación de sangre en parte del estómago y provoca una isquemia.
El objetivo primario del tratamiento quirúrgico es el restablecimiento de la función gastroesofágica, se ha observado que la reparación anatómica es insuficiente, por lo que se han ideado operaciones antirreflujo.
La operación de Belsey:
Es un procedimiento transtorácico que crea un segmento de esófago intraabdominal, que se mantiene fijo mediante un colchón de estómago plegado que rodea aproximadamente 280 grados del esófago distal.
La fundoplicatura de Nissen:
Puede realizarse por vía transabdominal o transtorácica. Esta operación, que rodea totalmente el esófago distal con el fondo gástrico adyacente, produce buenos resultados clínicos.
La operación de Hill:[/i]
Básicamente es una gastropexia que se realiza por vía transabdominal, pero conlleva puntos de plicación para estrechar la unión gastroesofágica.
FUENTE.
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