Estudiantes ganó y estiró la ventaja

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Después de un primer tiempo parejo, el Pincha fabricó un 3-0 en cancha de Quilmes con tantos de Gastón Fernández (ST 7m), Michael Hoyos (ST 18m) y Enzo Pérez (ST 40m), y ahora le saca seis puntos a Vélez con un partido más. El Granate terminó con nueve hombres por las expulsiones de Agustín Pelletieri (ST 9m) y Santiago Hoyos (ST 45m).
 
A Estudiantes le bastó un tiempo este viernes para despacharse con una goleada 3-0 sobre Lanús en cancha de Quilmes que lo mantiene cómodo en la cima del campeonato más allá de lo que el domingo suceda con Vélez, al que le sacó seis puntos con un partido más. Además, sigue sin recibir goles en ese escenario, en donde ganó todos los partidos que disputó. El Granate es su contracara: acumula tres caídas al hilo.
 
El primer tiempo en el Sur se vivió con vértigo pero sin demasiada acción en las zonas de peligro. Empezaron mejor los de Luis Zubeldía, con un Silvio Romero retrasado pero muy movedizo para romper la última línea local e intervenciones interesantes de Mario Regueiro. El Granate fue protagonista en el tramo inicial, como cuando Romero sacó un débil disparo lanzado sobre la derecha y cara a cara con Agustín Orión, quien en ese choque sufrió un esguince de rodilla derecha y debió ser reemplazado por César Taborda.
 
Sin embargo, la base de ese dominio era una celosa presión sobre el poblado mediocampo platense, que con el correr de los minutos se fue desgastando para que Estudiantes empezara a tomar la posta. Primero avisó Gastón Fernández, pero desde lejos y sin puntería, pero como el Pincha se adelantaba la visita se agazapaba para intentar de contra. Así fue como Leandro Desábato se vistió dos veces de héroe ante Marcos Aguirre, primero para sacársela del buche y después para despejarla en la línea, tras sendos desbordes de Romero. Y, cerca del descanso, Gabriel Peñalba cabeceó solo y afuera.
 
Esa libertad de Peñalba para recibir en la última imagen del primer tiempo anticipó las falencias defensivas que los de Alejandro Sabella aprovecharían en el segundo para alcanzar la diferencia. Es que, cuando el Pincha se decidió, desnudó todos los problemas en la marca que tenían los del Sur. Juan Sebastián Verón y Enzo Pérez hicieron de las suyas, y la Brujita amenazó con un disparo lejano y desviado.
 
Hasta que, en dos minutos, el desarrollo se encaminó hacia su definición. A los siete, Verón exigió a Mauricio Caranta desde el borde del área, el arquero dio rebote y Peñalba habilitó desde la izquierda a la Gata para que la empujara al primero. Y enseguida, en medio de la tensión, Agustín Pelletieri vio su segunda amonestación.
 
El doble cachetazo dejó a Lanús sin aire. Y a los 18, Estudiantes encontró el golpe de nocaut. Pérez combinó por izquierda con la Gata y mandó el centro pasado para que Michael Hoyos sólo tuviera que empujar la pelota a la red. El partido había terminado. Aún sin reacción, Lanús coqueteó con el descuento a través de Romero, pero Taborda apareció para vencerlo cara a cara. Si el encuentro terminaba así estaba bien, pero a los 40 llegó la frutilla del postre cuando Fernández dejó solo a Pérez para que definiera fuerte y alto ante Caranta. Y en el epílogo, un descontrolado Santiago Hoyos se ganó la roja directa.
 
El 3-0 sonó excesivo al final, pero el triunfo había sido inapelable. Lanús había hecho un digno papel, pero apenas durante 45 minutos, mientras que Estudiantes supo derribar a tiempo el precario equilibrio que sostenía a su rival y terminar con goles de sobra. Merecidamente, se ganaba el derecho a convertirse en un tranquilo espectador del fin de semana. Ahora, la preocupación será de otros.

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