Cuarenta mil infartos se registran por año en Argentina, de los cuales sólo 12.000 pacientes, el 30%, recibe un tratamiento adecuado en las primeras horas cruciales, afirmaron autoridades médicas del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), cuyo director de Docencia, Alberto Alves de Lima, resaltó la importancia de consultar rápidamente al médico ante los primeros síntomas del infarto, pues cuanto antes se realice el diagnóstico y tratamiento "mejor será la recuperación del corazón y menores las consecuencias".
La inmediatez en la consulta "es fundamental, porque la atención brindada al paciente durante las primeras horas permite reducir la mortalidad natural en un 90%, y el tratamiento que se aborde inicialmente reducirá complicaciones a corto y a largo plazo", señaló.

Las estadísticas revelan que en el país se producen 109 infartos por día, lo que equivale a casi 5 por hora, a causa de los cuales el 25% de los pacientes muere en los primeros meses posteriores al ataque.
Una de las principales causas de ese nivel de mortalidad se debe a que los pacientes, tras advertir los primeros síntomas, demoran aproximadamente 6 horas en acudir a la guardia médica, cuando lo que aconsejan los especialistas es consultar de inmediato al médico ante las primeras señales, que suelen manifestarse con dolor en un brazo o dolor opresivo en el pecho, que se irradia al cuello y que suele estar acompañado por sudoración.

Alves de Lima explicó que la celeridad en la asistencia médica ayuda a lograr el objetivo principal del tratamiento del infarto en su etapa aguda, que consiste en eliminar cuanto antes la obstrucción de la arteria responsable, ya sea por angioplastía o a través de drogas trombolíticas que diluyan el coágulo.
Además, se busca reducir al máximo la inflamación del músculo cardíaco, que produce modificaciones a nivel celular provocando un cambio en la forma, estructura y tamaño del ventrículo. Ese proceso, que se denomina remodelamiento ventricular, posteriormente se traduce en insuficiencia cardíaca.

Sin embargo, la inflamación puede disminuirse a través de la administración de drogas como los inhibidores de la enzima convertidora, las estatinas (remedios para el colesterol), los antiagregantes como la aspirina y los betabloqueantes. Es por ello que "cuanto antes se trate menor será el remodelamiento ventricular y el daño que se produzca en el corazón", subrayó Alves de Lima, y resaltó también que para prevenir el infarto agudo de miocardio "es aconsejable realizar chequeos periódicos, a partir de los 45 años y, si se tienen antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular, consultar al médico para saber cuándo realizarlos".

El estudio debe incluir un exhaustivo examen físico con medición de peso, altura y cintura abdominal, control de la tensión arterial y examen de laboratorio. Y a esas recomendaciones se suma la de no fumar, pues el consumo de tabaco está directamente relacionado con un aumento en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los especialistas, además sugieren vigilar los niveles de colesterol y triglicéridos debido a que la acumulación excesiva de lípidos en la sangre puede contribuir a obstruir las arterias.

FUENTE: http://www.eldia.com.ar/edis/20100203/informaciongeneral12.htm



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