Barbara Kruger: Una Verdadera Artista Conceptual
Barbara Kruger tiene una forma “muy personal” de contar las cosas. Produce unas fotografías muy características en blanco y negro, combinadas con textos lapidarios. El género es uno de los principales enfoques de la artista, junto con lo político y lo social. Kruger concibe un sujeto construido por las fuerzas sociales: son las redes de relaciones, la posición de unos sujetos respecto a los otros los que definen al individuo. Para Kruger el poder se impone a través de la imagen, ella sostiene que la sociedad está controlada por los códigos dictados por los medios de comunicación, hasta el punto de que las experiencias vividas en ocasiones se reducen a la imitación de aquellos clichés asentados en nuestra memoria.
Su obra parte por tanto del estereotipo. Para implicar al observador y despertarlo, nos hace conscientes del “tipo” que hemos aceptado a partir de la visión y el efecto dominante que ejerce en nuestra cultura para pedirnos una reacción. Si lo consigue es gracias al dominio del mundo de la imagen adquirido durante sus primeros trabajos como diseñadora gráfica, que ella considera su mayor influencia. Durante este periodo aprendió la manera de captar la atención del observador con un mínimo de signos, posteriormente sólo tenía que manipularlos en sentido inverso y añadirle un texto contundente. La obra “You are not yourself” es paradigmática de su forma de trabajo; una imagen tomada del cine y fragmentada nos recuerda con un texto radical la falta de unidad de nuestra identidad, nos cuestiona interpelándonos directamente a través de ese “you”.
Su obra parte por tanto del estereotipo. Para implicar al observador y despertarlo, nos hace conscientes del “tipo” que hemos aceptado a partir de la visión y el efecto dominante que ejerce en nuestra cultura para pedirnos una reacción. Si lo consigue es gracias al dominio del mundo de la imagen adquirido durante sus primeros trabajos como diseñadora gráfica, que ella considera su mayor influencia. Durante este periodo aprendió la manera de captar la atención del observador con un mínimo de signos, posteriormente sólo tenía que manipularlos en sentido inverso y añadirle un texto contundente. La obra “You are not yourself” es paradigmática de su forma de trabajo; una imagen tomada del cine y fragmentada nos recuerda con un texto radical la falta de unidad de nuestra identidad, nos cuestiona interpelándonos directamente a través de ese “you”.
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