La doctora Marie-Catherine Klarkowski, propietaria de una clínica dental en Munich, dijo: “Lo más importante es quitar el miedo de los pacientes. La visión de los escotes distrae del dolor más rápidamente a los clientes”. Y añade que “las bocas de algunos enfermos están ya abiertas antes de comenzar la sesión”



No está claro si los pacientes sienten menos dolor, pero el número de clientes que van a Relax & Smile en Múnich ha crecido 30% desde este cambio. Sí, todos son hombres.


La doctora Klarkowski llegó con esta idea fresca a un evento de Oktoberfest (el festival de la Cerveza) después de ver las miradas lascivas de los hombres sobre las camareras con el traje típico de dirndl.


El cambio también se aplicó a la clínica que ahora tiene un lounge alpino con una chimenea, astas de venado en la pared y bancos de madera para los pacientes.


HAY QUE GANARLE A LA COMPETENCIA

“La competencia no descansa. Sé de colegas que han decorado todo su consultorio con Mickey Mouse e incluso con el tema de Star Trek”, añadió la dentista de 41 años.


“Prefiero trabajar con un dirndl, disfruto verme bien en el trabajo y es mucho más divertido desde que tenemos estos atuendos”, dijo Larisa Hrustic, una de las empleadas.


La astuta táctica puede usarse junto con un nuevo dispositivo que filtra el sonido del taladro del dentista.


Se conecta a un reproductor de MP3 que toca la música preferida del paciente y “bloquea” el ruido del taladro.

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