Con los ojos cerrados, hacia la anarquía

Con los ojos cerrados, hacia la anarquía




Hoy se conocerán más datos sobre cómo y quiénes organizan las ocupaciones de tierras. Éstas crecerían en los próximos días, pero las versiones son acusadas de acción psicológica. La pregunta es para qué De Vido y Zannini toman las decisiones desde distintos y opuestos ángulos de pensamiento y Cristina acepta lo que le dicen, llora en público y encabeza actos menores frente a simpatizantes llevados con prebendas.

Posiblemente el día de hoy se conozcan nuevos elementos de juicio, reveladores de cómo se organizaron y organizan los movimientos ocupacionales que tantas tensiones provocan. Algunos, posiblemente interesados, le asignan a Eduardo Duhalde la responsabilidad de estar detrás de los hechos. Pero si así fuera, el ex gobernador y ex presidente tendría un inimaginable poder de movilización que, sin duda, excede su capacidad real. Más aún, en su etapa preparatoria, de una u otra manera esto se hubiera sabido, sobre todo por la extensión y alcance que adquieren los sucesos. Más aún, habría entonces una falla inexplicable por parte de la SIDE, que somete al hombre de Lomas de Zamora a una constante vigilancia.

Por cierto, el intento oficialista de acusarlo a Mauricio Macri fracasó estrepitosamente y el tironeo político que surgió después de la ocupación del Parque Indoamericano más bien determinó su virtual crecimiento. A la inversa, la imagen de CFK sufrió una caída en cuatro días de más del 10 por ciento y sigue en picada, lo que corre en paralelo a las firmes sospechas de que la mano derecha de Hebe de Bonafini, Sergio Schoklender, por intereses políticos y económicos, no sería ajeno a la ocupación ilegal que poco después y por contagio puso en marcha el enorme descalabro.

Como siempre, al oficialismo todo le sale mal. No sólo creció la imagen de Macri, sino que la Casa Rosada debe hacer malabarismos para tratar de despegarse de los hechos. Este apuro ya tardío obedece en buena medida a que, desde hace unas horas, desde .la SIDE le hicieron llegar a la presidente informes indicativos de que se esperan más ocupaciones en todo el país. Sobre todo en los centros de veraneo, tanto del interior como la zona atlántica, con el consiguiente efecto político. Sin embargo, para algunos observadores, se trataría de una acción psicológica y, en tal caso, la pregunta que surge como un resorte preguntón, es la siguiente: ¿para qué?

En seguida debemos acotar otros interrogantes acerca de cómo seguirían los acontecimientos si es que esto se concreta, para lo cual sólo cabe esperar muy pocos días para tener un panorama más preciso. Pero concurrentemente, mientras se plantea la curiosidad acerca de quién gobierna, otros hechos reveladores de una pérdida de control nos hablan de la marcha hacia el estado anárquico al que aludimos en nuestro título y el que hemos mencionado en más de una oportunidad. Desde la negativa estudiantil a aceptar al nuevo rector del Colegio Nacional de Buenos Aires hasta más cortes y movilizaciones, enfrentamientos entre estudiantes y policías en Córdoba y entre sindicalistas de la UOCRA y empleados estatales en Río Gallegos, sumados a las protestas por el alza no anticipada de los combustibles, la escasez de billetes en la plaza y la próxima aparición de los billetes de 100 pesos que debieron encargarse con urgencia al Brasil, pasamos al crecimiento de los delitos comunes, todo lo cual muestra un escenario de conflictos en ascenso que acompañan a una inflación que, ahora sí, genera intensas quejas.

Curiosamente, y subrayamos el término, esto viene a darse cuando Nilda Garré, en un decidido paso hacia la izquierda, designa como viceministro a una admiradora de Fidel Castro y que, entre otros antecedentes, es docente en la falsa universidad de las Madres de Plaza de Mayo.

Los datos ya conocidos se suman a la anunciada intención ministerial de escarbar muy profundamente en la estabilidad de la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, en cuyos cuerpos piensa hacer lo mismo que ha realizado en las fuerzas armadas, con lo que ha desguarnecido al país. Entonces, repetimos el interrogante: ¿Para qué?

Hay muchas respuestas que van desde el ideologismo al deseo de generar un verdadero estallido social con miras a encabezarlo, lo que para cualquier observador objetivo no sólo es un real disparate sino un simple suicidio. Así las cosas y alarmas, otra novedad viene a golpear el corazón mismo del kirchnerismo y es la posibilidad -que sin duda querrá ser negociada- de que la justicia alcance a Máximo, el hijo varón de Cristina por motivos que aún no son bien conocidos.

El panorama es incierto y habrá que esperar más que unas horas para atenernos a cómo evolucionará esta agotadora ansiedad. Mientras tanto, en la cúspide, Julio De Vido logró un punto de apoyo político al colocar a un amigo personal en el apetecible Ministerio de Defensa. En el extremo ideológico opuesto, es el Secretario Legal y Técnico Carlos Zannini el otro que está a cargo de la administración del país.

Cristina hace lo que le dicen, llora en público, sufre por la ausencia de Néstor y a veces trata de mostrar un temperamento vigoroso en algún acto para inaugurar canillas o algunos ladrillos y al que llevaron un público tentado por los billetes, los sandwiches de milanesa y el tetrabrik. Pero allí y en todas partes la violencia se asoma y parece que otra vez tomará garrotes y otras armas.

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