Descubren posible causa del mal de Parkinson



La causa del mal de Parkinson sería una crisis de energía en el cerebro que se daría años antes de la manifestación de los síntomas del Mal de Parkinson, según un reciente estudio científico.
De confirmarse la investigación, señalaría un posible nuevo modo de encarar la enfermedad: activar un centro de energía en el interior de las células cerebrales con la esperanza de desacelerar la inevitable marcha de la enfermedad en vez de limitarse a tratar los síntomas.

"Esta es una observación extremadamente importante e interesante que abre nuevos objetivos terapéuticos", dijo el doctor Flint Beal, de la facultad de medicina Weill Cornell, de Nueva York, que no participó en el estudio.
Beal afirmó que los científicos planean exámenes para determinar si un fármaco utilizado para la diabetes podría ayudar también en el caso de Parkinson activando uno de los genes energéticos.



MITOCONDRIAS

Están en juego los diminutos centros energéticos dentro de las células, llamados mitocondrias. Los científicos sospechan que el mal funcionamiento de la mitocondria tiene que ver en una lista de enfermedades cerebrales degenerativas. Después de todo, las células cerebrales son ávidas de energía, que aunque sólo representan el 2_ del peso corporal, consumen el 20_ de la energía del organismo. Por eso, una reducción energética podría desencadenar consecuencias graves a largo plazo.

"Podría ser una causa" del Parkinson, dijo el doctor Clemens Scherzer del Hospital Brigham and Women de Boston y de la Universidad de Harvard.

Unos cinco millones de personas en el mundo padecen de esa enfermedad, caracterizada por temblores crecientes y periódica rigidez o paralización de miembros. Los pacientes van perdiendo gradualmente las células cerebrales productoras de dopamina, un neurotransmisor clave para el control del movimiento muscular. No tiene cura, aunque hay medicamentos y un implante estimulador del cerebro que pueden mitigar algunos síntomas.



Nadie conoce la causa de Parkinson. En busca de indicios genéticos, Scherzer reunió un equipo internacional de investigadores para estudiar más de 300 muestras de tejido cerebral, desde pacientes con diagnóstico de Parkinston hasta sujetos con cerebros aparentemente normales, pasando por personas libres de síntomas cuyos cerebros indicaban incipientes daños causados por Parkinson. Incluso utilizaron un rayo láser para seccionar neuronas productoras de dopamina en la región cerebral más afectada, la sustancia negra, y examinar la actividad genética.

El equipo detectó diez series de genes que funcionan a niveles anormalmente bajos en los pacientes de Parkinson, genes que desempeñaban distintos papeles en la producción de energía en la mitocondria, reportó Scherzer recientemente en la revista Science Translational Medicine. Resultó sugestivo que los genes también eran deficitarios en personas con síntomas incipientes de Parkinson.

DETECCION PRECOZ

Por otra parte, investigadores de la Unidad del Sueño del Hospital Clínico de Barcelona han descubierto que mediante pruebas de neuroimagen se puede diagnosticar precozmente qué personas con trastornos del sueño REM desarrollarán la enfermedad de Parkinson.
El estudio, publicado en Lancet Neurology, es una continuación de otro trabajo realizado en el 2006 por los mismos investigadores, coordinados por el doctor Alex Iranzo, que demostró que los trastornos de conducta del sueño en la fase REM, cuando es más profundo, son un síntoma de alerta de futuras enfermedades neurodegenerativas, entre ellas también el Alzheimer.



Este trabajo se basaba en el seguimiento desde 1991 de 44 pacientes diagnosticados con un trastorno de sueño en fase REM, en el que se vio que veinte de ellos acabaron desarrollando Parkinson, demencia con cuerpos de Lewy, atrofia multisistémica o un deterioro cognitivo leve de carácter, cinco años después de diagnosticarse el transtorno de sueño. Todos ellos eran mayores de 60 años con trastorno de conducta del sueño REM que manifestaban en forma de pesadillas, durante las cuales gritaban, lloraban o se movían.

En el nuevo estudio, realizado en colaboración con el Departamento de Neurología de la Innsbruck Medical University (Austria) se ha seguido a 43 nuevos pacientes durante 2 años y medio, después de someterlos a pruebas de neuroimagen capaces de diagnosticar disfunciones en la dopamina estriatal, típica de la patología en la sustancia negra del cerebro, y que puede degenerar hacia el Parkinson.




Fuentes del centro señalaron que con una sonografía transcraneal se pueden identificar alteraciones estructurales en la sustancia negra, como el aumento de hierro, antes de que el Parkinson llegue a expresarse clínicamente.
El trabajo describe como un 19_ de los pacientes habían desarrollado una enfermedad neurodegenerativa durante los dos años y medio posteriores a las pruebas de neuroimagen. De éstos, cinco desarrollaron Parkinson, dos demencia con cuerpos de Lewy y uno de ellos una atrofia multisistémica.

Todos las personas estudiadas pertenecían al grupo de 27 pacientes (62,8 por ciento) que había dado resultados anormales en las pruebas de neuroimagen, mientras que los pacientes con una neuroimagen normal no padecían ninguna enfermedad neurológica tras el seguimiento de 2,5 años.

Los investigadores concluyen que las pruebas de neuroimagen permiten identificar y conocer mejor el progreso de las enfermedades, encontrar fármacos que puedan modificar su curso e iniciar un tratamiento precoz llegado el momento del diagnóstico clínico.

FUENTE: http://www.eldia.com.ar/edis/20101114/revistadomingo24.htm