Develando los trucos del "Encantador de Perros"

Descubriendo los trucos del

"Encantador de perros"






César Millán, más conocido como el encantador de perros, ha cobrado fama con su programa donde domestica a los perros más bravíos. No importa que tan malo, fuerte o rebelde sea el can, César siempre sale victorioso en la domesticación y cobra su prima al dueño  

¿Qué técnicas utiliza? ¿Por qué a él lo obedecen los perros y a los propios dueños no? En este post veremos algunos trucos y secretos que el encantador de perros utiliza en su trato con ellos, espero que sea de su agrado
.




El mejor amigo del hombre



Evidentemente, el mejor amigo del hombre es el perro. Y por eso Millán triunfa. Es más difícil ser encantador de leones, chimpancés, etc. que encantador de perros, y con esto no lo estoy desmereciendo, simplemente, encantar a los perros es más sencillo que hacerlo con otros animales.

Experimentos llevados a cabo por el antropólogo Brian Hare, sugieren que los perros, a diferencia de otros animales focalizan su atención en los seres humanos.

Hare colocaba dos tazas idénticas una a un metro de la otra, y bajo una de ellas, colocaba una golosina. El perro intuye que le espera un premio, pero no sabe bajo qué taza se encuentra. Entonces Hare señalaba la taza derecha, la tocaba, la miraba fijamente. El perro, entonces, se dirigía a la taza derecha en la mayoría de ocasiones. Sin embargo, cuando Hare realizó el mismo experimento con un chimpancé (un animal que comparte el 98,6 % de nuestros genes), éste no reaccionó de la misma manera. El perro mira al hombre en busca de ayuda; el chimpancé, no.



Brian Hare
[color=#339966][b]Los primates captan muy bien las señales de su misma especie. Si fuéramos capaces de hacerlas similares a las suyas, seguramente las leerían mejor. Pero no son muy buenos a la hora de captar las señales humanas cuando se intenta cooperar con ellos. No las entienden. Piensan: “¿Por qué no me dices de una vez dónde está el plátano?”. La especialización clave de los perros, en cambio, es que prestan atención a la gente, cuando ésta hace algo tan humano como compartir la información sobre algo que otro podría de hecho querer (…) Los perros están realmente interesados en la gente. Hasta el punto de obsesionarse. Para un perro, uno es una pelota de tenis gigante y ambulante.[/b]




El "perrero"

César Millán, se crió entre perros. Si bien no tiene ninguna formación académica especializada, aprendió todo lo que sabe sobre perros en México, el país donde nació, en el rancho que su abuelo tenía en Sinaloa. Con 21 años, Millán viajó de su ciudad natal a Tijuana y un “coyote” le cruzó la frontera por 100 dólares. Y bien... Pronto empezó a prosperar su negocio de cuidados caninos en Estados Unidos.



De niño, incluso, lo llamaban "el Perrero". Y es que Millán se lleva mejor con los perros que con las personas: las declaraciones de su ex mujer acerca de su frialdad, condescendencia y machismo en el trato diario, dan buena fe de ello.



Es el co-autor del libro "El camino de César", "Sé el líder de la manada" y "Un miembro de la familia" que indican cómo entender y tratar algunos problemas caninos. Millán no siempre se dedicó a los perros, ya que uno de sus primeros trabajos fué en la verdulería de su abuelo.



Encantando perros



Parte del éxito de Millán hay que buscarlo en su forma de moverse y mirar, sabe realmente qué hacer cuando los perros lo miran. Por ello calcula cómo debe apoyar su cuerpo, si hacia delante o hacia atrás. El movimiento hacia adelante es interpretado por el perro como agresivo; el movimiento hacia atrás (aunque sólo sea medio centímetro), significa que la intención no es amenazante. Significa que uno ha abandonado lo que los etólogos denominan "movimiento de intención" de proceder un avance.

Ladea la cabeza, aunque sea ligeramente, y el perro quedará desarmado. Míralo de frente y él lo leerá como una bandera roja. La posición firme, con los hombros rectos, no caídos, puede significar la diferencia entre si un perro obedece una orden o no. Respirar con regularidad y profundamente (en vez de contener el aliento) puede significar la diferencia entre desactivar una situación tensa o encender la mecha que dispare la explosión.




Patricia McConnel, que imparte clases en la Universidad de Wisconsin (Madison) y es autora del libro Al otro extremo de la correa, añade:



Patricia McConnel
[color=green]Creo que nos miran a los ojos, y adónde miran nuestros ojos y lo que traslucen nuestros ojos. Un ojo redondeado con la pupila dilatada es señal de alta excitación agresiva en un perro. Creo que prestan enorme atención a la expresión de nuestra cara, si los músculos faciales están relajados o no, porque ésta es una seña muy importante que tienen ellos unos con otros.

 
Cuando un experto analiza con detenimiento los movimientos de César Millán en los programas de El encantador de perros, observa cómo todo ello es tenido en cuenta. Los expertos en movimientos del cuerpo humano, como Karen Bradley, directora de los estudios de Danza en la Universidad de Maryland, han sugerido que Millán se mueve de un modo muy particular, fluye.

Para ello aplican el llamado análisis de Laban, que interpreta, por ejemplo, el lenguaje corporal de la gente, la fluidez y simetría de sus movimientos o el tipo de "esfuerzo" que implica.


Karen Bradley
[color=green]Si uno quiere subrayar algo, puede bajar la mano a lo largo del cuerpo en un solo e inequívoco movimiento. En cómo se ejecute dicho movimiento afecta enormemente al modo en que lo interpretará el can. Lo mejor es bajar la mano con un movimiento explosivo, vinculante, ejecutado con una fuerza aceleradora, terminado con brusca precisión y acompañado con la cabeza y los hombros, que descenderían simultáneamente, de forma que la postura esté en armonía con el gesto.




Otro de los recursos que a menudo emplea Millán es su popular movimiento con los dedos, en el que parece clavarlos en el cuerpo del perro, mientras Millán emite un siseo entrecortado con la boca. En realidad, lo que hace Millán es “morder” con la mano en el hombro del perro, firmemente y con calma. La mano es la boca. Sus dedos son los dientes.



Lo que hace Millán es "reconfigurar" la jerarquías dentro de la casa, o por lo menos enseñarle a la gente algunos trucos para poder hacer que el perro actúe de forma de lograr una perfecta convivencia entre animales y humanos.

A lo largo de sus páginas, son abordados temas tales como la psicología canina, la agresividad peligrosa, el lenguaje de la energía y el poder de la manada.

El encantador de perros afirma que en la gran mayoría de los casos, es la gente la que necesita entrenamiento y no los perros, y según sus propias palabras yo rehabilito perros y entreno a personas. Los que tienen problemas son los dueños de los animales, como mucho se puede decir de estos perros que tiene una personalidad especial.

César Millán, de 38 años que entró como inmigrante ilegal en Estados Unidos hace veinte años y empezó trabajando en un salón de belleza canino, donde se ganó la reputación de poder dominar a los perros más agresivos, ahora ha hecho fortuna y de cierta forma, ha cumplido el sueño americano (¿O el sueño mejicano?).




El encantador de perros (pdf)

pass= cjho23


Si alguno sabe de alguna otra técnica que utilice César, por favor póngala en los comentarios para enriquecer el post