Palacio de la Música, la obra emblemática del siglo XXI

Binner y Lifschitz presentaron el proyecto del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer que se levantará en Pellegrini y el río. Un diseño impactante para un concepto novedoso e integrador: los espectáculos se podrán ver, al mismo tiempo, desde el interior de un teatro y desde una plaza pública. Más probable que esté para 2016 que para 2010



Será en 2010 o en 2016, eso dependerá del dinero, tema que genera incertidumbre en estos momentos de crack financiero internacional. Pero Rosario festejará el bicentenario –el de la Revolución de Mayo o el de la Independencia– con una obra que, sin dudas, se convertirá en emblema de la ciudad del siglo XXI: el Puerto de la Música.

Varias exclamaciones de admiración generó en el auditorio que se congregó en el auditorio del Parque de España las imágenes que proyectó, con el diseño de la obra, Jair Valera, el enviado del estudio del mítico arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, el padre de la criatura.

Sí, el Palacio de la Música, que se ubicará en terrenos portuarios ubicados sobre el río desde Pellegrini a Cerrito, será la primera obra en la Argentina de Niemeyer, uno de los grandes maestros de la historia de la arquitectura mundial, diseñador de la ciudad de Brasilia, que hoy, a los 101 años, sigue proyectando y disfrutando con su arte.

Niemeyer no vino, pero estuvo. A través de un video, explicó los detalles del proyecto, que, como todos los suyos, se caracteriza por las curvas. Pero no es eso, lo novedoso, lo impactante de su diseño, lo más importante. Es el concepto.

“Al proyectar este teatro para Rosario mi preocupación fue garantizar que el espectáculo no se limite sólo a los que están en la platea, sino que también alcance a los de afuera, veinte a treinta mil, pudiendo participar del mismo. Solución que me espanta no haber adoptado hace más tiempo”, escribió Neimeyer, autor de varios teatros en diferentes parte del mundo, en sus explicaciones.

Esa solución de la que habla Niemeyer es que el escenario, mediante la apertura de una de las paredes, será visible tanto desde el interior del teatro como desde una plaza central que se ubicará entre éste y un segundo edificio que contará con un restaurante y sala de exposiciones. En el predio de seis hectáreas habrá también un pequeño edificio, en el ingreso, con oficinas administrativas.

Así, el interior del teatro tendrá capacidad para 2.500 personas en dos plateas, una baja y otra alta, pero además cerca de 25 mil podrán ver los espectáculos desde la plaza. Debajo de la platea se construirá también una escuela de música, que contará también con auditorios para las muestras de los alumnos.

La idea del estudio Niemeyer, que llegó como sugerencia a la Municipalidad y al gobierno de la provincia, es que el Puerto de la Música se integre con toda una zona parquizada a su alrededor, que llegue incluso hasta la estación Fluvial.

Sin plazo, ni costos; pero con un objetivo

El entusiasmo de los asistentes a la presentación era directamente proporcional al impacto que producían las imágenes que se sucedían en el Power Point de Valera. El intendente Miguel Lifschitz también se mostró eufórico y ni hablar el gobernador Hermes Binner, quien gestionó en febrero con Niemeyer que el brasileño se hiciera cargo del proyecto.

“La cultura también es una urgencia”, dijo en su discurso para justificar la enorme inversión que demandará la obra –en realidad, no hay aún una cifra ya que “todavía se están haciendo estudios”, pero extraoficialmente se llegó a hablar de más de 40 millones de pesos–, aunque luego marcó límites. Dijo que la idea es que sea una obra emblemática del bicentenario, pero que entonces cabe que se termine tanto en 2010 como en 2016, sobre todo teniendo en cuenta los efectos que puede tener la crisis financiera mundial.

En realidad, 2010 ya es bastante improbable. El plazo mínimo de ejecución del proyecto –que incluye en un predio de seis hectáreas 20 mil metros cuadrados– es de dos años, y todavía no hay no fecha para el llamado a licitación. Como sea, aclaró Binner, se va a hacer, y puso como ejemplo el Nuevo Heca, por el que hubo que esperar bastante más de lo previsto pero hoy funciona.

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