No hay antecedentes desde que se aprobó la nueva Ley de Matrimonio. Organizaciones no gubernamentales apoyaron con la causa y los trámites.

Nunca había sucedido hasta el martes pasado: dos mujeres casadas bajo el amparo de la flamante Ley de Matrimonio Igualitario pudieron inscribir a su bebé como hijo de ambas ante el Registro Civil, en la Ciudad de Buenos Aires. El niño –llamado Vicente– nació hace una semana y, sin saberlo, se convirtió en noticia por ser el primero en tener, legalmente, dos mamás.



De esta forma, Verónica y Cecilia, que se casaron el último 11 de agosto y prefirieron no dar a conocer sus apellidos, tendrán los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro padre o madre. A pesar de que pidieron que Vicente tenga el apellido de las dos –cuestión que correspondía de acuerdo al artículo 36 de la nueva ley –, sólo les permitieron que llevara el de una de ellas, y fue el de la mamá biológica el que primó (ver “Dos mamás, un apellido”).

Cuando decidieron unirse, el vientre de una de las mujeres era indisimulable: “Fue como si nos casáramos de apuro”, comentaron entre risas. Sobre la libreta que obtuvieron aquel día de arroz por los aires, dijeron que tiene “doce hojas para anotar a doce hijos” y agregaron: “Ahí, en los datos de nacimientos, está Vicente y eso quiere decir que es hijo de este matrimonio”.

El chico obtuvo su partida de nacimiento y Documento Nacional de Identidad, en parte gracias a las gestiones realizadas en conjunto por las organizaciones no gubernamentales Lesmadres, 100% Diversidad y Derechos y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que siguieron de cerca la implementación de la ley en instancias administrativas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

El presidente de 100 % Diversidad y Derechos, Martín Canevaro, opinó que sucedió “la mejor expresión de igualdad” por la que su agrupación viene luchando, y sostuvo que la inscripción de Vicente terminó con una situación de mucha injusticia, porque negaba derechos a los chicos, por las orientaciones de los padres. “Es la igualdad cristalizada en este hecho”, remató.

En sintonía, la referente de Lesmadres, Florencia Gemetro, aseguró: “El reconocimiento de Vicente (como hijo de Verónica y Cecilia) fue un gran logro vinculado a familias comaternales”, como denominan a los grupos familiares con dos mamás.

Por otra parte, Canevaro contó que hubo resistencia de las autoridades del registro por el “cambio de paradigma” a partir de la sanción del matrimonio igualitario y expuso que “la ausencia de la nueva ley implicaba sólo el reconocimiento de la madre biológica”. Por eso, celebró la importancia de haber gestionado la inscripción del hijo de un matrimonio entre mujeres, aunque advirtió: “Es el primero, pero existen centenares de familias con estas características”. De todas formas, estima que en Argentina hay unos 300 casos que no fueron “blanqueados” por ser anteriores a la sanción de la ley.

Las integrantes de la pareja detallaron que en la partida de nacimiento del bebé no se las señala a ambas como madres, aunque se indica que Vicente es hijo de su madre biológica y de su cónyuge. “Pero en el caso de parejas heterosexuales, tampoco dice que son padre y madre. Lo único que hubo que añadir al documento fue la frase ‘cónyuge de la madre’”, ampliaron. “Es una matria potestad compartida”, expresaron –neologismo mediante– y puntualizaron: “Necesitábamos inscribirlo para sumarlo a la obra social y pasar los tres al plan familiar, como así también unir nosotras nuestros aportes”.

En la ceremonia que se realizó en la oficina del Registro Civil porteño de la calle Uruguay, participaron, además de las cónyuges y el bebé, el director del Registro Civil de Capital Federal, Alejandro Lanús, y el subsecretario porteño de Justicia, Daniel Presti.

Diego Morales, uno de los abogados del CELS –que asesoró a la pareja para llevar adelante los trámites–, criticó los prejuicios que diferentes sectores de la sociedad pronunciaron sobre la crianza de niños con padres (o madres) del mismo sexo: “No hay estudios que lo desaconsejen, son intuiciones que no tienen fundamentos sociológicos, psicológicos o jurídicos”, explicó.

Dos madres, un apellido

A pesar de que Verónica y Cecilia querían que el pequeño Vicente, hijo biológico de una de ellas, tuviera el apellido de las dos madres, cuestión que correspondía de acuerdo al artículo 36 de la nueva Ley de Matrimonio Igualitario, las autoridades del Registro Civil porteño sólo les permitieron que porte el de la mujer que lo dio a luz.

Las organizaciones Lesmadres, 100 % Diversidad y Derechos y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), que las ayudaron con los trámites, avisaron que reclamarán. El abogado de CELS Diego Morales, que participó en el asesoramiento, lamentó que el registro no aceptara los dos apellidos, pero adelantó que presentarán ”un recurso para solicitar que sea incluido” el faltante.

Además, Morales afirmó que el pedido corresponde ”por el derecho a la identidad del niño”. Martín Canevaro, de 100 % Diversidad y Derechos, avisó: ”Ya se derribó el sentido común basado en prejuicios”.

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