Sueles ser envidioso? entonces mira este post



De acuerdo a las definiciones de la Real Academia Española la envidia es la tristeza o pesar del bien ajeno y la emulación, deseo de algo que no se posee.

Primera definición.- Tristeza o pesar del bien ajeno.De acuerdo a la primera definición la envidia es sentir tristeza o pesar por el bien ajeno. De acuerdo a esta definición lo que no le agrada al envidioso no es tanto algún objeto en particular que un tercero pueda tener sino la felicidad en ese otro. Entendida de esta manera, es posible concluir que la envidia es la madre del resentimiento, un sentimiento que no busca que a uno le vaya mejor sino que al otro le vaya peor.

Segunda definición.- Emulación, deseo de algo que no se posee.De acuerdo a la segunda de las acepciones la envidia se puede encuadrar dentro de la emulación o deseo de poseer algo que otro posee. Siendo en este caso que lo envidiado no es un sujeto sino un objeto material o intelectual. Por lo tanto en esta segunda acepción la base de la envidia sería el sentimiento de desagrado por no tener algo y además de eso el afán de poseer ese algo. Esto puede llegar a implicar el deseo de privar de ese algo al otro en el caso de que el objeto en disputa sea el único disponible.



Una tercera posibilidad para comprender lo que la envidia implica sería la combinación de las dos acepciones mencionadas anteriormente. Cualquiera sea el caso, la envidia es un sentimiento que nunca produce nada positivo en el que lo padece sino una insalvable amargura.
Otra definición de envidia, es que el envidioso cuenta mentiras sobre la persona a la que envidia o las cosas que tiene, para poder tenerlas, en ocasiones la envidia puede hacer que el envidiado muera a manos del envidioso.


Algunos ejemplos?


"Esta estupida usa un jans viejo y gastado."
(Como carajo puede tener ese culo esta hdp??)



"Freno para que le saque una foto a la playa y el mar"
(Este cornudo le esta apuntando a la flaca que corre)



"Que gracia tiene hacer una estúpida pose armada?"
(Si muestro el culo no entra ni en una foto panorámica)



"Pero vos viniste conmigo !"
(Maldito complejo de Edipo, Maldito Freud)



"No quiero que mires otras mujeres."
( Si te enteras que no todas tienen celulitis me mandas al carajo )



Pobre se le puede escapar algo
(A esta no la conoce nadie y todos la van a mirar a ella)



Hey!! esas no tienen uniforme!!
(Hijas de p... , estas guachas si pueden mostrar las piernas?!?!)



Las Mujeres no somos para decoración !
( Y yo que no puedo decorar un sótano húmedo con murcielagos!, quiero ser promotora !!)



Pero esta china no es de la tribu !!
(Tenés cintura, blanquita hija de P...!! Seguro te hiciste una lipo)



Que se piensan que es esta casa? Un prostíbulo?
(Ese culote no me entra ni en la cabeza!Pendejas de mierd..!)



Una foto ahora ? me estoy perdiendo del agua
(LPM soy una plancha , todos se van a dar cuenta en la foto)



Que indecente!
(Esta seguro es anorexica !!!Por que no me enfermé de eso !)



Que buena es esta cerveza !!
( Esta no toma para que se le vean los dientes y los pechos!!!!)



Que fea esa remerita !!!
(No usa Push up !!!!! La con .. de su madre!!!)





La Envidia como Pecado capital


La Envidia es considerado como un pecado capital porque genera otros pecados, otros vicios; El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados y rompe con el amor al prójimo que proclama Jesús.

San Gregorio Magno (*ca. 540 en Roma – †12 de marzo de 604), fue el sexagésimo cuarto Papa de la Iglesia católica romana; fue quien seleccionó los siete pecados capitales, y se mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media.



Dante Alighieri en el poema de El Purgatorio, define la envidia como "Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos." El castigo para los envidiosos es el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer. En la edad media el famoso cazador de brujas, el cardenal Peter Beasbal le atribuyó a la envidia el demonio llamado Leviatán, un demonio marino y que era sólo controlado por Dios.



Significado Psicológico

Una de las peculiaridades de la actuación envidiosa es que necesariamente se disfraza o se oculta, y no sólo ante terceros, sino también ante sí mismo. La forma de ocultación más usual es la negación: se niega ante los demás y ante uno mismo sentir envidia.



La envidia revela una deficiencia de la persona, del self del envidioso, que no está dispuesto a admitir. Si el envidioso estuviera dispuesto a saber de sí, a re-conocerse, asumiría ante los demás y ante sí mismo sus carencias.



La dependencia unidireccional del envidioso respecto del envidiado persiste aún cuando el envidiado haya dejado de existir. Y esta circunstancia –la inexistencia empírica del sujeto envidiado y la persistencia, no obstante, de la envidia respecto de él-descubre el verdadero objeto de la envidia, que no es el bien que posee el envidiado, sino el sujeto que lo posee.



El envidioso acude para el ataque a aspectos difícilmente comprobables de la privacidad del envidiado, que contribuirían, de aceptarse, a decrecer la positividad de la imagen que los demás tienen de él (el envidioso tiende a hacerse pasar por el mejor «informado», advirtiendo a veces que «aún sabe más»). Pero adonde realmente dirige el envidioso sus intentos de demolición es a la imagen que los demás, menos informados que él, o más ingenuos, se han construido sobre bases equivocadas.



Cómo conseguirlo? Mediante la difamación, originariamente "disfamación". En efecto, la fama es el resultado de la imagen. La fama por antonomasia es «buena fama», «buen nombre», «crédito». La difamación es el proceso mediante el cual se logra desacreditar gravemente la buena fama de una persona.



El envidioso es un hombre carente de (algún o algunos) atributos y, por lo tanto, sin los signos diferenciales del envidiado. Sabemos de qué carece el envidioso a partir de aquello que envidia en el otro. Pero, además, en este discurso destaca la tácita e implícita aseveración de que el atributo que el envidiado posee lo debiera poseer él, y, es más, puede declarar que incluso lo posee, pero que, injustificadamente «no se le reconoce». Ésta es la razón por la que el discurso envidioso es permanentemente crítico o incluso hipercrítico sobre el envidiado, y remite siempre a sí mismo. Aquel a quien podríamos denominar «el perfecto envidioso» construye un discurso razonado, bien estructurado, pleno de sagaces observaciones negativas que hay que reconocer muchas veces como exactas.



No sólo el sujeto envidioso es inicialmente deficiente en aquello que el envidiado posee, sino que el enquistamiento de la envidia, es decir, la dependencia del envidioso respecto del envidiado perpetúa y agrava esa deficiencia. Decía Vives: «Con razón han afirmado algunos que la envidia es una cosa muy justa porque lleva consigo el suplicio que merece el envidioso».



Una de las invalideces del envidioso es su singular inhibición para la espontaneidad creadora. Ya es de por sí bastante inhibidor crear en y por la competitividad, por la emulación. La verdadera creación, que es siempre, y, por definición, original, surge de uno mismo, cualesquiera sean las fuentes de las que cada cual se nutra. No en función de algo o de alguien que no sea uno mismo. Pues, en el caso de que no sea así, se hace para y por el otro, no por sí. Todo sujeto, en tanto construcción singular e irrepetible, es original, siempre y cuando no se empeñe en ser como otro: una forma de plagio de identidad que conduce a la simulación y al bloqueo de la originalidad.



El tratamiento eficaz de la envidia cree verlo el que la padece en la destrucción del envidiado (si pudiera llegaría incluso a la destrucción física), para lo cual teje un discurso constante e interminable sobre las negatividades del envidiado. Es uno de los costos de la envidia, un auténtico despilfarro, porque rara vez el discurso del envidioso llega a ser útil, y con frecuencia el pretendido efecto perlocucionario –la descalificación de la imagen del envidiado- resulta un fracaso total.

Su deficiencia estructural en los planos psicológico y moral aparece a pesar de sus intentos de ocultación y secretismo.



Combatir la Envidia — Una Historia Personal
Había estado trabajando en el mismo negocio por varios años y tenía la costumbre de que la gente viniera a preguntarme cosas sobre computación. No disfrutaba las interrupciones, pero hacía lo mejor por brindar ayuda. Entonces, Kelly se unió a mi departamento. Realmente disfrutaba su compañía y pensaba que ella era una gran adquisición para nuestra oficina. En poco tiempo, noté que la gente comenzó a dirigirse a Kelly con sus preguntas sobre computación. Al principio, sentí alivio de haberme librado de las interrupciones, pero luego me golpeó. Nadie me necesitaba ya. Era otro miembro más de la oficina. No me gustaba eso. Los pensamientos de envidia se deslizaron en mi cabeza: ¿Por qué de repente ella es la experta? ¿Qué la hace mejor que yo? ¡Yo puedo responder las preguntas mejor que ella!



Combatir la Envidia — ¿Cuál es el Gran Problema?
Es posible que seas como yo. Combatir la envidia es un desafío constante. Sin embargo, sé por experiencia que cuando no se combate la envidia, te conduce a la amargura. De hecho, la Biblia trata sobre la envidia. Santiago 3:16 dice: “Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas”. Partiendo de esta sabiduría, sabemos que el pensamiento malo produce una vida mala. Cuando tenemos celos o sentimientos de envidia, nuestras vidas se caracterizarán por la confusión, el desorden y el desprecio. Ninguna buena acción proviene de un espíritu malvado y de envidia. ¡Luchar contra la envidia es esencial!



Es posible que pienses: “De seguro que combatir la envidia no siempre es necesario”. Estás en lo correcto. Existe un lugar para la “la envidia sana”. Sin embargo muy pocos de nuestros momentos de envidia son justificados. “El verdadero amor nunca es envidioso, pero tiene el derecho de tener celos de aquellos que son amados”, dice el autor Warren Wiershe. Por ejemplo, los padres tienen derecho a sentir celo de sus hijos y de todas las cosas que podrían dañar su bienestar. Si los celos fueran siempre malos, ¿por qué la Biblia se referiría a Dios como celoso? Deuteronomio 32:16 dice: “Lo provocó (a Dios) a celos con dioses extraños y lo hizo enojar con sus ídolos detestables”. Dios es caracterizado por sus celos cuando adoramos a otros dioses. ¡Él es el único digno de todo honor y alabanza!



Combatir la Envidia — El Remedio
Cuál es la respuesta para combatir la envidia? ¿Es posible? Si yo no hubiera corregido mis errores y motivado a Kelly para que ayudara a otros, todavía sentiría molestia por un asusto insignificante. Todavía tendría amargura hacia ella en mi corazón. En lugar de ello, pude ver que la envidia estaba destrozando rápidamente mi espíritu y que necesitaba aprender cómo combatir la envidia.



Si actualmente está luchando con la envidia, te recomiendo que examines tu corazón, Hay una razón por la que la envidia te está atacando. Seguramente hay algo que esconde tu envidia. En mi caso, era temor. Quería que se me necesitara y tenía medo de que Kelly me lo arrebatara. Mi supervivencia estaba siendo amenazada. Yo entendí que Dios no estaba complacido con mi espíritu de celos y envidia y que él quería ayudarme. Le pedía a Dios que desechara todos mis pensamientos de envidia hacia Kelly y que me llenara de sentimientos amistosos por ella. ¿Por qué no pedir a Dios que te quite todo sentimiento de envidia y celos? Él está para ayudarte.

¿Qué podemos hacer por los hijos?

La envidia es un sentimiento que se vive en la infancia con todo su dramatismo:
Al parecer cuanto más cercana es la persona más grandes son los celos y la envidia, recordemos, por ejemplo, la rivalidad entre hermanos.



......Mucho pueden hacer los padres por evitar la envidia o, al menos, por enseñar a sus hijos a manejarla, en primer lugar con el ejemplo y la propia relación que se tiene en el manejo de los bienes propios y ajenos.

.Deben evitar la costumbre de compararse con los otros, ya sean parientes, compañeros de trabajo o vecinos.

......Es muy importante evitar hacer comparaciones entre hermanos y luego entre compañeros de escuela o amigos.

......Fomentar la sensación gustosa de poder dar y ver las cualidades y disposiciones que tienen los hijos.

......La envidia crece con actos de injusticia, por lo que, en la medida de lo posible, todos los hermanos deben ser tratados igual. De hecho, si un niño vive una situación injusta, es natural y lógico que sienta envidia por los privilegios de su hermano.

......Es importante ayudarlos a reconocer y a expresar los sentimientos de envidia, sobre todo con sentido del humor.

......Poder ver las ventajas y desventajas de algo. Si todo es relativo, el objeto envidiado también debe tener sus problemas y ayuda el poder reconocerlos.

......Desde luego, una regla de oro es enseñar al niño a disfrutar lo que se tiene en vez de estar sufriendo por lo que no se tiene, situación que la persona envidiosa practica exactamente al revés.

......Por último reflexionemos que, al menos hasta ahora, la ciencia no nos ha ayudado en nada para superar la envidia; jamás se ha encontrado una zona del cerebro que rija este sentimiento, ni se ha descubierto el gen de la envidia para poder extirparlo, así que mientras tanto debemos seguir lidiando con nuestros propios sentimientos.







FRASES SOBRE LA ENVIDIA


La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
Arthur Schopenhauer (1788-1860) Filósofo alemán.

Castiga a los que tienen envidia haciéndoles bien.
Proverbio árabe

La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come.
Francisco de Quevedo (1580-1645) Escritor español.

Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.
Victor Hugo (1802-1885) Novelista francés.

La envidia es una declaración de inferioridad.
Napoleón I (1769-1821) Napoleón Bonaparte. Emperador francés.

La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
Diógenes Laercio (S. III AC-?) Historiador griego.

Si hubiera un solo hombre inmortal sería asesinado por los envidiosos.
Chumy Chúmez (1927-2003) Humorista gráfico y escritor español.

Nuestra envidia dura siempre más que la dicha de aquellos que envidiamos.
François de la Rochefoucauld (1613-1680) Escritor francés.

En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia.
Leonardo Da Vinci (1452-1519) Pintor, escultor e inventor italiano.

La envidia es mil veces más terrible que el hambre, porque es hambre espiritual.
Miguel de Unamuno (1864-1936) Filósofo y escritor español.

La envidia es acaso el peor de los pecados, el goloso come, el lujurioso verifica el acto venéreo, el avaro toma su dinero, en cambio el envidioso se reseca en...Bueno, su envidia.
Alejandro Dolina

La envidia es el adversario de los afortunados.
Epicteto

Esta vida gira así sin cabezas por la vida, pocos juegan lo que tienen y envidian lo que imaginan.
Miguel Abuelo

La envidia y el odio van siempre unidos. Se fortalecen recíprocamente por el hecho de perseguir el mismo objeto.
Jean De La Bruyere

(...) Lo único que los mueve es la envidia. No hay que tenerles miedo: la envidia de los sapos nunca pudo tapar el canto de los ruiseñores.
Evita