Argentina vs Gallegos
¿Quien ganara los gallegos brutos XD o Argentina? dejar resultados!!
El partido que este martes enfrenta a Argentina y España en el Monumental de River nos dejará a un Leo Messi equivocado de bando. Será como un niño peleando contra sus padres, contra sus hermanos, un cromo cambiado. Messi parte ¿en solitario? en pos de una complicada misión: dar una lección a sus maestros, derrotar a sus mejores benefactores, con permiso de Celia y Jorge.
Son precisamente Celia y Jorge, los padres del 'crack', quienes conocen mejor que nadie la relación que su hijo mantiene con el país que le vio nacer, aquel que dejó para sanar y para formarse como jugador, aquel que le quiere pero no le reconoce. A pesar de ser el mejor jugador del mundo, y hay títulos y galardones que lo demuestran sobradamente, Messi tiene que ganarse a la afición cada vez que juega con la albiceleste.
En cierto modo, el partido para Messi podría ser un duelo entre amigos, ya que juega contra siete compañeros de equipo -serían ocho los internacionales azulgrana de no ser por la lesión de Puyol-. Pero un Argentina-España, además de un duelo difícilmente amistoso, no es para Messi lo que para los demás.
Argentina-España, un duelo de Mundial
El hecho de salir de Argentina siendo tan sólo un niño y haber sido criado futbolísticamente en Barcelona no termina de gustar a los argentinos, chovinistas incorregibles, que no pueden evitar sospechar cada vez que Messi no obra el milagro con la camiseta albiceleste como acostumbra a hacer semanalmente con la azulgrana.
Pero los argentinos también esgrimen cifras y datos para desconfiar para poner sólo un notable al 'diez'. A saber, el último gol de Messi con Argentina data del 19 de noviembre, en concreto en el partido que enfrentó precisamente a Argentina y España con resultado final de 2-1 a favor de España.
En 50 partidos con Argentina, Messi sólo ha sido capaz de anotar 13 goles, cuando en los últimos 13 partidos con el Barça consiguió 14 dianas. En el Barça ha deslumbrado con la consecución de un póquer (cuatro goles al Arsenal en la Champions), seis 'hat-triks' y 26 dobletes; en las filas de Argentina sólo ha sido capaz de hacer una vez dos goles.
Messi deja todo en el campo cuando juega con su selección, se ha sacrificado para responder a la cita de su país, en los Juegos Olímpicos, en el Mundial, pero no es un problema de sentimiento ni de entrega, es un problema puramente futbolístico, y no menor, pero no suyo.
Un Xavi y un Iniesta para mover el mundo
España, al igual que el Barça, tiene un modelo de buen gusto futbolístico que lleva años aplicando. Por el contrario, Argentina sufre una división futbolística antagónica y en el ultimo Mundial presentó en el banquillo a un Maradona que no sabe asumir un papel secundario que nunca tuvo como el gran jugador que fue.
"Iniesta, Xavi, son jugadores muy inteligentes. No son rápidos de piernas pero sí mentalmente"
Y es que precisamente a nivel de futbolistas, Argentina presenta su segundo gran déficit respecto a España. Jugadores como Xavi o Iniesta hacen feliz en el campo a un Messi que con su selección juega desamparado y que este martes envidiará la cara de felicidad de los campeones del mundo. La misma cara que él tiene cuando juega en el Barça.
¿El problema entonces es que no hay un Iniesta, un Xavi o incluso un Alves en Argentina? Pues posiblemente, sí, y por eso Sergio Batista, el nuevo técnico de la albiceleste, intentará traer la montaña a Mahoma y tratar de dar a su recién recibida selección el sello Barça. Y por si encuentra la piedra filosofal, se prodiga en los rondos y en el juego al primer toque en sus entrenamientos con sus chicos en Buenos Aires.
"Quiero que Messi juegue, que esté contento, que disfrute, que se sienta como se siente en el Barcelona, que juegue de la misma manera". De hecho, el nuevo seleccionador esta valorando la posibilidad de dar el brazalete a Messi, por si los galones funcionan de antídoto contra la frustración. "Pienso en Messi como capitán", reconocía recientemente Batista.
¿Diferencias insalvables?
Fútbol ofensivo, laterales abiertos y proyectados en ataque y gran protagonismo del centro del campo y del toque serán las líneas maestras de la nueva argentina. "Soy un amante del fútbol, amante de los que respetan a la pelota y España siente respeto por el balón".
Tampoco se les escapa al resto de internacionales argentinos la diferencia existente actualmente entre el fútbol de la albiceleste, tricampeona del Mundo, pero apeada por Alemania y el de España, que ha encadenado una Eurocopa y un Mundial en dos años con un estilo seductor e hipnótico, que enamora al mundo.
"Creo que España y el Barcelona son los equipos por los cuales la mayoría de los hinchas neutrales pagarían una entrada gustosos para verlos jugar. Tratar de jugar como España o como el Barcelona le gusta a cualquier jugador", dijo "Cuchu" Cambiasso, cuyo equipo, el Inter de Milan, dejó fuera de la Champions al Barça de Messi con un juego totalmente opuesto. Es lo grande este deporte.
El partido que este martes enfrenta a Argentina y España en el Monumental de River nos dejará a un Leo Messi equivocado de bando. Será como un niño peleando contra sus padres, contra sus hermanos, un cromo cambiado. Messi parte ¿en solitario? en pos de una complicada misión: dar una lección a sus maestros, derrotar a sus mejores benefactores, con permiso de Celia y Jorge.
Son precisamente Celia y Jorge, los padres del 'crack', quienes conocen mejor que nadie la relación que su hijo mantiene con el país que le vio nacer, aquel que dejó para sanar y para formarse como jugador, aquel que le quiere pero no le reconoce. A pesar de ser el mejor jugador del mundo, y hay títulos y galardones que lo demuestran sobradamente, Messi tiene que ganarse a la afición cada vez que juega con la albiceleste.
En cierto modo, el partido para Messi podría ser un duelo entre amigos, ya que juega contra siete compañeros de equipo -serían ocho los internacionales azulgrana de no ser por la lesión de Puyol-. Pero un Argentina-España, además de un duelo difícilmente amistoso, no es para Messi lo que para los demás.
Argentina-España, un duelo de Mundial
El hecho de salir de Argentina siendo tan sólo un niño y haber sido criado futbolísticamente en Barcelona no termina de gustar a los argentinos, chovinistas incorregibles, que no pueden evitar sospechar cada vez que Messi no obra el milagro con la camiseta albiceleste como acostumbra a hacer semanalmente con la azulgrana.
Pero los argentinos también esgrimen cifras y datos para desconfiar para poner sólo un notable al 'diez'. A saber, el último gol de Messi con Argentina data del 19 de noviembre, en concreto en el partido que enfrentó precisamente a Argentina y España con resultado final de 2-1 a favor de España.
En 50 partidos con Argentina, Messi sólo ha sido capaz de anotar 13 goles, cuando en los últimos 13 partidos con el Barça consiguió 14 dianas. En el Barça ha deslumbrado con la consecución de un póquer (cuatro goles al Arsenal en la Champions), seis 'hat-triks' y 26 dobletes; en las filas de Argentina sólo ha sido capaz de hacer una vez dos goles.
Messi deja todo en el campo cuando juega con su selección, se ha sacrificado para responder a la cita de su país, en los Juegos Olímpicos, en el Mundial, pero no es un problema de sentimiento ni de entrega, es un problema puramente futbolístico, y no menor, pero no suyo.
Un Xavi y un Iniesta para mover el mundo
España, al igual que el Barça, tiene un modelo de buen gusto futbolístico que lleva años aplicando. Por el contrario, Argentina sufre una división futbolística antagónica y en el ultimo Mundial presentó en el banquillo a un Maradona que no sabe asumir un papel secundario que nunca tuvo como el gran jugador que fue.
"Iniesta, Xavi, son jugadores muy inteligentes. No son rápidos de piernas pero sí mentalmente"
Y es que precisamente a nivel de futbolistas, Argentina presenta su segundo gran déficit respecto a España. Jugadores como Xavi o Iniesta hacen feliz en el campo a un Messi que con su selección juega desamparado y que este martes envidiará la cara de felicidad de los campeones del mundo. La misma cara que él tiene cuando juega en el Barça.
¿El problema entonces es que no hay un Iniesta, un Xavi o incluso un Alves en Argentina? Pues posiblemente, sí, y por eso Sergio Batista, el nuevo técnico de la albiceleste, intentará traer la montaña a Mahoma y tratar de dar a su recién recibida selección el sello Barça. Y por si encuentra la piedra filosofal, se prodiga en los rondos y en el juego al primer toque en sus entrenamientos con sus chicos en Buenos Aires.
"Quiero que Messi juegue, que esté contento, que disfrute, que se sienta como se siente en el Barcelona, que juegue de la misma manera". De hecho, el nuevo seleccionador esta valorando la posibilidad de dar el brazalete a Messi, por si los galones funcionan de antídoto contra la frustración. "Pienso en Messi como capitán", reconocía recientemente Batista.
¿Diferencias insalvables?
Fútbol ofensivo, laterales abiertos y proyectados en ataque y gran protagonismo del centro del campo y del toque serán las líneas maestras de la nueva argentina. "Soy un amante del fútbol, amante de los que respetan a la pelota y España siente respeto por el balón".
Tampoco se les escapa al resto de internacionales argentinos la diferencia existente actualmente entre el fútbol de la albiceleste, tricampeona del Mundo, pero apeada por Alemania y el de España, que ha encadenado una Eurocopa y un Mundial en dos años con un estilo seductor e hipnótico, que enamora al mundo.
"Creo que España y el Barcelona son los equipos por los cuales la mayoría de los hinchas neutrales pagarían una entrada gustosos para verlos jugar. Tratar de jugar como España o como el Barcelona le gusta a cualquier jugador", dijo "Cuchu" Cambiasso, cuyo equipo, el Inter de Milan, dejó fuera de la Champions al Barça de Messi con un juego totalmente opuesto. Es lo grande este deporte.
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