Los Diarios Apócrifos del Indio Solari - I
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Salmónidos Pacientes
La historia de la participación de Calamaro en Veneno Paciente tiene varios puntos de contacto con la grabación que yo hice de su tema El Salmón. Hay gente a la que no le puedo decir que no. Por suerte son muy pocas. Contadas con los dedos de una mano. Una de ellas es mi estimado Lito Vitale. Mucho le debemos a el y a su padre Donvy de que Los Redondos pudieran grabar su primer disco de estudio. Son imborrables para mi los consejos de Donvy y el andar juicioso y austero de Lito por la sala de grabación.
Por aquellos años yo todavía creía que pendíamos de la cuerda de los trazos más delirantes que puede tener una banda de rock, ese extremo que en caso de profundizarse podría terminar con la disolución de la banda de rock, atomizarse en el puzzle imposible de armar de un cabaret. Sabía que estábamos en esa encrucijada entonces ver a estos dos tipos padre e hijo laburar a la par nuestra para conseguir un sonido acorde a nuestra locura me hizo bajar a tierra me empecé a decir que yo también tenía que dejar de lado mi costado suicida y darle más bola al entramado técnico sino iriamos a parar a los caños. Ese mensaje de Donvy creo que lo he asumido cada vez con más responsabilidad. Así que cuando el bueno de Lito se presentó a mi casa con los lineamientos de su nuevo proyecto desde el primer instante le estaba diciendo que si. Como no!, viejo Lito. Acá está el Indio para servirlo en lo que crea necesario. Sabe bien Lito que lo mio no es el rock nacional, nunca lo fue. Así que ser parte de un homenaje no era algo muy sincero. Fue el pobre Lito el que asumió la parte más aguda de la critica para con mi participación . El se hizo cargo de todo lo que debería haber dicho yo. Eso es ser un buen tipo, viejo.
Nos servimos unos wiskies livianos y me dio el listado de lo que el creía conveniente que yo cantara. El tema de Moris no me calzaba de ninguna forma, no a mi voz. Terminamos el güisqui y le dije que iba a hacer El Salmón. Lito me dijo que suponía que era el último que iba a elegir. Nos reimos un rato y ahí nomás le pregunte si había algún inconveniente en modificarle mínimamente la letra. Le dije que por la parte de Calamaro no se haga problemas que eso lo arreglaba yo personalmente con Andrés. Lo que sigue es historia conocida y no vale la pena que la vuelque en estos diarios.
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A.M.
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