Pros y contras de las pantallas planas

El desarrollo de la internet y la introducción de las computadoras en el mundo doméstico y laboral ha hecho que cada vez pasemos más tiempo delante de una pantalla. Los monitores son esas superficie a través de las cuales nos relacionamos visualmente con el sistema, bien como simples espectadores o bien en calidad de usuarios con capacidad de interacción.



Tradicionalmente las pantallas de las televisiones y de nuestros ordenadores han usado una tecnología basada en el tubo de rayos catódicos, sin embargo, en la actualidad son las pantallas planas o FPD las que copan el mercado.

FPD, siglas de "flat panel displays", es el término con el que se denomina técnicamente a las pantallas planas. No obstante, FPD o pantalla plana no son calificaciones que engloben aparatos tecnológicos absolutamente homogéneos. Por ejemplo, algunas FPD emiten luz y otras no.

De entre las primeras tendríamos que destacar a las de plasma o PDP como las más representativas y en el caso de las que no emiten luz, también llamadas de retroiluminación, las más importantes son las TFT LCD, una variante de las pantallas de cristal líquido.

En las últimas fechas, la fuerte apuesta de la multinacional Sony está haciendo que se hable mucho de las pantallas OLED, basadas en la tecnología de diodos orgánicos que en principio permite superficies más delgadas y de menor consumo energético aunque cuenta con un menor ciclo de vida.


INDUSTRIA



A raíz de la venta de monitores planos se ha generado una importante industria en la que están implicadas grandes empresas multinacionales como las surcoreanas Samsung o LG. Un negocio en proyección que aumenta con la emisión de grandes eventos internacionales como los Juegos Olímpicos que se celebrarán en agosto en Beijing, la capital de China.



A propósito de este campo económico la Cámara de Comercio de Electrónica del país chino daba a conocer a comienzos de año un informe en el que se cuantificaba en ocho millones el número de pantallas planas vendidas en 2007 y en el que se preveía que, para 2008, la venta total de aparatos ascendería a 12 millones.

Además los sondeos elaborados por el sector industrial chino aseveraban que el 53% de los encuestados tenían intención de comprar una televisión de pantalla plana, lógicamente esta decisión venía motivada principalmente por el hecho de ver mejor los Juegos.


INCONVENIENTES



De manera paralela a los evidentes avances que han supuesto la aparición de estas nuevas superficies visuales, que son más ligeras y ocupan un espacio menor, han surgido algunas contrapartidas.



Si pensamos en las pantallas TFT LCD, a pesar de las investigaciones tecnológicas que han atenuado sus defectos, todavía siguen imponiendo al espectador una cierta direccionalidad en el ángulo de visionado del que, si se desvía, sólo podrá ver una pantalla con imágenes distorsionadas.

En las pantallas de plasma o PDP no sucede esto y cuentan con una flexibilidad en el ángulo de visión similar al de las de tubos de rayos catódicos. Pero tampoco en el caso de las PDP todo son ventajas. Recientemente han salido estudios que afirman que el uso de este tipo de aparatos favorece el calentamiento global y contamina la atmósfera.

Según Michael Prather, profesor de la Universidad de California, el NF3, gas usado para el plasma, es 17 mil veces más poderoso que el dióxido de carbono, uno de los principales agentes de contaminación. El académico insiste, además, en que este tipo de gas se está produciendo en grandes cantidades y no entra dentro de las mediciones del Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional suscrito en 1997 por la mayoría de los países del mundo, que busca reducir la emisión de gases para evitar aminorar los efectos del cambio climático.

De confirmarse estos estudios, la industria tendrá que investigar cómo hacer de estas pantallas objetos ecológicamente sostenibles. Algo muy necesario en estos tiempos de preocupación por el medio ambiente y de concienciación sobre las transformaciones que se están produciendo en el clima.