Con goles de Vieytes, Campodónico y Vella, hubo hazaña: All Boys jugó con los nervios de Central y lo aplastó en Arroyito, subió a Primera y mandó al Canalla a la B Nacional. El Albo no jugaba en la A desde 1980, mientras que los rosarinos vuelven al Ascenso después de 25 años.



Gigante como el estadio fue la actuación de All Boys. Un equipo que sabía qué se jugaba y cómo jugarlo fue demasiado para Rosario Central, que estuvo perdido en el su propio laberinto y la única salida fue hacia la B Nacional. Impensado para los hinchas del Canalla que llegaron al estadio y soñado por los del Albo que viajaron hasta Rosario. Si hasta se agarraban la cabeza, incrédulos, cuando Campodónico metió el segundo.

El gol de entrada de Vieytes tuvo un impacto en el desarrollo de la serie mayor que el de Burdisso sobre el final de la ida. Fue lo que impulsó a los jugadores vestidos de blanco y negro a creer en que podían lograr el ascenso. Central pareció entender que estaba perdiendo la categoría y fue en busca del arco de Cambiasso, que estuvo brillante cada vez que tuvo que intervenir.

La estocada final fue el gol de Campodónico, a tres minutos del final del primer tiempo. Aunque faltaran cuarenta y cinco minutos, lo demostrado por ambos equipos hacía pensar que ya nada cambiaría. Madelón pensó que sí y metió tres variantes, pero no logró la reacción que buscaba en sus jugadores. El tercero, de Vella, fue como para decorar la fiesta de los de Floresta. Después de lamentarse por bajar de categoría (después de 25 años), los hinchas de la Academia rosarina despidieron con aplausos a los ganadores.

La imagen final, con los jugadores de All Boys colgados del travesaño y del alambrado devolviéndole el aliento a sus propios hinchas, es el mejor resumen de un equipo que dio todo por su gente y cortó con cuatro promociones ganadas por equipos de Primera. Ni hablar de que los treinta años sin militar en la máxima categoría quedaron en el olvido. Ahora, All Boys ya puede empezar a pensar grande, o mejor dicho, seguir haciéndolo.