Las ironías de la vida

Las ironías de la vida


VIERNES 07 de Mayo de 2010
Cuento breve
Autor: Milton Batista Franco


Un mendigo llevaba
muchas horas ya sin comer
y se encontraba prácticamente al borde del desespero
cuando ideó el plan de robarse el pan
que tanto el tendero le había negado.
No necesito más que un descuido
para atrapar la pieza
y correr como el viento
todas las cuadras posibles abajo,
un puente,
e instalarse debajo de este
para por fin saborear
el objeto de su victoria.
¡Manos arriba!, dijo uno de los tantos policías
que salidos de la nada, le rodearon.
¡Yo lo devuelvo!, dijo el mendigo.
Un policía pasó su mirada
sobre el mendigo.
¿Donde están los otros?
¡Yo estoy solo, señor agente!
¿Dónde está el del reloj?
No se, yo solo robe un pan.
¡Afuera, al camión!
Y eso fue lo que ocurrió, señor. Repitió el mendigo
cuantas veces ya no recordaba
al inspector de policía
en su argumentación
previo a su salida después
de tres días de cárcel.
Es irónico, sabe, señor inspector. Reflexiona
el mendigo.
Que cosa.
Robo una pieza de pan,
y me encarcelan por tres días,
y, ¡pan al desayuno, al almuerzo y a la comida!
Todos no hicieron más que sonreír de gusto
ante la contundencia de argumentación
de aquel filosofo de la calle,
al cual despidieron con palmaditas al hombro
y un enorme respeto ganado
a pulso de visión objetiva.