Apodos de equipos argentinos 1A

En cualquier lugar del mundo los clubes de fútbol son identificados por un apodo. Muchas veces tiene que ver con los colores de la institución (por caso, al Manchester United de Inglaterra, de tradicional camiseta roja, se lo conoce como “Red”), pero en ocasiones los motes que identifican a las instituciones tienen interesantes historias detrás. En cuatro entregas identificaremos los apodos de los clubes de primera división del fútbol argentino y los orígenes que cada uno esconde.

Boca Juniors = Xeneize

El club fue fundado por jóvenes provenientes de Genova, Italia, y “Xeneize” quiere decir genovés en el dialecto de esa región. Además, el barrio de la boca (donde se encuentra el club), se localiza junto al puerto, por lo que en la época de fundación de Boca Juniors estaba lleno de inmigrantes genoveses que llegaban en busca de trabajo y se hicieron grandes seguidores del club. Los medios de prensa comenzaron a identificar a Boca con ésta colectividad y el apodo de “Xeneize” quedó instaurado para siempre en el corazón de la institución.

San Lorenzo = Cuervo
San Lorenzo fue fundado en 1908 por un grupo de jóvenes que, para honrar al cura Lorenzo Massa (quien los ayudó mucho en la conformación del club), le colocaron su nombre al nuevo club. El cura Massa sólo aceptó usarlo con la expresa salvedad de que con él se honrara al santo mártir de la fe y al primer triunfo de las armas patrióticas conducidas por el General San Martín en el combate de San Lorenzo (ocurrió en 1813 entre ejércitos argentinos y españoles, en la localidad de San Lorenzo, a orillas del río Paraná).
Entonces, como las sotanas de los curas eran por ese entonces de color negro, se los solía identificar de manera despectiva como “cuervos”, y la institución tomó la misma denominación de parte de los equipos rivales, quienes utilizaban el mote para humillarlos.

Colón de Santa Fe = Sabalero
La primera cancha de Colón estaba lejos de ser como el majestuoso estadio que posee hoy en día. Era de tierra, sin tribunas ni alambrados, y la usaban los adolescentes del barrio que no tenían donde jugar. Es que el club prácticamente no tenía una figura institucional, ya que sólo eran un grupo de chicos. De todas maneras, al encontrarse la cancha frente al río denominado Salado, donde los pescadores de la zona extraían sábalos (un tipo de pez de río), quienes practicaban fútbol en ese espacio fueron denominados despectivamente por la sociedad de clase alta como “sabaleros”. Esta era una forma de discriminar a los sectores más pobres de la ciudad, ya que la pesca era una actividad destinada para los más humildes.

San Martín de San Juan = Santo
Al club de la provincia de San Juan siempre se lo identificó como “santo”, aunque el apodo no tiene ninguna connotación religiosa. Quienes fundaron el club el 27 de septiembre de 1907, lo bautizaron de esta manera en honor al general José de San Martín, un militar argentino cuyas campañas fueron decisivas para la independencia de Argentina, Chile y el Perú, y quien es considerado uno de los libertadores más importantes de Sudamérica.
De todas maneras, con el paso de los años este sentido se fue perdiendo y es al día de hoy que todos los clubes denominados “San Martín” en Argentina son apodados como “santo”, aunque eso nada tiene que ver con la figura del militar.

Gimnasia y Esgrima de La Plata = Lobo
Si bien el club se fundó en 1887, el apodo de “lobo” no nació sino hasta más de 60 años después, por obra del dibujante Julio César Trouet, quien trabajaba para el diario "El Día" de la ciudad de La Plata. Resulta que hasta 1953 el dibujo de un carnicero identificaba al club, pero a Trouet le parecía que le faltaba algo y se dedicó a crear uno nuevo. La idea del lobo surgió ya que la cancha de Gimnasia estaba ubicada en el bosque de la ciudad, y el equipo era reconocido por su astucia y rapidez, al igual que el animal conocido por ese nombre.
Si bien la figura del lobo no fue tomada de inmediato por los seguidores del club, a partir de la gran campaña del año 1962 (Gimnasia terminó tercero en el torneo, por primera vez desde que el fútbol es profesional en Argentina), el apodo y el club se hicieron prácticamente sinónimos para los simpatizantes del fútbol.

Lo más llamativo a la hora de analizar los orígenes de los apodos de los clubes argentinos es que la mayoría de ellos surgieron, no de los simpatizantes del propio club, sino casi siempre de los rivales. Los motes fueron en un principio una manera de denigrar al adversario, pero este, lejos de someterse a la humillación, lo terminó siempre adoptando como su insignia y orgullo.


River Plate = Millonario

El apodo surge en los comienzos del profesionalismo argentino, en la década de 1930. Durante esos años River revolucionó el mercado de pases al pagar gran cantidad de dinero por jugadores para su equipo, cuando aún no estaba del todo instaurada esa modalidad en los clubes.
En 1931 compró al club Sportivo Buenos Aires el pase del delantero Carlos Peucelle por 10 mil pesos (equivalentes en esos tiempos a 2.600 dólares). Un año después, River volvió a dar la nota y contrató a Bernabé Ferreira, por el que pagó a Tigre 35 mil pesos. Para dar una idea de las grandes cantidades que significaban esas sumas, la revista “Caras y Caretas” hizo un cálculo de lo que se podía adquirir en aquel 1932 con lo pagado por Ferreyra: 11 autos Opel de cuatro cilindros; 514 trajes de casimir inglés; 516 mil kilos de trigo; 5.600 pares de zapatos de la casa Harrods y 70 mil entradas para ver un partido de fútbol.
Las contrataciones millonarias siguieron, alcanzando ese año el total de 105 mil pesos. En 1935 River dio nuevamente que hablar y pagó 37.500 pesos por el mediocampista de Gimnasia y Esgrima La Plata, José María Minella. Así, el mote de “millonarios” quedó asentado para siempre en el club.

Newell’s Old Boys = Lepra – Rosario Central = Canalla

No hay fechas, ni actas, ni siquiera un recorte de diario, pero la historia de los apodos de los clubes rosarinos es una leyenda de la ciudad y nadie duda de su veracidad.
Cuentan que en una ocasión, una comisión de Damas de Beneficencia del Hospital Carrasco gestionó, mediante sendas notas dirigidas a las autoridades de los principales clubes de Rosario, la realización de un partido de fútbol a beneficio del dispensario que combatía el Mal de Hensen, comúnmente conocido como lepra.
La invitación fue aceptada por Newell's pero fue rechazada por sus pares de Central. Desde aquel entonces, el club rojinegro (los colores de su camiseta son el rojo y el negro) fue reconocido por sus rivales como la "lepra", a su vez que los de Newell’s identificaban a los auriazules (los colores de Central son el azul y el amarillo) como los "canallas".

Lanús = Granate
En este caso el apodo del club del sur de la ciudad de Buenos Aires deriva netamente del color de su camiseta, que a lo largo de la historia ha variado entre el violeta, el púrpura y el rojo oscuro.
La elección de los colores del club fue obra del arquitecto Carlos Pointis, quien decidió que se utilice una camiseta color granate con cuello y puños blancos, pantalón blanco, y medias negras con vivos granates y blancos.
El color granate también es conocido como bourdeaux y es, entre otras cosas, el color nacional de Letonia.

Tigre = Matador

El 3 de agosto de 1902, un grupo de 12 jóvenes decidió fundar el Club Atlético Tigre, para el desarrollo de actividades deportivas. En el primer partido de fútbol que disputó el equipo, utilizó una camiseta azul con vivos rojos, con pantalones y medias negras.
Entre 1911 y 1919, Tigre comenzó a alternar su camiseta titular con una a rayas verticales azules y rojas, variando el color y la forma del cuello.
Cuando en 1919 el club se afilió a la Asociación Amateur de Foot-ball debió cambiar el modelo de la casaca porque la entidad determinó que San Lorenzo de Almagro, fundado 5 años más tarde, conserve el tradicional diseño a rayas azules y rojas.
A partir de la decisión de la Asociación, se volvió a utilizar el diseño azul con vivos rojos hasta la década del 70, cuando otra y vez para siempre el club retornó al modelo a rayas. Como era idéntico al que usaba San Lorenzo, que por ese entonces era conocido como los “matadores” (habían salido campeones invictos del Metropolitano 1968, con el ataque más goleador y la defensa menos vencida), Tigre también fue identificado con ese apodo. El club “cuervo” perdió el mote años más tarde, con la decadencia de su juego, pero el “matador de Victoria” todavía es símbolo del Club Atlético Tigre.

Se hace necesario destacar que la segunda fuente más importantes de los motes de los clubes fue el periodismo. Muchas de las denominaciones que recibieron los equipos se originaron en notas de los diarios más importantes, por sucesos que tenían a las entidades como protagonistas.


Racing Club = Academia
Racing se fundó el 25 de marzo de 1903 y debió esperar diez años para ganar su primer título… y el segundo, el tercero, el cuarto, y así hasta siete de forma consecutiva. Un caso irrepetible en el fútbol de Argentina.
En 1912 la entidad que agrupaba al fútbol argentino se dividió, y por un lado quedó la Federación Argentina de Fútbol y por el otro la Asociación Argentina de Fútbol. En esta última se quedó Racing y comenzó en 1913 su brillante ciclo de triunfos.
Ese año se consagró como el primer campeón criollo (formado con jugadores de apellidos no ingleses), tras vencer en la final 2 a 0 al club San Isidro.
En el título de 1914 la “academia” terminó invicta, con 11 victorias y un empate. Un año después obtendría el más recordado de todos los campeonatos en serie, el que le daría definitivamente su apodo. Racing ganó el campeonato de 1915 con 22 triunfos y dos empates. Además, marcó 93 goles y sólo le hicieron cinco. De todas maneras igualó la primera posición con San Isidro, y debió disputar un partido desempate, donde ganó 1-0. A partir de allí se lo empezó a reconocer como una “academia de fútbol”, por la manera brillante en que jugaba el equipo.
Luego llegarían cuatro trofeos más para adornar sus vitrinas y sellar la época de mayor gloria del club. Fue la hazaña más grande de un equipo de la Argentina. Fue la Academia.

Arsenal = Arse
El apodo de Arsenal de Sarandí está entre los menos representativos de los equipos de primera división, ya que sólo se trata de un diminutivo del nombre del club. Esta situación tiene que ver con el corto tiempo de vida de la institución, fundada en 1957.
En ese entonces, se reunieron un grupo de amigos en un bar de Sarandí (localidad de la provincia de Buenos Aires, cercana a Avellaneda) y fundaron el Arsenal Fútbol Club. Como la mayoría de esos muchachos eran hinchas de Independiente y de Racing, eligieron los colores rojo y celeste (de esos respectivos clubes) para combinarlos en la camiseta y bandera del nuevo club. El nombre de la entidad fue inspirado por el Arsenal de Inglaterra, que en la década del 50 acumuló tres títulos y era famoso por ser uno de los clubes que mejor fútbol desplegaba en Europa.

Banfield = Taladro

A fines de 1938 un grupo de socios del club le propuso al joven empresario Florencio Sola hacerse cargo de la presidencia de la institución. El momento era el peor: la entidad ya no tenía equipo de fútbol, no contaba con socios y estaba al borde de la desaparición, pero Sola aceptó el desafío.
Para afrontar el campeonato de segunda división de 1939 obtuvo el préstamo de muchos jugadores que eran suplentes en primera y armó un equipo de gran calidad que se consagró campeón, obteniendo el derecho a jugar en la máxima categoría del fútbol argentino.
Para 1940 Banfield renovó completamente sus jugadores y realizó una sorprendente campaña, dada su condición de club recién ascendido a primera. Obtuvo 11 triunfos, 7 empates y 16 derrotas (aunque cinco de ellas fueron sin jugar, ya que al club no se le permitió participar en primera hasta que no consiguió un estadio donde actuar de local), y finalizó en la décima posición, con excelentes resultados como las victorias 7 a 3 a Atlanta, 6 a 1 a Tigre, 5 a 0 a Newell’s, 5 a 0 a Lanús (su clásico rival), además de triunfos ante Independiente y River.
Precisamente por estas goleadas el diario "El Pampero" bautizó al equipo con el apodo de "el taladro", por la manera en que “agujereaba” los arcos de sus rivales.

Vélez Sarsfield = Fortín

Vélez recibió su apodo por su estadio de fútbol, y este a la vez, por una doble razón. La cancha de Vélez estaba ubicada en el barrio de Villa Luro, en la ciudad de Buenos Aires. Se inauguró el 16 de marzo de 1924 y era famosa por haberse jugado allí en 1928 el primer partido nocturno en la historia del fútbol argentino.
El 13 de julio de 1932 el periodista Hugo Marini, en el diario Crítica, escribió una nota sobre el partido que debían disputar al día siguiente Vélez y San Lorenzo con el título: "¿San Lorenzo hará rendir mañana el "Fortín de Villa Luro?".
Para colocar esta denominación, el cronista se inspiró, por una parte, en las cuatro torres de iluminación que tenía el estadio, que le daban el aspecto de ser las atalayas de un fortín. Por otro lado, el equipo estaba invicto en ese campeonato jugando como local, con cinco victorias y un empate, entonces escribió que la cancha de Vélez era impenetrable, al igual que un fortín.
Como anécdota cabe decir que ese partido lo terminó ganando San Lorenzo 4 a 1, pero eso no impidió que el apodo de “fortín” quedara guardado para siempre en el corazón de los hinchas.

Huracán = Globo
El escudo del Club Atlético Huracán (un globo aerostático con una H) se instituyó en homenaje al ingeniero argentino Jorge Newbery, que en 1909 piloteó un globo aerostático llamado “Huracán”, traído desde Francia, desde el barrio de Belgrano (en la ciudad de Buenos Aires), pasando por Uruguay, hasta la ciudad brasileña de Bagé.
En un acta redactada en 1910 los dirigentes del club dejaron constancia de que se usaría una camiseta blanca con la insignia del globo Huracán. Luego, en mayo de 1911 la Comisión Directiva de la entidad designó socio honorario a Newbery y meses más tarde lo convirtió en el primer presidente honorario.
Cuando en 1914 Huracán ascendió a la primera división del fútbol argentino, los dirigentes le enviaron un telegrama al ingeniero Newbery en el que decía: “Hemos cumplido, el Club Atlético Huracán, sin interrupción conquisto tres categorías, ascendiendo a primera división, como el globo que cruzó tres Repúblicas”.
De ahí que a Huracán se lo conozca popularmente como “el globo”, y que otro de los apodos conocidos de San Lorenzo, su tradicional rival, sea “el ciclón”. Esta denominación fue creada por los hinchas ya que según la ciencia los ciclones abarcan mayor área que los huracanes.

Independiente = Diablos Rojos
El apodo de Los Diablos Rojos fue adjudicado por el periodismo al equipo de Independiente por el juego endiablado de su ataque en 1926 (Canaveri, Lalín, Ravaschino, Seoane y Orsi) y ratificado en 1938 con una excepcional línea atacante que conformaron Maril, De la Mata, Erico, Sastre y Zorrilla. En la década de los setenta comenzó a llamársele "El Rey de Copas", por la cantidad de títulos internacionales conseguidos, un récord mundial en la actualidad.

Argentinos Juniors = Bichos Colorados
Los motes de "Bichitos Colorados" y "El tifón de Boyacá", con los que se conoce a Argentinos Juniors, se popularizaron por titulares de dos partidos en la década del 50. Clarín tituló "Picaron los bichitos colorados" y el desaparecido periódico El Lider, tras una goleada a Defensores de Belgrano destacó: "Arrasó a Tifón de Boyacá" en alusión a la ubicación del estadio en Boyacá y Médanos (ahora Juan Agustín García) en el barrio de La Paternal

Estudiantes de la plata = Pincha Rata
se fundó en agosto de 1905, por un grupo de estudiantes de medicina de la UNLP que se les decía que hacían experimentos con las ratas.

FUENTES: http://argentina-football.com.ar/los-apodos-de-los-clubes-de-argentina-parte-i
http://argentina-football.com.ar/es/los-apodos-de-los-clubes-de-argentina-parte-ii
http://argentina-football.com.ar/es/los-apodos-de-los-clubes-de-argentina-parte-iii