Boca 1 - Racing 2
Russo, ex DT xeneize, volvió a la Bombonera y Racing festejó un triunfo de oro en su lucha por mantener la categoría. Gaitán abrió el partido pero enseguida lo empató Lluy y luego Hauche marcó el 2-1. La defensa de Boca otra vez estuvo muy floja y el equipo se fue silbado. La Acadé festejó allí tras casi ocho años.
Racing no es ajeno al presente de Boca. Sino que también colabora, claro, negativamente. Con aciertos en las pocas jugadas que se aproximó, La Academia se lleva tres puntos nuevamente de la mano de Russo, que debutó con tres clásicos, 1-0 a San Lorenzo, 0-1 ante Independiente y este 2-1 a los Xeneizes. Seis de nueve en puntos para Miguelito. Nada mal. Palermo, Riquelme, Alves y compañía volvieron a perder el rumbo luego del infartante 4-4 con Vélez, que alimentó las esperanzas de que el equipo resurja de una buena vez. Pero no fue así.
Boca tiró varios cambios a la cancha con la esperanza que la cosa cambie. En el principio, daba resultado porque Gaitán sacó lo mejor de sí para poner el 1-0. Paro defectuosamente el centro de Rosada desde la izquierda, pero sin dar muchas vueltas, se dio vuelta y sacó un fuerte tijeretazo. Poco le duró la alegría en la mayor parte de la Bombonera. Porque a pesar de los cambios, la historia se volvió a repetir. Ni Palermo pudo convertirse en el máximo goleador boquense cuando no llegó a empujar la pelota sobre la línea y cayó aparatosamente dentro del arco.
Los centrales Barroso y Luiz Alberto nunca pudieron controlar la arremetida de Lluy, que definió bien con un zurdazo cruzado. Boca armó un mediocampo híper ofensivo para volver a tener la ventaja. Con Rosada únicamente en la marca, Méndez, Insua y Riquelme, más Gaitán y Palermo arriba. Resultado: 0 goles. Y sobre el final de la primera mitad Luguercio sacó su chapa de velocista para desbordar con mucha facilidad a Méndez y Villafañe y tirar el centro atrás. Hauche esperaba con cuchillo, tenedor, cuchara y servilleta y la mandó a guardar con el brasileño mirando y mirando muy bien todo, pero sin marcar...
Boca, lastimado, herido y perdiendo de local salió a quemar las naves en el segundo tiempo y si bien inclinó la cancha, no dejó de sufrir. Porque no la metió y porque el Demonio siempre andaba cerca, ahí husmeando la zona. Y, motivado por el 2-1, fue imparable para Monzón, Hauche jugadita a Monzón y tirando al medio con la espectacular tirada de Javi García. Pochi Chávez, ingresado por Méndez, tuvo una de las varias ocasiones que no terminaron en gol.
Después, lo más riesgoso para Racing fueron los remates de larga distancia de Insua, afuera al costado por poco, y Monzón, sacado por De Olivera. Más allá de llenar el área de centro y pelotazos no hubo caso. Y eso que no estaba Ayala en la defensa.
Festejado hasta el anochecer este triunfo de Racing. Porque en un duelo donde ambos priman por la escasez de ideas y el nerviosismo por un resultado, el equipo de Russo -un ex DT de Boca- se va con tres puntos, ahora suma 10 en total, y la satisfacción por el clásico ganado. En el Xeneise, mientras, continúan las dudas y las imprecisiones para defender, una vez que lo tiene, el resultado a su favor.
Racing no es ajeno al presente de Boca. Sino que también colabora, claro, negativamente. Con aciertos en las pocas jugadas que se aproximó, La Academia se lleva tres puntos nuevamente de la mano de Russo, que debutó con tres clásicos, 1-0 a San Lorenzo, 0-1 ante Independiente y este 2-1 a los Xeneizes. Seis de nueve en puntos para Miguelito. Nada mal. Palermo, Riquelme, Alves y compañía volvieron a perder el rumbo luego del infartante 4-4 con Vélez, que alimentó las esperanzas de que el equipo resurja de una buena vez. Pero no fue así.
Boca tiró varios cambios a la cancha con la esperanza que la cosa cambie. En el principio, daba resultado porque Gaitán sacó lo mejor de sí para poner el 1-0. Paro defectuosamente el centro de Rosada desde la izquierda, pero sin dar muchas vueltas, se dio vuelta y sacó un fuerte tijeretazo. Poco le duró la alegría en la mayor parte de la Bombonera. Porque a pesar de los cambios, la historia se volvió a repetir. Ni Palermo pudo convertirse en el máximo goleador boquense cuando no llegó a empujar la pelota sobre la línea y cayó aparatosamente dentro del arco.
Los centrales Barroso y Luiz Alberto nunca pudieron controlar la arremetida de Lluy, que definió bien con un zurdazo cruzado. Boca armó un mediocampo híper ofensivo para volver a tener la ventaja. Con Rosada únicamente en la marca, Méndez, Insua y Riquelme, más Gaitán y Palermo arriba. Resultado: 0 goles. Y sobre el final de la primera mitad Luguercio sacó su chapa de velocista para desbordar con mucha facilidad a Méndez y Villafañe y tirar el centro atrás. Hauche esperaba con cuchillo, tenedor, cuchara y servilleta y la mandó a guardar con el brasileño mirando y mirando muy bien todo, pero sin marcar...
Boca, lastimado, herido y perdiendo de local salió a quemar las naves en el segundo tiempo y si bien inclinó la cancha, no dejó de sufrir. Porque no la metió y porque el Demonio siempre andaba cerca, ahí husmeando la zona. Y, motivado por el 2-1, fue imparable para Monzón, Hauche jugadita a Monzón y tirando al medio con la espectacular tirada de Javi García. Pochi Chávez, ingresado por Méndez, tuvo una de las varias ocasiones que no terminaron en gol.
Después, lo más riesgoso para Racing fueron los remates de larga distancia de Insua, afuera al costado por poco, y Monzón, sacado por De Olivera. Más allá de llenar el área de centro y pelotazos no hubo caso. Y eso que no estaba Ayala en la defensa.
Festejado hasta el anochecer este triunfo de Racing. Porque en un duelo donde ambos priman por la escasez de ideas y el nerviosismo por un resultado, el equipo de Russo -un ex DT de Boca- se va con tres puntos, ahora suma 10 en total, y la satisfacción por el clásico ganado. En el Xeneise, mientras, continúan las dudas y las imprecisiones para defender, una vez que lo tiene, el resultado a su favor.
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