Niño de 10 años condenado por homicidio


El día 5 de noviembre de 2008, Vincent Romero, 29, y Timothy Romans, 39, fueron asesinados. El hijo de Vincent, que entonces tenía ocho años, admitió bajo interrogación policial haber disparado a los dos hombres. En un principio dijo que él no había realizado los primeros disparos, pero sí los últimos, para que no sufrieran. La noticia conmocionó a la pequeña comunidad de St. Johns, 170 millas (274km) al noroeste de Phoenix, Arizona.

Según la orden del juez Monica Stauffer dictada el día 14 de enero, el niño será enviado a un programa privado de rehabilitación en el condado de Maricopa, como había pedido tanto el fiscal como la defensa. La otra opción era enviarlo a un centro penitenciario del condado.

El niño, que ahora tiene 10 años, se declaró culpable por homicidio negligente de Romans, quien alquilaba un cuarto en su casa. Los cargos por el homicidio de su padre fueron abandonados como parte de un acuerdo entre el fiscal y el defensor.

La orden no deja claro cuanto tiempo tendrá que estar el niño en el programa, pero sí que estará intensamente vigilado hasta que cumpla los 18 años.
Crianza peligrosa

El niño había aprendido a usar armas con su padre, cazador aficionado, disparando a perritos de las praderas. El cerebro de un niño de ocho años no está suficientemente desarrollado para entender a la muerte. El niño admitió que su padre lo azotaba, y que mantenía la cuenta de los azotes, pero que ese no fue el motivo de sus actos.

Su abogado, Ron Wood, comunicó al juez que el niño estaba arrepentido por los asesinatos y que pedía disculpas a la familia de Romans y a la suya. Continuó diciendo que el niño había elegido ese día entre suicidarse y matar a los dos hombres.

En los EEUU, han sido arrestados 62 niños de 7 y 8 años entre 1976 y 2005 por homicidio, según información del FBI. En solo dos casos fue por fratricidio, que de ocurrir es más común entre adolescentes. Los niños de 7 años no suelen recibir cargos en la mayoría de los estados americanos. En Arizona, la ley permite cargos criminales a cualquier persona de 8 o más años.