Te Quiero Amigo

QUERIDO AMIGO: Más que un amigo, eres para mí un hermano, y nunca voy a tener palabras suficientes que puedan explicar lo agradecido que estoy de haber sido bendecido con tu amistad.

Los tiempos difíciles supieron apretarme la garganta, sepultarme bajo los escombros; cada uno de los demonios que me perseguía sabía exactamente dónde hallarme. En un momento dado me encontré atrapado y sin salida, o tal vez una sola salida, la mas fácil, la de los cobardes: pensé que tendría que morir para escapar a mis problemas. En ese mismo instante apareciste tú, tú y aquella inmensa balsa llamada amistad, y me recogiste del mar frío, yo más muerto que vivo, y supiste darme agua y pan y calmar mis temblores y hacer que los demonios se vayan.



Me aferré a ti como un desesperado, sin delicadezas; estaba como un loco y solo quería salvarme. Sólo tiempo más tarde pude agradecerte y retribuirte por la increíble muestra de nobleza y de amistad que tuviste conmigo. La verdad es que no sé qué hubiera hecho sin ti, sin tus consejos y sin tu apoyo. La vida me parecía muy difícil para soportarla sólo pero con tu ayuda y tu amor he logrado salir adelante y volver a reír y a disfrutar de las cosas. Tu amistad, amigo mío, fue una gran lección que aprendí de golpe, pero fue el conocimiento más profundo y más maravilloso que jamás ha entrado en mi vida. Ayudar al que esta caído es un sentimiento noble y puro en este mundo de indiferencia y horror, y eso fue exactamente lo que tu hiciste conmigo, me levantaste, y no sólo me levantaste, sino que además me enseñaste a volver a caminar.



Aún diciendo todo esto, ni siquiera logré expresar la mitad de lo que siento por tí, mi amigo, pero ensayo estas palabras a falta de otra forma de demostrarlo. Nunca le había escrito una carta a un amigo pero para decir la verdad nunca había conocido a un amigo como tú. Espero que la carta logre su cometido.

Eternamente agradecido.