Monologos
Monólogo
Un monólogo es un discurso extenso e ininterrumpido pronunciado por una sola persona, que puede estar expresando en voz alta sus pensamientos o dirigiéndose a otras personas, como por ejemplo, a una audiencia, a un personaje o a un lector. El monólogo es un recurso utilizado en todos los géneros literarios: pueden encontrarse monólogos tanto en la poesía como en el teatro o en la novela.
El monólogo dramático
En dramaturgia, el monólogo, soliloquio, o escena unipersonal es el género dramático en el cual una persona reflexiona en voz alta haciendo ver sus pensamientos, ideas y emociones al público. Constituye la parte de una pieza dramática que sirve para caracterizar a los personajes y por tanto posee un gran valor psicológico en tanto que es una herramienta o forma de introspección. En ese sentido, son famosos los monólogos de las obras de Shakespeare, como el de Hamlet, que empieza con la famosa frase de "Ser o no ser". El monólogo puede encubrir un diálogo que efectúa un personaje consigo mismo o con un ser inanimado o desprovisto de razón: una mascota, un cuadro, etc. De esa forma el personaje proyecta sus emociones fuera de sí. El monólogo, en el teatro del Siglo de Oro español, solía encomendarse a los sonetos o a las décimas y así, en comedias donde existe un gran juego de caracteres, aparecen muchos sonetos (el ejemplo característico sería El perro del hortelano de Lope de Vega).
El monólogo interior
El monólogo interior (también conocido como 'flujo de conciencia') es una técnica literaria que intenta plasmar en el papel el flujo de presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas. Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado de descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas, ya que en algunos casos, los escritores tienen un remolino de ideas que dura tan solo unos instantes. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores y cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas. Asimismo, es frecuente el uso del estilo libre indirecto (Es decir, la inclusión de pensamientos del personaje en el relato del narrador).
En los monólogos interiores, los escritores tratan de expresar sentimientos ocultos o deseos reprimidos que no pueden expresar con palabras o acciones. Son "mundos diferentes en el interior de las personas", que en la mayoría de las veces, ocultan fantasías y pensamientos que nunca podrán ser realizados. En sus escritos (los escritores) reflejan su mundo ideal y sus deseos (hechos realidad o frustrados). Esto permitió a varios escritores, durante el modernismo, explorar los diferentes mundos que constituyen la esfera privada (el interior de uno mismo, sus deseos o ideales) con la esfera pública (lo que se muestra al exterior), tema que, sobre todo al modernismo británico interesaba como reacción ante la era victoriana.
No debe confundirse con el monodiálogo pues éste está completamente ordenado.
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Un monólogo es un discurso extenso e ininterrumpido pronunciado por una sola persona, que puede estar expresando en voz alta sus pensamientos o dirigiéndose a otras personas, como por ejemplo, a una audiencia, a un personaje o a un lector. El monólogo es un recurso utilizado en todos los géneros literarios: pueden encontrarse monólogos tanto en la poesía como en el teatro o en la novela.
El monólogo dramático
En dramaturgia, el monólogo, soliloquio, o escena unipersonal es el género dramático en el cual una persona reflexiona en voz alta haciendo ver sus pensamientos, ideas y emociones al público. Constituye la parte de una pieza dramática que sirve para caracterizar a los personajes y por tanto posee un gran valor psicológico en tanto que es una herramienta o forma de introspección. En ese sentido, son famosos los monólogos de las obras de Shakespeare, como el de Hamlet, que empieza con la famosa frase de "Ser o no ser". El monólogo puede encubrir un diálogo que efectúa un personaje consigo mismo o con un ser inanimado o desprovisto de razón: una mascota, un cuadro, etc. De esa forma el personaje proyecta sus emociones fuera de sí. El monólogo, en el teatro del Siglo de Oro español, solía encomendarse a los sonetos o a las décimas y así, en comedias donde existe un gran juego de caracteres, aparecen muchos sonetos (el ejemplo característico sería El perro del hortelano de Lope de Vega).
El monólogo interior
El monólogo interior (también conocido como 'flujo de conciencia') es una técnica literaria que intenta plasmar en el papel el flujo de presión del mundo real y el mundo interior, imaginado por alguno de los protagonistas. Con frecuencia, en este tipo de literatura, resulta complicado de descifrar lo que ocurre. Normalmente, los escritores utilizan largas oraciones que se mueven de un pensamiento hacia otro. En algunas ocasiones, evitan utilizar signos de puntuación para no romper el flujo de ideas, ya que en algunos casos, los escritores tienen un remolino de ideas que dura tan solo unos instantes. También es característica una sintaxis menos desarrollada, omisión de verbos u otros elementos conectores y cambios radicales del foco del pensamiento, interrupciones repentinas o repeticiones dubitativas. Asimismo, es frecuente el uso del estilo libre indirecto (Es decir, la inclusión de pensamientos del personaje en el relato del narrador).
En los monólogos interiores, los escritores tratan de expresar sentimientos ocultos o deseos reprimidos que no pueden expresar con palabras o acciones. Son "mundos diferentes en el interior de las personas", que en la mayoría de las veces, ocultan fantasías y pensamientos que nunca podrán ser realizados. En sus escritos (los escritores) reflejan su mundo ideal y sus deseos (hechos realidad o frustrados). Esto permitió a varios escritores, durante el modernismo, explorar los diferentes mundos que constituyen la esfera privada (el interior de uno mismo, sus deseos o ideales) con la esfera pública (lo que se muestra al exterior), tema que, sobre todo al modernismo británico interesaba como reacción ante la era victoriana.
No debe confundirse con el monodiálogo pues éste está completamente ordenado.
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