Casita Web! Contador de Cuentos.



| Megapost de Parabolas |



Bueno este post es de cuento, excelente para quitar el stress y relajarse un poco leer una buena historia todas son buenas y esta solucionado ya no hice imagenes mejor las escribo directamente al post por el problema de que las letras pequeñas y eso espero les guste ahora el post.



| Fortunas del campo |

Cierta vez un acaudalado padre de familia llevó a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que este viera cuán pobres eran ciertas personas y comprendiera el valor de las cosas y. lo afortunados que eran ellos. Estuvieron un día y una noche en la granja de una familia campesina muy humilde. Al concluir el viaje, ya de regreso en casa, le preguntó a su hijo:

— ¿Qué te pareció el viaje?
— ¡Muy bonito, papá!
— ¿Viste qué tan pobre y necesitada puede ser la gente?
—Sí
— ¿Y qué aprendiste?



—Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina de veinticinco metros, ellos un riachuelo sin fin. Nosotros tenemos lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta el muro de la casa, el de ellos hasta el horizonte. Especialmente, papá, vi que ellos tienen tiempo para conversar y convivir en familia. Tú y mi mamá deben trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.
El padre se quedó mudo y el niño agregó:
—Gracias, papá, por enseñarme lo ricos que podríamos llegar a ser.




| Auxilio En La Lluvia|

Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer afroamericana de edad avanzada estaba parada en el borde de una autopista de Alabama bajo una fuerte tormenta. Su automóvil se había descompuesto y necesitaba desesperadamente que alguien la llevara. Empapada, decidió hacerle señas al próximo carro que pasara. A pesar de ser una época de agudos conflictos raciales, un joven blanco se detuvo a ayudarla, la llevó a un lugar seguro y la puso en un taxi. La señora, que parecía bastante apurada, anotó la dirección del joven, le agradeció y se fue.
Siete días después, tocaron a la puerta de la casa del joven. Para su sorpresa, era un paquete a su nombre: un televisor de pantalla gigante con una nota que decía:



“Muchísimas gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no sólo mi ropa sino mi espíritu. Entonces apareció usted. Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.

“Sinceramente, la señora de Nat King Cole”




| Copos De Nieve|

Dos pájaros estaban posados sobre una rama durante una nevada, y se pusieron a conversar:
—Dime, ¿cuánto pesa un copo de nieve? —
le preguntó el pájaro carbonero a la paloma salvaje.
—Casi nada —fue la respuesta.
—En tal caso, antes de irme déjame contarte una maravillosa historia —replicó el carbonero.
Al empezar este invierno me posé sobre la rama de un abeto. No era un duro invierno, y como no tenía otra cosa que hacer, me puse a contar los copos de nieve que se iban asentando en las ramitas y en las hojas de mi tallo. Su número exacto fue 3.741.952. Cuando el último copo de nieve se depositó sobre la rama, sin que nada pasara, esta se partió —dijo el pájaro, y se alejó volando.



La paloma estuvo reflexionando un rato sobre esa historia y por fin se dijo:
—Quizá sólo haga falta la voz de una persona más para que la paz llegue al mundo.

Esta narración de Joseph Jarowski nos sirve para reflexionar sobre el hecho de que el dirigente se compone de una sama de valores y conductas que se acumulan e integran en un todo denominado liderazgo hacia el servicio.
El relato es también conveniente para señalar que todos podemos, de una manera u otra, construir poco a poco y simultáneamente un liderazgo hacia la paz. Todos los copos suman:
los proyectos sociales, los foros sobre la convivencia, el “ya no más”, las diversas acciones tendientes a promover la tolerancia y el desarme de los espíritus, los talleres de solidaridad, las acciones cívicas, las ONGs en lucha por los derechos humanos. Bajo esta nueva perspectiva, sincronizar los anhelos con los medios y las acciones para la paz es crear una sinergia de innegable impacto en la vida del país.




| Dar y Perder La Vida|

Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de Stanford, conocí a una niñita llamada Liz, que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre. Yo lo vi dudar por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir:
“Sí, lo haré si eso salva a Liz”
Mientras la transfusión se hacía, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana



 muy sonriente, mientras nosotros los asistíamos y veíamos regresar el color a las mejillas de la niña. De pronto el pequeño se puso pálido y su sonrisa desapareció Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora
empezaré a morir?” No había comprendido al doctor: pensaba que tendría que darle toda su sangre a su hermana.
Y aun así había aceptado. Da todo por quienes amas. Ama como nunca lo has hecho. No desprecies la amistad de tus amigos. Vive cada día con fe, amor y paz.




| El Arbol de Los Problemas|

El carpintero que había contratado para que me ayudara a reparar una vieja granja acababa de finalizar su primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se había dañado, haciéndole perder una hora de trabajo, y su viejo camión se
negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio. Cuando llegamos, me invitó a conocer
a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso entusiasta a su esposa.



De regreso me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.

“Este es mi árbol de problemas —contestó—  Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa, y en la mañana los recojo otra vez. Lo divertido —dijo sonriendo— es que cuando salgo a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior”




| El E-mail|

Un hombre pierde su trabajo. Luego de buscar varios meses, se entera de que en Microsoft necesitan barrenderos. El gerente de relaciones industriales le pregunta sus datos, lo observa barrer, lo felicita y le dice: “El puesto es suyo. Deme su e-mail, para informarle el día y la hora en que deberá presentarse” El hombre, desconsolado, contesta que no tiene e-mail, y el gerente de relaciones industriales le dice que lo lamenta mucho pero que si no tiene e-mail, virtualmente no existe, y que, como no existe, no le puede dar el trabajo. El hombre sale desesperado, no sabe qué hacer y sólo tiene $250 en el bolsillo. Entonces decide ir al mercado de abastecimiento de frutas y verduras y compra un cajón de tomates de 10 kg. Se va de casa en casa vendiendo el kilo de tomates a $50. En menos de dos horas ha duplicado su dinero; repite la operación



 otras tres veces, cena en un pequeño restaurante
y vuelve a casa con $150. Se da cuenta de que de esa forma puede sobrevivir, y cada día sale más temprano y vuelve más tarde. Así duplica, triplica y hasta cuadriplica el dinero en un solo día. Con un poco de suerte logra comprar una camioneta, que un año después cambia por un camión; a los tres años, ya tiene una pequeña flota de transporte. Luego de cinco años, el buen hombre es dueño de una de las principales distribuidoras de alimentos del país. Entonces recibe a un agente de seguros y, al terminar la conversación, este le pide al empresario que le dé su dirección electrónica para enviarle la póliza. El hombre contesta que no tiene e-mail, y el agente le dice:
—Si usted no tiene e-mail y llegó a construir este imperio, no quiero imaginarme lo que sería si lo tuviera.
Y el buen hombre replica:
—Sería barrendero de Microsoft.

Moraleja 1. Internet no te soluciona la vida.
Moraleja 2. Si trabajas por tu cuenta y tienes suerte, puedes ser millonario.
Moraleja 3. Si quieres ser barrendero de Microsoft, es mejor tener e-mail. Corolario. Si este mensaje te llega por e-mail, es muy probable que estés más cerca de ser barrendero de Microsoft que multimillonario.




| El Televisor|

Mientras oraba antes de acostarse, un niño pidió con devoción:
“Señor, esta noche te pido algo especial: conviérteme en un televisor. Quisiera ocupar su lugar. Quisiera vivir lo que vive la tele de mi casa. Es decir, tener un cuarto especial para mí y reunir a todos los miembros de la familia a mi alrededor.
“Ser tomado en serio cuando hablo. Convertirme en el centro de atención y ser aquel al que todos quieren escuchar sin interrumpirlo ni cuestionarlo. Quisiera sentir el cuidado especial que recibe la tele cuando algo no funciona.
“Y tener la compañía de mi papá cuando llega a casa, aunque esté cansado del trabajo. Y que mi mamá me busque cuando esté sola y aburrida, en lugar de ignorarme. Y que mis hermanos se peleen por estar conmigo.



Y que pueda divertirlos a todos, aunque a veces no les diga nada. Quisiera vivir la sensación de que lo dejen todo por pasar unos momentos a mi lado.

“Señor, no te pido mucho. Sólo vivir lo quevive cualquier televisor”


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| La Pregunta mas Importante|

En cierta ocasión, durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, el profesor nos hizo un examen sorpresa. Leí rápidamente todas las preguntas, hasta llegar a la última: “¿Cómo se llama la mujer que limpia la escuela?” Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, unos 50 años, pero, ¿cómo iba a saber su nombre? Entregué el examen sin contestar la última pregunta. Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si esa pregunta contaría para la calificación. “Definitivamente —contestó En sus carreras ustedes conocerán a muchas personas. Todas son importantes.



Ellas merecen su atención y cuidado, aun si ustedes sólo les sonríen y dicen: ¡Hola!” Nunca olvidé esa lección, y supe luego que su nombre era Dorothy. Todos somos importantes. Este es un curso acelerado de relaciones humanas en el trabajo. A propósito, ¿ya se hizo la misma pregunta ?




| La Ranita Sorda|

Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ellas cayeron en un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo hondo que era, le dijeron a las caídas que, para efectos prácticos, debían darse por muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y murió La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te decíamos?”

La ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban animando desde el borde a esforzarse más y más para salir del hueco. La palabra tiene poder de vida y de muerte. Una voz de aliento a alguien que se siente desanimado puede ayudarle a terminar el día, mientras que una palabra negativa puede acabar por destruirlo.

Cualquiera puede decir palabras que roben a los demás el espíritu que les permite seguir la lucha en medio de tiempos difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos, pero sobre todo con lo que escuchamos.




| La Parabola Del Caballo|

Un campesino que enfrentaba muchas dificultades poseía algunos caballos que lo ayudaban en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los mejores caballos había caído en un viejo pozo abandonado. Era muy profundo, y resultaría extremadamente difícil sacarlo de allí El campesino fue rápidamente al lugar del accidente y evaluó la situación, dándose cuenta de que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el costo del rescate, concluyó que no valía la pena, y pidió al capataz que sacrificara al caballo tirando tierra al pozo hasta enterrarlo. Y así se hizo. A medida que la tierra le caía encima, el animal la sacudía. Esta se acumuló poco a poco



en el fondo del pozo, permitiéndole subir. Los hombres se dieron cuenta de que el caballo no se dejaba enterrar sino que, al contrario, estaba subiendo, hasta que finalmente consiguió salir del socavón.

Si está “allá abajo”, sintiéndose poco valorado, y si los otros le lanzan la tierra de la incomprensión, del egoísmo o de la falta de apoyo, recuerde al caballo de esta historia. No acepte la tierra que tiraron sobre usted, sacúdala y suba sobre ella. Cuanta más tierra le lancen, más podrá subir.




| Las Metas|

Nadie alcanza la meta con un solo intento, ni perfecciona la vida con una sola rectificación, ni alcanza altura con un solo vuelo. Nadie camina la vida sin haber pisado en falso muchas veces. Nadie recoge cosecha sin probar muchos sabores, enterrar muchas semillas y abonar mucha tierra. Nadie mira la vida sin acobardarse en muchas ocasiones, ni se mete en el barco sin temerle a la tempestad, ni llega a puerto sin remar muchas veces. Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas. Nadie hace obras sin martillar sobre su edificio, ni cultiva amistad sin renunciar a sí mismo.
Nadie llega a la otra orilla sin haber hecho puentes para pasar. Nadie deja el alma lustrosa sin el pulimento diario de la vida. Nadie puede juzgar sin conocer primero su propia debilidad. Nadie consigue su ideal sin haber pensado muchas veces que perseguía un imposible. Nadie conoce la oportunidad hasta que esta pasa por su lado y la deja ir. Nadie encuentra el pozo del placer hasta caminar por la sed del desierto. Pero nadie deja de llegar, cuando se tienen la claridad de un don, el crecimiento de la voluntad, la abundancia de la vida, el poder para realizarse y el impulso de sí mismo. Nadie deja de arder con fuego dentro sin antes saber lo que es el calor de la amistad. Nadie deja de llegar cuando de verdad se lo propone. Si sacas todo lo que tienes y confías en ti, esfuérzate, ¡porque lo vas a lograr!




| Los Obstaculos en nuestro camino|

Un rey puso una gran roca en medio del camino, obstaculizando el paso. Luego se escondió para ver si alguien la retiraba. Los comerciantes más adinerados del reino y algunos cortesanos que pasaron simplemente
rodearon la roca. Muchos culparon al rey de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para retirar el obstáculo. Entonces llegó un campesino que llevaba una carga de verduras. La dejó en el piso y trató de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró Mientras recogía su carga, encontró una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. Contenía muchas monedas de oro y una



nota del rey, indicando que esa era la recompensa para quien despejara el camino. El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron.

Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la propia condición. ¡Si alguna vez cae, levántese y siga adelante!




| Los 3 Hermanos|

Tres hermanos se internaban todas las mañanas en el bosque a cortar leña. Cada día se turnaban para que uno de ellos se quedara en la cabaña y preparara la comida. Un día, mientras el hermano mayor estaba solo en la cabaña, apareció un enano y le preguntó si podía comerse los restos del desayuno. El muchacho dijo que sí y el enano empezó a comer. De pronto dejó caer el pan y le pidió al joven que lo recogiera. Cuando este se inclinó, el enano lo golpeó con un palo en la cabeza. A la mañana siguiente, el segundo hermano se quedó solo en la cabaña, y el enano volvió a aparecer. Le preguntó si podía comer los restos del desayuno y dejó caer el pan. Pidió al muchacho que lo levantara y, cuando este se agachó, lo golpeó con un palo. Al otro día se quedó en la cabaña el hermano menor. El enano le preguntó si podía comer losm restos del desayuno, y el joven le contestó: “Sí, sobre la mesa hay pan. Sírvete” Cuando el enano dejó caer el pan y le pidió al joven que lo recogiera, este le respondió: “Si no puedes arreglártelas con tu propio pan, no sobrevivirás. Recógelo tú” El enano le dio las gracias y le preguntó si le gustaría saber dónde encontrar a la princesa y el tesoro. Concedamos a los demás la responsabilidad por sus propios problemas, para que aprendan a cuidar de su pan y de sí mismos. El doctor Siegel es uno de los conferencistas más reconocidos de Estados Unidos. Su trabajo como oncólogo lo ha llevado a enseñarle a sus pacientes y a las familias que cada uno debe ser responsable de sí mismo: de su cuerpo, de su enfermedad, de su curación —en lo físico— y de su sanación —en lo espiritual.



| Recuerda a quienes sirves|

En los días en que un helado costaba mucho menos, un niño de 10 años entró en un establecimiento y se sentó en una mesa. La mesera puso un vaso de agua enfrente de él.
— ¿Cuánto cuesta un helado con chocolate y maní? —preguntó el niño.
—Cincuenta centavos —respondió la mujer. El niño sacó la mano del bolsillo y examinó
las monedas.
— ¿Cuánto cuesta un helado solo? —volvió a preguntar. Algunas personas esperaban mesa y la camarera ya estaba un poco impaciente.
—Veinticinco centavos —dijo bruscamente.
El niño volvió a contar las monedas.
—Quiero el helado solo —dijo.



La mesera le trajo el helado, puso la cuenta en la mesa y se retiró El niño terminó el helado, pagó en la caja y salió Cuando la mesera volvió a limpiar la mesa, le costó tragar saliva al ver que allí, ordenadamente junto al plato vacío, había veinticinco centavos: su propina.

Jamás juzgues a alguien antes de saber por qué