Carta abierta a Maradona
NO, MARADONA… YO NO TE LA CHUPO.
En todo caso vení a chupármela vos, porque yo te pago el sueldo gracias a tu acuerdo con Grondona y los Kirchner. Un sueldo que analizado contra la eficacia, tiende a infinito.
Chupamela vos, mal padre. No solo porque no reconozcas a tus hijos haciendo gala de lo que aborrecemos los argentinos decentes, sino porque tu sentido de la responsabilidad te coloca al lado de los animales.
Chupamela vos, drogadicto. Porque teniendo el poder que tuviste, elegiste ser un mal ejemplo para todos. Y teniendo el apoyo de todo un país para salir de tu enfermedad, te echaste una cagada atrás de otra pensando que toda la vida íbamos a decirles a nuestros hijos que fuiste el más grande porque diste cinco pases de mierda e hiciste un gol que Messi te copió y que cualquier otro jugador con menos talento pero con más humildad lo hizo más chiquitito de lo que te quedó el cerebro.
Chupamela vos, mal deportista. Porque yo aprecio a los que juegan limpio y no a los malnacidos que, como vos, tienen plata para hacer crecer el negocio de la droga que después consumen las personas con menores recursos y menos posibilidades.
Chupamela vos, incoherente. No podés sostener una declaración en el tiempo, así como no podés sostener tu cuerpo después de que una conspiración “te cortó las piernas” El cerebro le queda grande a tus neuronas y sin el Rivotril no podés hablar.
Chupamela vos, ignorante. Con todo el dinero que juntaste te podrías haber dedicado a cultivarte, a buscar la excelencia, a encontrarte en un espacio con un mejor Diego Maradona… y lo usaste para quemarte el cerebro mientras otros se valían de tu prestigio para llenarse de guita.
Chupamela vos, hipócrita. Porque sos un falso que primero le rendiste pleitesía al personaje más nefasto de la política argentina de los últimos 30 años (Carlos S. Menem), idolatraste a Cavallo y después te tatuaste la jeta del Che Guevara en esa bolsa de papas que tenes por brazo mientras te ibas a Cuba a abrazarte con Fidel.
Chupamela vos, ególatra egoísta. Porque estas forrado en oro, porque cobras más plata por mes de la que cobra el 99% de los argentinos en 2 años de trabajo y jamás se te ocurrió ayudar a los que, como vos, nacieron en una villa y vivieron penurias que no deberían haber vivido. Porque jamás pusiste un peso para un hospital o una escuela rural.
Dicen que un ser humano es la expresión del valor de sus virtudes cardinales, que actúan en oposición a los pecados capitales, representación de todo lo moralmente reprobable. No te la chupo.
En todo caso vení a chupármela vos, porque yo te pago el sueldo gracias a tu acuerdo con Grondona y los Kirchner. Un sueldo que analizado contra la eficacia, tiende a infinito.
Chupamela vos, mal padre. No solo porque no reconozcas a tus hijos haciendo gala de lo que aborrecemos los argentinos decentes, sino porque tu sentido de la responsabilidad te coloca al lado de los animales.
Chupamela vos, drogadicto. Porque teniendo el poder que tuviste, elegiste ser un mal ejemplo para todos. Y teniendo el apoyo de todo un país para salir de tu enfermedad, te echaste una cagada atrás de otra pensando que toda la vida íbamos a decirles a nuestros hijos que fuiste el más grande porque diste cinco pases de mierda e hiciste un gol que Messi te copió y que cualquier otro jugador con menos talento pero con más humildad lo hizo más chiquitito de lo que te quedó el cerebro.
Chupamela vos, mal deportista. Porque yo aprecio a los que juegan limpio y no a los malnacidos que, como vos, tienen plata para hacer crecer el negocio de la droga que después consumen las personas con menores recursos y menos posibilidades.
Chupamela vos, incoherente. No podés sostener una declaración en el tiempo, así como no podés sostener tu cuerpo después de que una conspiración “te cortó las piernas” El cerebro le queda grande a tus neuronas y sin el Rivotril no podés hablar.
Chupamela vos, ignorante. Con todo el dinero que juntaste te podrías haber dedicado a cultivarte, a buscar la excelencia, a encontrarte en un espacio con un mejor Diego Maradona… y lo usaste para quemarte el cerebro mientras otros se valían de tu prestigio para llenarse de guita.
Chupamela vos, hipócrita. Porque sos un falso que primero le rendiste pleitesía al personaje más nefasto de la política argentina de los últimos 30 años (Carlos S. Menem), idolatraste a Cavallo y después te tatuaste la jeta del Che Guevara en esa bolsa de papas que tenes por brazo mientras te ibas a Cuba a abrazarte con Fidel.
Chupamela vos, ególatra egoísta. Porque estas forrado en oro, porque cobras más plata por mes de la que cobra el 99% de los argentinos en 2 años de trabajo y jamás se te ocurrió ayudar a los que, como vos, nacieron en una villa y vivieron penurias que no deberían haber vivido. Porque jamás pusiste un peso para un hospital o una escuela rural.
Dicen que un ser humano es la expresión del valor de sus virtudes cardinales, que actúan en oposición a los pecados capitales, representación de todo lo moralmente reprobable. No te la chupo.
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