Experta dice que es común que los ovnis visiten alcobas
Hace 20 años investiga junto a su esposo a extraterrestres que penetran a las habitaciones en la noche.
El relato era más que sugestivo, 14 seres de otra tierra rodearon su cama con el único fin de comunicarse. Ella lejos de intimidarse les hizo preguntas y hasta llegó a acariciarlos (Ver: Mujer dice que 14 aliens aparecieron en su cama ).
Lejos de ser una fábula, el relato de Karina, quién vivió esta visita en su casa de Florencia Varela, tiene muchas similitudes con otros casos de los llamados “visitantes de alcobas”. Sin embargo algunos datos no concuerdan.
La investigadora Liliana Flotta quién junto a su esposo, Eduardo Grosso, analiza los fenómenos de visitas en las habitaciones desde hace más de 20 años, explicó que ha descubierto factores comunes entre todos los casos. El primer indicio es el tipo de sangre: “En todos los casos comienzan por la sangre O Rh positivo, aunque también se registra en sus descendientes, en sus hijos un cambio de sangre, que clínicamente es imposible. Un hijo lleva la sangre de uno de sus padres o la mezcla de ambos pero nunca una tercera diferente, esto en cambio se da en los casos de visitas de alcoba”.
Liliana también explicó que cuando ocurren estos contactos es por que “ellos” vienen en busca de algo, “hemos registrado cicatrices en los contactados, y hasta implantes, a una mujer le quitaron fibromas que tenía en el útero”. Además explicó que durante el momento del contacto la persona visitada está completamente inmóvil: “No pueden moverse, solo los ojos y sus parejas están completamente dormidas, y no hay posibilidad de que despierten”, lo que sería contrario a lo que afirma haber vivido Karina.
“Siempre eligen personas de alto coeficiente intelectual y con una consolidada estructura psicológica para que puedan soportar el contacto. Quedan huellas de la visita, quemaduras en el pasto, en las cortinas. Los electrodomésticos no funcionan. En algunos episodios la persona llega a escuchar sonidos guturales emitidos por los seres y los ven extremadamente luminosos, son fluorescentes en la oscuridad, de piel húmeda, y sus pies y manos producen quemaduras. Y al finalizar los ven atravesar ventanas cerradas” afirmó la especialista.
Liliana, junto con su marido, editó un libro a fines de los noventa, Terror Nocturno, en donde dan cuenta de sus investigaciones en las que pudo corroborar que las personas contactadas son elegidas por no tener conciencia de la presencia extraterrestre, “dicen que vieron una cosa, o una luz o una personita, pero porque no piensan en extraterrestres, no están sugestionados”. que una de las alucinaciones más comunes es la que se relaciona con la presencia de seres extraños, ya sean imágenes religiosas, extraterrestres o animales. “Las alucinaciónes son percepciones sin objeto real, pueden ser auditivas, las más frecuentes, visuales o somatosensoriales, en las que el paciente siente dolores, ardor, o como si lo tocaran o bien percibir olores cuando no los hay”.
Sin embargo muchos de los que podrían ser catalogados de fenómenos ovnis, o paranormales no son más que el resultado de enfermedades mentales o alteraciones sensoriales. El Dr. Federico Cuaglia, médico psiquiatra y coodirector del Centro Integral de Salud y Envejecimiento, explicó
El psiquiatra explicó además que quién padece una alucinación la vive como real, es una percepción inequívoca,
“se lo puede contradecir con todos los argumentos pero lo que ve es real”.
“Existen casos provocados por la sugestión, inducido o autoprovocados, lo pueden generar fármacos o tóxicos, enfermedades neurológicas, periodos de abstinencia; es común que alcohólicos en recuperación vean insectos” explicó el galeno y finalizó “Los mecanismos neurológicos que producen las alucinaciones, aun se desconocen”.
El fenómeno ocurrido en Florencio Varela excede los parámetros comunes planteados por los investigadores, pero tampoco puede insertarse por el momento en un cuadro clínico. Sin embargo no es el único del Conurbano.
La investigadora Liliana Flotta adelantó que se encuentra trabajando en una serie de fenómenos registrados en el norte del Conurbano, pero en los que el número máximo de seres no supera los cinco y en la mayoría es solo uno. Según ella, catorce es mucho, pero como no estudió el caso de Varela no puede juzgarlo.
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