La Libertad (Relato Propio)

La Libertad



Se sentía raro al tomar el tren. Vaciló ante la ausencia de gente, solo lo acompañaban, en su largo viaje, las cucarachas que se paseaban por los pasillos de vagón vacío. Todavía faltaba mucho para bajarse y se hecho a dormir en el incomodo y destartalado asiento. No durmió mucho; lo poco que durmió, durmió incomodo.
Al olor nauseabundo del vagón, a la falta de compañía en ese largo viaje y a la incomodidad insoportable del asiento, se le sumó una ráfaga de aire caliente que lo hizo traspirar horrorosamente. Era un viaje, no de lo más cómodo
Cuando estaba por quedarse dormido devuelta, advirtió la frenada del tren. Puso un pie fuera del vagon y leyó un cartel que decía “Libertad”, lo pensó unos segundos y no tardó en subir al tren y volver por donde había venido.
La libertad, el viaje hacia ella es exhaustivo, pocos la buscan, y los que la encuentran dan un paso hacia atrás.