Mujeres Excepcionales




Cada vez que lo escucho me enoja. ¡Pedir permiso para estudiar!
¿Y qué esperabas? ¿Una fiesta, una alfombra roja, los zapatitos de cenicienta para entrar al aula o al quirófano? Provinciana tonta, la ciencia es tierra de hombres y nadie quiere tus pies ahí.




Este fragmento corresponde a un diálogo del documental “Tierras prohibidas”, hecho en homenaje a la primera mujer que se graduó de médico en Sudamérica, Cecilia Grierson.






Cecilia Grierson en 1894




La doctora Grierson nació en Buenos Aires en 1859 y creció en los campos entrerrianos. Fue pionera en la Argentina de su época por su abnegado trabajo en la lucha por los derechos de la mujer y como activista de una generación que ponía todo lo imaginario para trazar el nuevo modelo del país.

Cuando la ciencia era solo un universo masculino, ella se atrevió a inscribirse en la carrera de medicina y logró obtener su título estudiando en un ambiente angustiante y de burlas por parte de sus compañeros en la Facultad de Medicina de Buenos Aires.






C. Grierson tomando exámen de Escuela de Enfermería



La doctora Grierson no fue la única mujer pionera de su país. Los ecuatorianos que nos leen ya saben sobre la fascinante lucha de Matilde Hidalgo contra la discriminación de una sociedad conservadora y machista en el Ecuador de principios del siglo pasado.

Matilde Hidalgo nació el 29 de septiembre de 1889 en Loja, Ecuador.

En aquellos años en que las mujeres ecuatorianas tenían la educación superior prohibida, ella demostró su indeclinable deseo por seguir sus estudios, le sabía a poco quedarse con los escasos conocimientos de la escuela primaria y se lo comentó a su hermano Antonio quien pidió una matrícula en el colegio Bernardo Valdivieso.

El rector se tomó un mes para pensar en el asunto hasta que decidió abrirle las puertas y permitirle seguir el bachillerato, tal es así que en el año 1913 fue la primera mujer del país que se graduó de bachiller y con notas sobresalientes.

Desde jovencita ya se perfilaba su fuerte e inflexible personalidad de perseguir sueños que en aquel entonces eran vedados para las mujeres y no se resignó ante las críticas sociales de las que fue víctima, tal es así que en su ciudad y círculos sociales se la conocía como 'La loca endemoniada'.

Las madres les prohibían a sus hijas que tuvieran amistad con ella y el clero la obligó a escuchar las misas desde fuera de la iglesia, entre otras barbaridades.





Matilde Hidalgo, docente en el Colegio Valdivieso 1922


Pero ella no se quedó solo con ese logro, ya que tenía estudios secundarios, se propuso estudiar medicina, obviamente esto la enfrentó nuevamente a la hostilidad y a nuevas trabas y prejuicios.

Claro, por su condición de mujer hubo quienes intentaron convencerla que se dedique a la enfermería, pero Matilde Hidalgo no claudicó, al contrario, hizo lo imposible hasta que consiguió el apoyo del rector de la Universidad de Cuenca, Honorato Vázquez, que la apoyó para que realice sus prácticas médicas en el Hospital San Juan de Dios.

Así entre críticas por parte de sus compañeros e insultos en la calles, en el año 1923 obtuvo el título de Doctora en Medicina en la Universidad Central del Ecuador, otra vez, con el mejor promedio.

La doctora Matilde ya había logrado tanto que se fijó otra de esas metas que eran imposibles de acceder para las mujeres de aquellos años. Corría el año 1924 cuando decidió inscribirse en la Junta Electoral porque quería votar en las próximas elecciones presidenciales, claro está que volvió a ser objeto de críticas y recriminaciones, pero logró quedar empadronada y materializó el derecho al voto femenino, único en toda Latinoamérica, estamos hablando de la primera mujer que emitió un sufragio en los países de habla hispana de nuestro continente.

Esta conquista democrática de la Doctora Hidalgo fue el punto de partida de la integración y participación de la mujer en la política de Ecuador.

Se transformó en la primer Concejal de Machala, luego en 1941 se postuló como diputada por Loja y ganó en la ciudad que tantas veces se horrorizó por sus ambiciones. Pero las cosas le seguían siendo adversas, luego del triunfo se enteró que no figuraba en la lista de Diputados del Partido Liberal, la habían puesto como “primera suplente”. Eso significaba que el mundo de la política seguía siendo manejado por los hombres.

Cientos de mujeres indignadas levantaron firmas para que se revierta la situación ya que tenían la necesidad de tener “una voz femenina que defienda nuestros derechos en el Parlamento, pospuestos injustamente por sociedades constituidas por la prepotencia viril”, argumentaron.





Matilde Hidalgo con sus 'colegas' médicos



De ahí en adelante nada detuvo a las próximas generaciones femeninas ecuatorianas, a ella le sucedieron otras mujeres que le dieron continuidad al legado que dejó Matilde Hidalgo.
La doctora Hidalgo falleció a los 85 años el 20 de febrero de 1974.

Su nombre lleva el sello de mujer luchadora y perseverante, como si la vida la hubiese destinado a derribar barreras infranqueables para las mujeres de aquellos tiempos que la llevaron a ser la primera mujer en graduarse de bachiller en su país, la primera en tener derecho al voto en Latinoamérica y la primera en ser electa en una campaña electoral de Ecuador.


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