Roja directa



Bye


Si hoy firma la rescisión, la dirigencia quiere que Ischia deje ya mismo el cargo. No lo toleran más. El 0-3 con Racing lo terminó de condenar...

"Esto parece una guerra".

Un dirigente no se mordió la Boca para graficar la situación. Ejemplificó, en cuatro palabras, una relación que ya es insostenible. Ischia y los directivos parecen, al cabo, uno de ésos matrimonios que se separan pero deben seguir conviviendo bajo el mismo techo por dificultades económicas (una práctica habitual en estos tiempos de crisis de Siglo XXI) y se enrostran delante de los hijos miserias y errores de un lado y del otro. La solución para este divorcio que no se termina de sellar podría aparecer entre hoy y mañana, cuando Marcelo London y José Beraldi le lleven al DT los cheques adeudados y el Pelado firme, si considera que está todo ok, la rescisión del contrato. La intención de la mayoría de los directivos es que se vaya cuanto antes y esperan que, con los papeles ya finiquitados, el técnico tenga un gesto de "grandeza" y dé un paso al costado. Pero si ese gesto no aparece, ya hay una decisión tomada: le dirán que su vida en el club se acaba esta semana, que ni siquiera dirigirá el domingo frente a Gimnasia.

La realidad, sin maquillaje, es que los dirigentes ya no soportan más a Ischia y pretenden que en la práctica de mañana ya esté a cargo Abel Alves, el entrenador de la Reserva. El combo también incluye adelantar la última fecha ante Colón, licenciar antes a los futbolistas y anticipar la llegada de Basile, quien el sábado se reunió con Bianchi y arregló todo para su regreso. La certeza de que Coco será el nuevo entrenador también motivó el apuro para el prematuro adiós del Pelado.

Los cuestionamientos al técnico, que últimamente son moneda corriente, cobraron mayor protagonismo luego de la goleada sufrida en Avellaneda, que dejó a Boca a ocho puntos del puesto de ingreso al repechaje de la Copa del año que viene, con nueve equipos en el medio. Por eso ayer, en charlas privadas entre algunos miembros de la CD, se cocinó la idea de que el Pelado estampe el gancho lo más pronto se pueda en el borrador final de la rescisión. Ese borrador que el propio Ischia contó en conferencia de prensa (hace más de dos semanas, la última que habló con los medios) que le "mandó tres veces de vuelta" porque no cumplía con lo acordado en aquel vestuario de Vélez, post 0-2. Ese día, había sido el primer despido. Ahora se viene el segundo. Desprolijidades que le dicen...

Hay algunos (pocos) dirigentes que son conscientes del mal manejo de la situación y sostienen que el Pelado debe continuar en su cargo hasta la finalización del campeonato. Sin embargo, la intención de la mayoría, quedó dicho, es no verle más la cara, si es posible, a partir de hoy. Así, descomprimirían una coyuntura que cada día pinta peor y mostrarían poder de acción en una circunstancia difícil. La idea que rondaría en la cabeza de Ameal es no exponer su pellejo y que sea el propio Bianchi quien le muestre la puerta de salida al Pelado DT, algo que suena improbable teniendo en cuenta que en su momento el Virrey había bregado por la continuidad y se había apartado de la dura decisión de despedirlo.

El lunes feriado incluyó varias llamadas entre los principales dirigentes para resolver los números finales de la desvinculación de Ischia. Se le deben los premios del torneo obtenido (Apertura 08) y una parte de los ingresos de la Libertadores de este año.

Según Angel Celoria, su ayudante de campo, Ischia no abandonará su puesto, salvo que lo echen. Y los dirigentes, hartos de su presencia en el club, ya avisaron que no tendrán reparos en hacerle estallar el Coco y decirle bye.