Bergessio para creer

Argentina ganaba gracias a un golazo de Matías Defederico, pero apareció un tal Barahona (nada que ver con Diego) y convirtió el empate. Sin jugar del todo bien, el equipo del Diez se puso 2-1 gracias a un cabezazo inatajable de Bergessio, quien también gritó el tercero luego de un zurdazo cruzado. El técnico hizo entrar a los siete suplentes, incluido Campestrini: como había anticipado, ninguno se iba a quedar afuera.



Lo primero que deberá haber hecho Maradona cuando llegó al vestuario, fue felicitar a cada uno de los jugadores locales por el triunfo. Eso es lo que pasa cuando juega una Selección potente como la Argentina ante un tímido rival que no tiene nada que perder y juega como lo hizo hoy Panamá, con tranquilidad. Es que después del primer tiempo, Diego no debe haber quedado demasiado conforme. Sobre todo con la última línea, que sufrió demasiado ante delanteros que no son de renombre y que le costó más de la cuenta acomodarse. Sin embargo los cambios en el segundo le lavaron la cara al equipo y se vio otra selección. Con más compromiso, con más juego asociado y sobre todo con menos mochila pesada sobre el lomo. Porque la primera parte sirvió más para sacarse los temores, las responsabilidades y la segunda mitad fue la del juego. Por eso se fue con una sonrisa el técnico, los jugadores y la gente. Tal vez haya hecho lo que debía y lo que marca la historia, pero este triunfo debe valorarse más por lo que se sembró que por la frialdad de las estadísticas. Debutó la selección local, jugaron los 18 convocados y comienza a escribirse una nueva historia...


No debe haber sido sencillo para los 11 jugadores que saltaron a la cancha en este debut de la selección doméstica. Todas las miradas se posaron sobre ellos y encima enfrente había un rival que, en la previa, era sólo un invitado. Por eso tal vez los nervios iniciales. La defensa no pudo hacer pie, sufrió demasiado esa línea de tres que tan poco tiempo de trabajo tuvo y en el medio a Bernardello le costó encontrar el ritmo que tiene en Newell's. Sin embargo el equipo luchó para intentar cambiar la imagen de esa primera mitad y al final el balance fue positivo. Maradona metió mano en el segundo tiempo. Fue con la premisa de que todos jueguen y la cumplió. Armó la línea de cuatro con el ingreso de Papa, el Bichi Fuertes ingresó por Sand y le metió frescura por la banda derecha con Blanco. Los pocos encuentros de Papa en la selección Mayor, la experiencia y trayectoria del Bichi, le dieron la serenidad necesaria como para ir a buscar el resultado sabiendo que en algún momento los goles llegarían. Y así fue. La Selección comenzó a desbordar por las bandas a Panamá y creó las situaciones que no había podido generar en el primer tiempo. Se soltó el equipo y contagió a la gente. Bergessio impuso su buen momento y liquidó el partido con dos goles.

El pueblo santafecino se fue feliz por el debut en su tierra de una selección Nacional. Los jugadores recién con el pitazo final comenzaron a darse cuenta de que ya forman parte de este proceso que desembocará en Sudáfrica y a Diego le quedará en su cabeza la posibilidad de contar con algunos jugadores para un recambio casi obligado por los calendario. En definitiva el estreno de "nuestra selección", dejó conformes a todos...