El perro de Fry
Hola!
Les traigo info sobre para los que muchos dicen quees el mejor capitulo de Futurama llamadao "Ladrido Jurasico"
Lean, es un minuto.
Sinopsis
El nombre original del capítulo parodia el título de la conocida pelicula Jurassic Park.
Y no por casualidad, el cápítulo en cuestión cuenta sobre un hallazgo que se produce en el lugar que solía ocupar la Vieja Nueva York, mas precisamente anuncian el hallazgo de una pizzería del siglo XX, que había sido convertida en un pequeño museo, por la tele, mientras Fry observa y reconoce el lugar, dándose cuenta que era la pizzeria "Panucci" donde el trabajaba antes de ser congelado y enviado al año 3000. Entonces Bender y Leela deben acompañar a Fry a visitar su antiguo lugar de trabajo, una vez allí Fry reconoce el lugar y algunas cosas más incluída la tabla con la que reconoce que era golpeado y que también utilizaban para aplastar ratones y recoger las pizzas del horno, al acercarse a una vitrina donde había demas objetos encontrados en la pizzería Fry reconoce a su perro: "Seymour Diera" fosilisado y expuesto como una reliquia más, cosa que Fry no tolera, e intenta recuperarlo...
Seymour Diera
Seymour Diera es uno de los personajes de la serie Futurama, creada por Matt Groening, que aparece en el episodio Ladrido jurásico. Seymour fue el perro de Philip J. Fry (Fry) antes de que este quedara congelado en una cámara criogénica a fin de año de 1999. Era julio de 1998 y luego de que Fry fuese víctima de otra broma de pedidos de pizza, en la cual debe entregarle una a un tal Seymour Diera (Seymour Asses en la versión norteamericana), se queda sentado en un callejón comiendo esa pizza cuando un perro flacucho color amarronado, con algunas manchas más oscuras, se le acerca. Fry le convida unas porciones y le dice que es "un perro auténtico que no se inclina ante nadie", éste se encariña, lo sigue hasta Panucci's (pizzeria donde trabajaba Fry) y se convirte en su mascota. Seymour alguna vez tubo una intimidad con la pierna de un saxofonista errante, olía a mojado aunque estuviera seco y odiaba perseguir al autobús número 29. Algo curioso fue que se aprendió a cantar "Walking on Sunshine" de Katrina & The Waves con el ladrido. Nadaba en la olla donde se hacia la salsa para pizza en Panuci's mientras comía las albondigas que había dentro y/o se orinaba. Fue el mejor amigo de Fry, al cual le era fiel de tal manera que al final del capítulo de Futurama, que muestra su historia, se transformó uno de los más tristes de toda la serie, viendo como el pequeño canino espera en la puerta de Panucci's la vuelta de Fry por doce años hasta su propia muerte.
En el episodio Ladrido jurásico Fry encuentra el fósil de Seymour en una exposición de una pizzería de siglo XX (casualmente Panucci's) y a lo largo de este se cuenta la historia de Seymour mientras paralelamente en el futuro ven la forma de poder clonarlo con los recuerdos verdaderos del perro. Si bien encuentran la forma al final Fry decide no hacerlo ya que ve que Seymour vivió doce años más y destruye la máquina de clonación. Triste y especulando que el perro en el lapso de ese tiempo lo había olvidado ("Jamás lo olvidaré, pero el me olvidó hace mucho, mucho tiempo" dijo Fry). Luego se despide de éste y deja el fósil sobre la mesa, y empieza la secuencia triste del final del capítulo.
Tal era el cariño de Fry hacia Seymour Diera que Bender siente celos, hasta que realmente lo comprende.
Seymour tenía tres años cuando Fry desapareció, murió a la edad avanzada de quince.
La historia de Hachiko, el perro que inspiro esta historia
Uhm… seguro no saben quien es “Hachiko” ¿no? pero estoy seguro que si han escuchado su historia, contada miles de veces y con miles de escenarios. Para decirlo en pocas palabras, Hachiko es un perro que tras la muerte de su amo, lo espero año tras año en el punto en donde lo vio por última vez. La historia ocurre en Japón como contaré más adelante y tuvo una trascendencia enorme, tanta que prácticamente cambio la forma de pensar de toda una ciudad, inspirándola con la humildad, fidelidad y dedicación con la que sólo un perro puede actuar.
Todo esto viene a raiz que Hollywood prepara su propia versión de esta historia, aunque con sus “adaptaciones” típicas. La película gringa recibe el titulo de Hachiko: A Dog’s Story (La historia de un perro), con la actuación de Richard Gere y la dirección de Lasse Hallström (Casanova, The Hoax), y bueno, ya desde el saque tenemos problemas como que el Hachiko original es un akita blanco, y no café como el que sale en la foto… pero resulta que la idea visual de un akita es el de manto café y no el blanco… supongo que al Hachiko original no le importará mucho.
En segunda estan filmando en Bristol, Rhode Island, USA; cuando debería ser en Tokio, Japón. No entiendo porque hacen esto… la verdad, con tantos actores orientales respetados en USA, ¿porque Richard Gere? y no es que me parezca un mal actor… sino que… ¿Que cuernos hace un akita llamado Hachiko en Bristol? lo se… alguna explicación “lógica” tendrá, pero… una cosa de quienes hemos tocado la cultura japonesa, en mi caso através del anime, es lo profundo que el sentido de lealtad que tienen ellos como cultura… y aunque seres humanos notables y buenos se dan en todos lados, pienso en Estados Unidos y todos los Dalmatas abandonados en las calles luego del estreno de “101 Dalmatas”, que dejaron de ser tiernos cachorritos para ser perros un poco cascarrabias… y no me creo que esta historia se pueda dar en Gringolandia…
En fin… en Todo Perros - Famosos, recopilan la historia de tan importante can, asi que la pongo a continuación:
Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la prefectura de Odate, provincia de Akita al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco. Los perros de Akita son muy famosos en Japón. Son de tamaño mediano a grande, de un color generalmente marrón dorado, aunque los hay blancos, negros y otros colores, tienen orejas puntiagudas y cara angulosa con expresión inteligente. Son bien conocidos por su lealtad.
A los 2 meses de edad, Hachiko fue adoptado por el profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio, Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar situado cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba. Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas para acompañar al profesor hasta la estación de Trenes de Shibuya. Hachiko observaba como su dueño compraba el boleto y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba a sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.
Esto sucedía todos los días. El profesor y su perro se volvieron populares en la estación Shibuya y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho y pasaban a saludar a Hachiko.
Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, el perro seguía esperando a su dueño en la estación.
Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.
A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, espera el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a aquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.
La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.
Así pasaron 9 años. En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru ( Shou) Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. El escultor estuvo encantado de realizar ese trabajo y la estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.
Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón.
Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor.
Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño y a los turistas. El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.
Los restos de Chuken Hachiko (en japonés “el leal perro Hachiko”) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.
Incluso se realizo una película en homenaje a Hachiko. Se estreno en 1987, y su titulo es: Hachiko monogatari (literalmente “La Historia de Hachiko”). Obviamente la película japonesa de 1987 sobre esta increíble historia es más leal a lo sucedido que lo que hace Richard Gere y Hollywood. Pero nunca estan demás las películas acerca del mejor amigo del hombre y el más leal de todos.
En 1994, la estación de radio de Japón, Culture Broadcasting Network (CBN) fue capaz de encontrar una cinta con la grabación del ladrido de Hachiko. La cinta lamentablemente estaba dañada y rota en varios pedazos. La cadena invirtió en recuperar al cinta y reconstruirla. Tuvieron éxito y luego de 59 años de la muerte de Hachiko, transmitieron nuevamente su ladrido por la radio. Millones de personas sintonizaron para escuchar a Hachiko, lo cual fue una gran muestra de la continua y perpetua popularidad que tiene este gran perro.
Para terminar, en uno de los capítulos de Futurama titulado Jurassic Bark (Ladrido Jurásico), Fry encuentra los restos fosilizados de su perro, Seymour, de cuando el vivía en 1999. Al final del capítulo se muestra si el perrito esperó a Fry mientras el desapareció por haber desaparecido al viajar en el tiempo. La canción de I will wait for you de Connie Francis, le dieron el toque final para que la gente que vio el episodio no pudiera evitar una involuntaria lágrima.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hachiko
Algunas Imagenes:
Capitulo online:
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Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Seymour_Diera
Imagenes de Google
Video de Tu.tv
Les traigo info sobre para los que muchos dicen quees el mejor capitulo de Futurama llamadao "Ladrido Jurasico"
Lean, es un minuto.
Sinopsis
El nombre original del capítulo parodia el título de la conocida pelicula Jurassic Park.
Y no por casualidad, el cápítulo en cuestión cuenta sobre un hallazgo que se produce en el lugar que solía ocupar la Vieja Nueva York, mas precisamente anuncian el hallazgo de una pizzería del siglo XX, que había sido convertida en un pequeño museo, por la tele, mientras Fry observa y reconoce el lugar, dándose cuenta que era la pizzeria "Panucci" donde el trabajaba antes de ser congelado y enviado al año 3000. Entonces Bender y Leela deben acompañar a Fry a visitar su antiguo lugar de trabajo, una vez allí Fry reconoce el lugar y algunas cosas más incluída la tabla con la que reconoce que era golpeado y que también utilizaban para aplastar ratones y recoger las pizzas del horno, al acercarse a una vitrina donde había demas objetos encontrados en la pizzería Fry reconoce a su perro: "Seymour Diera" fosilisado y expuesto como una reliquia más, cosa que Fry no tolera, e intenta recuperarlo...
Seymour Diera
Seymour Diera es uno de los personajes de la serie Futurama, creada por Matt Groening, que aparece en el episodio Ladrido jurásico. Seymour fue el perro de Philip J. Fry (Fry) antes de que este quedara congelado en una cámara criogénica a fin de año de 1999. Era julio de 1998 y luego de que Fry fuese víctima de otra broma de pedidos de pizza, en la cual debe entregarle una a un tal Seymour Diera (Seymour Asses en la versión norteamericana), se queda sentado en un callejón comiendo esa pizza cuando un perro flacucho color amarronado, con algunas manchas más oscuras, se le acerca. Fry le convida unas porciones y le dice que es "un perro auténtico que no se inclina ante nadie", éste se encariña, lo sigue hasta Panucci's (pizzeria donde trabajaba Fry) y se convirte en su mascota. Seymour alguna vez tubo una intimidad con la pierna de un saxofonista errante, olía a mojado aunque estuviera seco y odiaba perseguir al autobús número 29. Algo curioso fue que se aprendió a cantar "Walking on Sunshine" de Katrina & The Waves con el ladrido. Nadaba en la olla donde se hacia la salsa para pizza en Panuci's mientras comía las albondigas que había dentro y/o se orinaba. Fue el mejor amigo de Fry, al cual le era fiel de tal manera que al final del capítulo de Futurama, que muestra su historia, se transformó uno de los más tristes de toda la serie, viendo como el pequeño canino espera en la puerta de Panucci's la vuelta de Fry por doce años hasta su propia muerte.
En el episodio Ladrido jurásico Fry encuentra el fósil de Seymour en una exposición de una pizzería de siglo XX (casualmente Panucci's) y a lo largo de este se cuenta la historia de Seymour mientras paralelamente en el futuro ven la forma de poder clonarlo con los recuerdos verdaderos del perro. Si bien encuentran la forma al final Fry decide no hacerlo ya que ve que Seymour vivió doce años más y destruye la máquina de clonación. Triste y especulando que el perro en el lapso de ese tiempo lo había olvidado ("Jamás lo olvidaré, pero el me olvidó hace mucho, mucho tiempo" dijo Fry). Luego se despide de éste y deja el fósil sobre la mesa, y empieza la secuencia triste del final del capítulo.
Tal era el cariño de Fry hacia Seymour Diera que Bender siente celos, hasta que realmente lo comprende.
Seymour tenía tres años cuando Fry desapareció, murió a la edad avanzada de quince.
La historia de Hachiko, el perro que inspiro esta historia
Uhm… seguro no saben quien es “Hachiko” ¿no? pero estoy seguro que si han escuchado su historia, contada miles de veces y con miles de escenarios. Para decirlo en pocas palabras, Hachiko es un perro que tras la muerte de su amo, lo espero año tras año en el punto en donde lo vio por última vez. La historia ocurre en Japón como contaré más adelante y tuvo una trascendencia enorme, tanta que prácticamente cambio la forma de pensar de toda una ciudad, inspirándola con la humildad, fidelidad y dedicación con la que sólo un perro puede actuar.
Todo esto viene a raiz que Hollywood prepara su propia versión de esta historia, aunque con sus “adaptaciones” típicas. La película gringa recibe el titulo de Hachiko: A Dog’s Story (La historia de un perro), con la actuación de Richard Gere y la dirección de Lasse Hallström (Casanova, The Hoax), y bueno, ya desde el saque tenemos problemas como que el Hachiko original es un akita blanco, y no café como el que sale en la foto… pero resulta que la idea visual de un akita es el de manto café y no el blanco… supongo que al Hachiko original no le importará mucho.
En segunda estan filmando en Bristol, Rhode Island, USA; cuando debería ser en Tokio, Japón. No entiendo porque hacen esto… la verdad, con tantos actores orientales respetados en USA, ¿porque Richard Gere? y no es que me parezca un mal actor… sino que… ¿Que cuernos hace un akita llamado Hachiko en Bristol? lo se… alguna explicación “lógica” tendrá, pero… una cosa de quienes hemos tocado la cultura japonesa, en mi caso através del anime, es lo profundo que el sentido de lealtad que tienen ellos como cultura… y aunque seres humanos notables y buenos se dan en todos lados, pienso en Estados Unidos y todos los Dalmatas abandonados en las calles luego del estreno de “101 Dalmatas”, que dejaron de ser tiernos cachorritos para ser perros un poco cascarrabias… y no me creo que esta historia se pueda dar en Gringolandia…
En fin… en Todo Perros - Famosos, recopilan la historia de tan importante can, asi que la pongo a continuación:
Hachiko nació en Noviembre de 1923 en la prefectura de Odate, provincia de Akita al norte de Japón. Era un perro de raza Akita, macho y de un intenso color blanco. Los perros de Akita son muy famosos en Japón. Son de tamaño mediano a grande, de un color generalmente marrón dorado, aunque los hay blancos, negros y otros colores, tienen orejas puntiagudas y cara angulosa con expresión inteligente. Son bien conocidos por su lealtad.
A los 2 meses de edad, Hachiko fue adoptado por el profesor del departamento de Agricultura de la Universidad de Tokio, Dr. Eisaburo Ueno. El profesor lo llevó a su hogar situado cerca de la estación Shibuya, y allí demostró ser un bondadoso y amable dueño. El perro por su parte lo adoraba. Desde luego, Hachiko no podía acompañar a su amo hasta la universidad. Pero lo que sí hacía era dejar la casa todas las mañanas para acompañar al profesor hasta la estación de Trenes de Shibuya. Hachiko observaba como su dueño compraba el boleto y luego desaparecía entre la multitud que abordaba el tren. Más tarde, Hachiko acostumbraba a sentarse en la pequeña plaza y esperaba allí a su dueño quien regresaba de su trabajo por la tarde.
Esto sucedía todos los días. El profesor y su perro se volvieron populares en la estación Shibuya y la historia de la lealtad de este animal se diseminó por los alrededores con mucha facilidad. Las personas que transitaban por Shibuya siempre comentaban este hecho y pasaban a saludar a Hachiko.
Una tragedia irrumpió la tarde del 21 de mayo de 1925. La salud de profesor no era muy buena en esos días y repentinamente sufrió una ataque cardíaco en la universidad. Él falleció antes de poder regresar a casa. En Shibuya, el perro seguía esperando a su dueño en la estación.
Muy pronto las noticias sobre la repentina muerte del profesor alcanzaron Shibuya. Inmediatamente muchas personas pensaron en el pobre perro que lo había acompañado todos los días. Varios tuvieron la misma actitud y fueron a la pequeña plaza para convencer al perro de que volviera a su hogar, como si él pudiera comprenderlos.
A la mañana siguiente Hachiko fue visto enfrente de la estación, esperando a su amo. Aguardó todo el día en vano. Al día siguiente estaba allí nuevamente y así sucedía día tras día. Los días se volvieron semanas, las semanas meses, los meses años y aún así, el perro iba cada mañana a la estación, espera el día entero y al llegar la hora de regreso de su amo, buscaba entre todos esos rostros extraños a aquel que amaba. No tenía en cuenta las condiciones climáticas, lluvia, sol, viento y nieve no impedían su diario peregrinar al encuentro de su amo, la lealtad hacia su amigo humano nunca pereció.
La lealtad demostrada por Hachiko tuvo un extraordinario efecto entre los japoneses pobladores de Shibuya. Él se transformó en un héroe, la figura más amada del área. Los viajantes que se ausentaban por un largo período siempre preguntaban por él a su regreso.
Así pasaron 9 años. En el mes de abril de 1934 los bondadosos habitantes de Shibuya contrataron a Teru ( Shou) Ando, un famoso escultor japonés, para que realizara una estatua en honor a Hachiko. El escultor estuvo encantado de realizar ese trabajo y la estatua de bronce fue colocada enfrente de la estación, donde solía esperar Hachiko.
Casi un año más tarde, el 7 de marzo de 1935 Hachiko falleció al pie de su propia estatua debido a su edad, pero eso no impidió que su historia y la estatua de Teru Ando se hicieran famosas por todo Japón.
Durante la guerra todas las estatuas fueron fundidas para la elaboración de armamento, la de Hachiko no escapó de esa suerte y lamentablemente el escultor fue asesinado. Pero los pobladores de Shibuya continuaban recordando a Hachiko y su mensaje de lealtad. Así fue como decidieron formar una Sociedad para el reemplazo de la estatua de Hachiko, y dicha sociedad contrató al hijo de Teru Ando, Takeshi Ando, quién también era un excelente escultor.
Hoy en día, la exquisita estatua de Hachiko permanece en el medio de la plaza enfrente de la estación Shibuya. Podemos encontrar alrededor de ella fuentes, puestos de diarios y revistas y personas sonrientes contándoles la historia de Hachiko a los pequeño y a los turistas. El 8 de abril de cada año se conmemora a Hachiko en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.
Los restos de Chuken Hachiko (en japonés “el leal perro Hachiko”) descansan junto a los de su amo el Dr. Eusaburo Ueno, en una esquina de la sepultura de su dueño, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio.
Incluso se realizo una película en homenaje a Hachiko. Se estreno en 1987, y su titulo es: Hachiko monogatari (literalmente “La Historia de Hachiko”). Obviamente la película japonesa de 1987 sobre esta increíble historia es más leal a lo sucedido que lo que hace Richard Gere y Hollywood. Pero nunca estan demás las películas acerca del mejor amigo del hombre y el más leal de todos.
En 1994, la estación de radio de Japón, Culture Broadcasting Network (CBN) fue capaz de encontrar una cinta con la grabación del ladrido de Hachiko. La cinta lamentablemente estaba dañada y rota en varios pedazos. La cadena invirtió en recuperar al cinta y reconstruirla. Tuvieron éxito y luego de 59 años de la muerte de Hachiko, transmitieron nuevamente su ladrido por la radio. Millones de personas sintonizaron para escuchar a Hachiko, lo cual fue una gran muestra de la continua y perpetua popularidad que tiene este gran perro.
Para terminar, en uno de los capítulos de Futurama titulado Jurassic Bark (Ladrido Jurásico), Fry encuentra los restos fosilizados de su perro, Seymour, de cuando el vivía en 1999. Al final del capítulo se muestra si el perrito esperó a Fry mientras el desapareció por haber desaparecido al viajar en el tiempo. La canción de I will wait for you de Connie Francis, le dieron el toque final para que la gente que vio el episodio no pudiera evitar una involuntaria lágrima.
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Hachiko
Algunas Imagenes:
Capitulo online:
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Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Seymour_Diera
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