La mayoría de los sectores de la oposición se pronunció en rechazo a la huelga de hambre asumida por el jefe de Estado de Bolivia, Evo Morales, en demanda de la aprobación de la Ley de Régimen Electoral y coincidieron en señalar que pretende mostrar una imagen de algo que no está ocurriendo en el país y hasta ironizaron la medida.


El ex presidente Carlos Mesa y ex aliado de Gonzalo Sánchez de Lozada, afirmó que “el mandatario boliviano pretende dar una falsa imagen al mundo de algo que no está ocurriendo, porque dice que esa huelga es para defender la democracia y para garantizar las elecciones, y eso no es cierto; lo que quiere es garantizar una ley que él ha planteado y que lo favorece para ganar nítidamente las elecciones”, remarcó.

Para el también ex presidente Jorge Quiroga, líder de la alianza Poder Democrático y Social (Podemos), la actitud de Morales es una "pantomima", "esto es producto del bamboleo con el que se maneja el Gobierno, primero habló de hacer el cerco, el surco, el circo, después sale con la pantomima de la renuncia de sus parlamentarios, emulando a un ex presidente (Hernán Siles, 1982-85) que hace años amenazaba de manera repetida con renunciar", indicó el ex presidente en el periodo democrático del extinto dictador Hugo Banzer Suárez.

Por su parte, la prefecta del departamento de Chuquisaca, la indígena quechua Savina Cuéllar, tenaz opositora de Morales, y que saltó a la arena política catapultada por el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), del que más tarde se desligó, ironizó con la medida de presión de Morales indicando que "lo que está haciendo es ayunar por la Semana Santa, seguramente que se estará arrepintiendo de sus pecados, de todo el mal que ha hecho en los últimos años".

“De repente el presidente Morales está un poquito gordo y su ropa de 1.500 dólares no le queda por eso (hace) la huelga”, se mofó Carlos Dabdoub, secretario de Autonomías de la Prefectura del departamento de Santa Cruz.

El senador de Poder Democrático y Social (Podemos), Walter Guiteras, también ironizó la medida asumida por Morales y las organizaciones sociales afines a su gobierno.

Calificó de chantaje el ayuno de los masistas, al asegurar que el diálogo continuará para concertar la Ley Electoral y que “ojala” el ayuno no afecte ese proceso que se lleva adelante en el Congreso en tiempo y materia.

“Lo que (Morales) no puede conseguir en término de la coherencia de una Ley, trata de conseguir en términos de una huelga de hambre y me parece absolutamente penoso que nuestro presidente esté buscando medidas de presión contra el Congreso”, sostuvo.

El colega y correligionario de Guiteras, Luis Vásquez, encareció al Presidente declinar la medida de presión y aclaró que de todas maneras el Congreso cumplirá con su labor legislativa.


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