El Papa resaltó las enseñanzas de la Iglesia como un faro para los creyentes. Hoy dará la misa de resurrección y luego leerá un mensaje para los cristianos de todo el mundo

El papa Benedicto XVI cargó un cirio encendido, que simbolizaba la esperanza cristiana, hacia la Basílica de San Pedro, el sábado por la noche, durante el tradicional inicio de la misa y vigilia del Vaticano en la víspera de la Pascua y resaltó las enseñanzas de la Iglesia como un faro para los creyentes acosados por las "confusiones de nuestra época".

El rezo "Lumen Christi" ("luz de Cristo" en latín) retumbó en la basílica que estaba oscura y llena de feligreses. Luego, en el vasto espacio comenzaron a cintilar numerosas luces, cuando los cardenales y otros prelados prendieron sus velas con la llama del cirio pascual del Papa. Uno por uno, los congregados comenzaron a hacer lo propio con las velas de sus vecinos - en una rápida iluminación de velas. Más tarde comenzó la misa encabezada por el Papa, vestido con una túnica blanca y dorada.

El Domingo de Pascua es el día festivo más importante del cristianismo, cuando los creyentes celebran su creencia en la resurrección de Cristo tras morir crucificado. Para los cristianos de todo el mundo, la Pascua representa la promesa de Dios de vida eterna luego de la muerte.

Benedicto dijo que Jesús, como un pastor, fue una guía para sus creyentes en su época. "Qué gran compasión debe sentir en nuestra época, también, teniendo en cuenta todo lo que la gente habla y que esconde, mientras en realidad ellos están totalmente confundidos", apuntó el Papa.

El Papa rezó para que los cristianos "brillen como luces en el mundo" en medio de "confusiones de esta época" y entre la búsqueda de valores para poner "orden" en nuestras vidas. "La fuerza gravitacional del amor es más fuerte que la del odio; la fuerza gravitacional de la vida es más fuerte que la de la muerte", dijo Benedicto en su homilía, reflexionando sobre el misterio de la creencia cristiana en la resurrección.

El Santo Padre también dio ánimo a los sobrevivientes del terremoto en Italia, pidiéndoles que se aferren a la esperanza y que busquen consuelo en la Pascua. El sismo en el región montañosa de Abruzzo, en el centro de los Apeninos, dejó al menos 293 muertos y 40.000 personas sin techo.

También, el Papa bautizó a cinco adultos convertidos al cristianismo: dos hombres italianos, y mujeres de China, Italia y Estados Unidos.

Antes de avanzar por en medio de las bancas de la basílica, el Papa tomó un punzón y grabó las letras "alfa" y "omega" en el cirio. A continuación, metió cinco granos de incienso en la cera.

El domingo por la mañana, el Papa celebrará la misa en la Plaza de San Pedro. Al mediodía leerá su mensaje de Pascua para el mundo.

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