Historia de fantasmas



¿Hologramas o apariciones?
Los fantasmas adoptan formas diferentes, se presentan en loslugares más insospechados y se aparecen a toda clase de personas. Pero¿qué son exactamente estas apariciones? ¿Qué es lo que las provoca?
Antes de que su novela "La letra escarlata" le hiciera famoso, elescritor norteamericano Nathaniel Hawthorne era un oficial de aduanasde Boston. Por aquel entonces, en la década de 1830, iba cada día a labiblioteca Athenaeum para investigar y escribir durante unas cuantashoras. Entre los demás clientes asiduos de la biblioteca figuraba elreverendo doctor Harris, clérigo octogenario que se había sentadodurante años en "su" silla junto a la chimenea, leyendo el "Correo deBoston".

El fantasma del Dr. Harris
Hawthorne nunca había hablado con él, ya que las conversacionesestaban estrictamente prohibidas en la sala de lectura, pero el doctorHarris constituía casi un mueble de aquella estancia. El novelista sesorprendió una noche cuando un amigo le comunicó que el anciano habíamuerto hacia algún tiempo. Se quedó todavía más sorprendido cuando, aldía siguiente, encontró al clérigo en su silla habitual leyendo elperiódico. Durante semanas Hawthorne siguió viendo al doctor Harris consu aspecto de siempre, perfectamente saludable.

Una de las cosas que dejaron perplejo a Hawthorne fue el hecho deque muchos de los otros lectores que frecuentaban el lugar habían sidoamigos íntimos del doctor Harris. Entonces, ¿por qué no le veían? ¿Oacaso le veían pero les ocurría como a Hawthorne y no queríanmolestarse en admitir su "presencia"? Otro factor que confundió aHawthorne retrospectivamente era el hecho de no sentir el deseo detocar la figura o quizá de arrebatarle el periódico de las manos."Acaso tenía miedo de destruir la ilusión y una buena historia defantasmas."

A veces el caballero parecía mirar a Hawthorne como sí esperara queél "entrara en conversación". Pero... en la sala de lectura delAthenaeum las conversaciones estaban estrictamente prohibidas y yo nome podría haber dirigido a la aparición sin llamar la atención ydespertar indignantes miradas. Y qué absurdo hubiera parecido yo aldirigirme solemnemente a lo que habría parecido ante los ojos del restode las personas como una silla vacía.

"Además -concluye Hawthorne en un último alarde de urbanidad-, eldoctor Harris y yo no habíamos sido presentados." Al cabo de algunosmeses. Hawthorne entró en el Athenaeum de nuevo y halló la silla vacía,tras lo cual no volvió a ver nunca más al doctor Harris.


Nathaniel Hawthorne, vio al fantasmas del Dr. Harris durante varios meses.

El único inconveniente en considerar esta historia como testimoniode hechos psíquicos radica en que es la declaración de un autor queescribió numerosas narraciones cuyo tema era lo sobrenatural. Hawthorneera amigo de Edgar Allan Poe y de Herman Melville, quienes escribieronsobre el reino de lo desconocido. Por otro lado, Hawthorne se interesópor los fenómenos de los fantasmas después de trasladarse a una casa deMassachusetts que, se decía, estaba encantada desde hacía años. Acercade este lugar escribió: "Mientras estaba sentado en el salón durante eldía he tenido a menudo la sensación de que había alguien en lasventanas, pero al mirar hacia ellas descubría que no había nadie".



En ninguno de los dos casos -el de su casa y el del doctor Harris-parece que Hawthorne haya intentado adornar la historia y, sin embargo,su fama es la de un gran escritor de cuentos, acostumbrado a dotar asus narraciones de un principio y un final satisfactorio. Como cuentode fantasmas de ficción, la historia del doctor Harris sería sosa ycarente de interés, pero como prueba evidente de una aparición tieneuna calidad excepcional.

Así pues, ¿qué es lo que vio Hawthorne? Para mucha gente, larespuesta inmediata sería que contempló el espíritu terrenal del doctorHarris, vinculado de algún modo al lugar donde solía "aparecer" envida. Otros dirían que el fantasma era una proyección del recuerdo queHawthorne tenía del anciano, haciéndose eco de la madre de Hamletcuando comentaba acerca de las visiones de su hijo: "Eso es purainvención de tu imaginación." Más recientemente, investigadores defenómenos sobrenaturales sugerirían que la persona aparente mentesólida situada junto al fuego era una especie de "registro" espiritualdejado por el difunto en su entorno, el cual era recibido de algún modopor la mente de Hawthorne de la misma forma que un aparato detelevisión recibe una transmisión.

Una cosa es segura: Nathaniel Hawthorne no era ni mucho menos elúnico que vio "fantasmas" o, como prefieren los parapsicólogoscompetentes y los investigadores de fenómenos psíquicos, "apariciones".Desde las épocas más primitivas, todas las civilizaciones han dejadoconstancia de los fantasmas: algunas como mera generalidad, como partedel folklore, mientras que en otras se han producido ejemploshistóricos específicos.

Unos 500 años antes, en plena Edad Media, un monje benedictinollamado hermano Jean Goby asumió un caso de investigación psíquica yregistró todos los hechos con escrupuloso cuidado. Aunque a los ojosmodernos el incidente parezca en un principio lo suficientementeextraño como para ser ignorado, el caso Goby fue tan raro en la épocaen que ocurrió que merece ser estudiado.

El caso Gody
En diciembre de 1323 murió un comerciante de Alais, localidad delsur de Francia. Su nombre era Guy de Torno, y se decía que días despuésde su muerte había vuelto para aparecerse a su viuda en forma de "vozde espíritu". La noticia sobre este persistente "fantasma" se esparciópor la ciudad de Avignon, a 65 kilómetros del lugar, donde el papa JuanXXII tenía entonces su residencia. El papa se impresionó por este hechoy nombró al hermano Jean Goby, prior de la abadía benedictina de Alais,para que investigara.
Acompañado por tres de sus hermanos benedictinos y por cerca decien de los ciudadanos más respetados del pueblo, el hermano Jeanexaminó la casa y los jardines por si había alguna trampa escondida oefectos de sonido anormales. Después situó a un vigilante alrededor dellugar para mantener alejados a los visitantes. El foco de lasmanifestaciones fantasmales era el dormitorio. Goby pidió a la viudaque se acostara en la cama junto a "una respetable anciana", mientraslos cuatro monjes se sentaban cada uno en una esquina.

Los monjes recitaron entonces el oficio de difuntos y prontoempezaron a percibir en el aire un sonido parecido al que produciríauna escoba rígida arrastrándose por el suelo. La viuda gritó llena deterror. Goby preguntó en voz alta si el sonido procedía del difunto yuna voz contestó: "Si. Soy él."

En ese momento se dejó entrar a algunos de los ciudadanos en lahabitación como testigos y se situaron formando un circulo alrededor dela cama. La voz les aseguró que no era un emisario del diablo-suposición corriente en la época medieval- sino el espíritu terrenalde Guy de Torno, condenado a rondar su vieja casa por los pecados quehabía cometido allí. Añadió que tenía esperanzas de subir al cielo unavez acabado su periodo de purgatorio. También dijo al hermano Jean quesabía que llevaba la Eucaristía escondida bajo su hábito. Este detallesólo lo conocía Goby. El espíritu continuó diciendo que su principalpecado había sido el adulterio, que en aquellos tiempos era castigadocon la excomunión del Sacramento. Entonces el espíritu "suspiró ypartió". El hermano Jean redactó su informe y lo envió al papa deAvignon. A pesar del rigor con el que se llevó a cabo la investigación,queda en pie el hecho de que el ruido y el "suspiro" podían haber sidoprovocados por el mistral, viento que sopla por aquella parte deFrancia en invierno. La misma "voz" podría haber sido producida porventriloquia por parte de la viuda -consciente o inconscientemente-,sobre todo si sospechaba la infidelidad de su marido y queríadesacreditar su memoria.

Batallas Fantasmas
Otra impresionante investigación, esta vez sobre una "aparición enmasa", fue llevada a cabo en 1644 por una serie de prestigiososoficiales del ejército inglés. El 23 de octubre de 1643, las tropasmonárquicas, bajo el mando del príncipe Rupert del Rin (sobrino del reyCarlos 1), y las parlamentarias, al mando de Oliver Cromwell, libraronla primera batalla de la Guerra Civil inglesa en Edgehill(Warwickshire).
Un mes después, varios pastores locales vieron y oyeron en elmismo lugar lo que al principio pensaron que era otra batalla: lacaballería, las armas de fuego, el relumbrante acero. Cuando de repentetodo aquel cuadro desapareció, se asustaron y huyeron. El día deNochebuena la batalla fantasma se escenificó de nuevo y fue tanconvincente que un impresor de Londres entrevistó a varios testigos ypublicó un relato del fenómeno.

Esto intrigó al rey, quien nombro una comisión de oficiales delejército para que investigaran en su nombre. A su vuelta, los oficialestrajeron una detallada confirmación de las noticias. No sólo habíanentrevistado a los pastores, sino que en dos ocasiones habían vistoellos mismos la batalla, reconociendo a un gran número de hombres quehabían muerto y también al príncipe Rupert, que todavía estaba convida. A partir de esto se sugirió que el fenómeno fue una especie de"segunda escenificación", más que una aparición de espectros deespíritus que volvían de la muerte.

La batalla fantasma de Edgehill tiene un curioso paralelo enEspaña, localizado en el desfiladero de Roncesvalles (Navarra),escenario de la derrota de las tropas francesas al mando de Roldán,sobrino del emperador Carlomagno, en 778. Se dice que en las noches deluna llena se escuchan allí los sonidos de aquel trágico encuentro:oraciones, gritos de agonía... y acaso también el lejano sonido delcuerno de caza con el que Roldán moribundo pidió auxilio.


Fuente: http://www.lo-inexplicable.com.ar/articulo.asp?cat=73&art=35