Caspa
Caspa (Pityriasis capitis) es la formación excesiva de hojuelas o costras de piel muerta formada en el cuero cabelludo. A pesar de que es normal que las células de piel se mueran y formen hojuelas, algunas personas, ya sea crónicamente o como resultado de ciertas dolencias, experimentan una cantidad anormal de éstas, lo cual suele ser acompañado de enrojecimiento e irritación. La mayoría de las causas pueden ser tratadas con un champú especializado o con remedios caseros comunes.
La caspa también puede ser un síntoma de la seborrea, la psoriasis, la micosis o de pediculosis. Es recomendable evitar rascarse excesivamente. Rascarse hasta quebrar la piel puede aumentar el riesgo de infecciones, particularmente de Staphylococcus aureus y Streptococos. A pesar de que estas infecciones son el mayor riesgo de la caspa, muchas personas la tratan únicamente porque puede causar problemas sociales o de autoestima.
Causas
A medida que crece la piel, las células epidérmicas son empujadas hacia afuera donde acaban por morir y caer como hojuelas de la cabeza. En la mayoría de las personas, estas hojuelas son demasiado pequeñas como para ser visibles. Sin embargo, ciertas condiciones pueden causar que el ritmo de cambio de las células sea inusualmente veloz, siendo especialmente común en el cuero cabelludo. En las personas con caspa, las células de la piel pueden morir y ser reemplazadas aproximadamente una vez cada dos semanas; al contrario de personas sin caspa en quienes tarda alrededor de un mes. El resultado es que las células muertas caen en bloques grandes que aparecen como pequeños trozos o manchas grisáceas en el cuero cabelludo.
La caspa es comprendida como el resultado de una combinación de factores. De éstos, sólo algunos han sido investigados en profundidad.
La causa más común de la caspa es el hongo FM (previamente conocido como el Pityrosporum ovale). Este hongo se encuentra naturalmente en la superficie de la piel tanto de personas saludables como de aquellos con caspa. El hongo metaboliza la grasa humana, resultando en un producto secundario que es antihigiénico. Cuando el hongo Malassezia furfur crece demasiado rápido, la renovación natural de las células resulta afectada y aparece la picazón. Otros hongos pueden tener papeles similares en la causa de la caspa, al igual que ciertas bacterias.
La caspa, de hecho, no es causada por la resequedad del cuero cabelludo.
La caspa mansa puede ser causada por glándulas sebáceas sobrerreactivas. Otros factores causativos incluyen la historia familiar, alergias a alimentos, transpiración excesiva, el uso de jabones alcalinos, micosis, y estrés. Incluso la estación del año puede contribuir al problema: los inviernos fríos y secos son notorios por traer la caspa o hacerla empeorar. Los síntomas de la caspa también pueden ser agravados por exposición al polvo, la luz ultravioleta, champús demasiado fuertes, y tintes para el cabello. En algunos casos excepcionales, la caspa puede ser causada por el uso excesivo de gel o aerosol fijador.
El medicamento de mayor elección actualmente es Ketoconazol, aunque el Alquitrán de hulla y otros champús menos costosos pueden elegirse como primer intento contra las formas más mansas. El Alquitrán de hulla[1] ha sido cada vez menos favorecido en Estados Unidos debido a sus sospechadas propiedades cancerígenas.
La caspa puede ser síntoma de la seborrea. Joseph Bark resalta que "El enrojecimiento y la picazón de hecho es dermatitis seborrehica, y a menudo ocurre cerca de la unión de la nariz y la zona de las cejas, no sólo en el cuero cabelludo." Lesiones secas, gruesas y bien definidas que consisten de escamas grandes y de aspecto plateado pueden ser asociadas con la psoriasis menos común del cuero cabelludo.
Los cambios estacionales, el estrés y ciertas enfermedades también parecen afectar a la seborrea. El aire frío y seco del otoño y del invierno a menudo desata una recaída. El estrés emocional puede también empeorar el cuadro.
La caspa simple no causa la pérdida del cabello.
Nutrición
La caspa puede ser relacionada en algunos casos con mala nutrición, particularmente a deficiencias de zinc. El zinc puede encontrarse en alimentos como las ostras, el pavo, el cerdo y algunos tipos de frutos secos.
La ingesta diaria recomendada de zinc ronda los 10 mg, una cantidad menor para los bebés, niños y adolescentes (por su menor masa corporal) y algo mayor para las mujeres embarazadas y durante la lactancia.
Tratamiento
La aparición de las hojuelas puede reducirse, especialmente en aquellos que sufren de casos mansos de caspa, a través del cuidado personal apropiado. Algunas personas evitan, equivocadamente, lavar su cabello, creyendo que el efecto resecador del champú empeorará su caspa. Sin embargo, al lavarse el pelo con regularidad, la piel muerta de hecho es retirada antes de que pueda acumularse en hojuelas más grandes y notables. El uso de champús basados en ácidos ayuda a restaurar la acidez al cuero cabelludo, descomponiendo los aceites y evitando que las células de piel muertas se acumulen en montones visibles. Sin embargo, los champús con una medicación más mansa o champús no marcados para tratar la seborrea pueden tener poco o ningún efecto en el enrojecimiento y la irritación.
Las formas severas de la caspa, particularmente si son acompañadas por la formación de hojuelas o escamas en otras partes del cuerpo, deberían tratarse por un dermatólogo. La caspa puede ocurrir en conjunto con condiciones de piel tales como la seborrea y la psoriasis. La caspa varía de una persona a otra. Puede ser necesario probar varios champús con ingredientes activos diferentes (sulfuro de selenio, alquitrán, ácido salicílico, piritionato de zinc, ketoconazol[2] ) para encontrar el más adecuado para cada individuo en particular. Además, un individuo puede encontrar que alternar entre diferentes tratamientos sea más efectivo que apegándose a un régimen único, que puede volverse menos efectivo con el paso del tiempo.
Se ha determinado que la actividad de eliminación de hongos que tiene el aceite de las hojas de un árbol de té (Melaleuca alternifolia) es útil en el tratamiento de la caspa y se debe utilizar echando agua al pelo al mismo tiempo.
La caspa también puede ser un síntoma de la seborrea, la psoriasis, la micosis o de pediculosis. Es recomendable evitar rascarse excesivamente. Rascarse hasta quebrar la piel puede aumentar el riesgo de infecciones, particularmente de Staphylococcus aureus y Streptococos. A pesar de que estas infecciones son el mayor riesgo de la caspa, muchas personas la tratan únicamente porque puede causar problemas sociales o de autoestima.
Causas
A medida que crece la piel, las células epidérmicas son empujadas hacia afuera donde acaban por morir y caer como hojuelas de la cabeza. En la mayoría de las personas, estas hojuelas son demasiado pequeñas como para ser visibles. Sin embargo, ciertas condiciones pueden causar que el ritmo de cambio de las células sea inusualmente veloz, siendo especialmente común en el cuero cabelludo. En las personas con caspa, las células de la piel pueden morir y ser reemplazadas aproximadamente una vez cada dos semanas; al contrario de personas sin caspa en quienes tarda alrededor de un mes. El resultado es que las células muertas caen en bloques grandes que aparecen como pequeños trozos o manchas grisáceas en el cuero cabelludo.
La caspa es comprendida como el resultado de una combinación de factores. De éstos, sólo algunos han sido investigados en profundidad.
La causa más común de la caspa es el hongo FM (previamente conocido como el Pityrosporum ovale). Este hongo se encuentra naturalmente en la superficie de la piel tanto de personas saludables como de aquellos con caspa. El hongo metaboliza la grasa humana, resultando en un producto secundario que es antihigiénico. Cuando el hongo Malassezia furfur crece demasiado rápido, la renovación natural de las células resulta afectada y aparece la picazón. Otros hongos pueden tener papeles similares en la causa de la caspa, al igual que ciertas bacterias.
La caspa, de hecho, no es causada por la resequedad del cuero cabelludo.
La caspa mansa puede ser causada por glándulas sebáceas sobrerreactivas. Otros factores causativos incluyen la historia familiar, alergias a alimentos, transpiración excesiva, el uso de jabones alcalinos, micosis, y estrés. Incluso la estación del año puede contribuir al problema: los inviernos fríos y secos son notorios por traer la caspa o hacerla empeorar. Los síntomas de la caspa también pueden ser agravados por exposición al polvo, la luz ultravioleta, champús demasiado fuertes, y tintes para el cabello. En algunos casos excepcionales, la caspa puede ser causada por el uso excesivo de gel o aerosol fijador.
El medicamento de mayor elección actualmente es Ketoconazol, aunque el Alquitrán de hulla y otros champús menos costosos pueden elegirse como primer intento contra las formas más mansas. El Alquitrán de hulla[1] ha sido cada vez menos favorecido en Estados Unidos debido a sus sospechadas propiedades cancerígenas.
La caspa puede ser síntoma de la seborrea. Joseph Bark resalta que "El enrojecimiento y la picazón de hecho es dermatitis seborrehica, y a menudo ocurre cerca de la unión de la nariz y la zona de las cejas, no sólo en el cuero cabelludo." Lesiones secas, gruesas y bien definidas que consisten de escamas grandes y de aspecto plateado pueden ser asociadas con la psoriasis menos común del cuero cabelludo.
Los cambios estacionales, el estrés y ciertas enfermedades también parecen afectar a la seborrea. El aire frío y seco del otoño y del invierno a menudo desata una recaída. El estrés emocional puede también empeorar el cuadro.
La caspa simple no causa la pérdida del cabello.
Nutrición
La caspa puede ser relacionada en algunos casos con mala nutrición, particularmente a deficiencias de zinc. El zinc puede encontrarse en alimentos como las ostras, el pavo, el cerdo y algunos tipos de frutos secos.
La ingesta diaria recomendada de zinc ronda los 10 mg, una cantidad menor para los bebés, niños y adolescentes (por su menor masa corporal) y algo mayor para las mujeres embarazadas y durante la lactancia.
Tratamiento
La aparición de las hojuelas puede reducirse, especialmente en aquellos que sufren de casos mansos de caspa, a través del cuidado personal apropiado. Algunas personas evitan, equivocadamente, lavar su cabello, creyendo que el efecto resecador del champú empeorará su caspa. Sin embargo, al lavarse el pelo con regularidad, la piel muerta de hecho es retirada antes de que pueda acumularse en hojuelas más grandes y notables. El uso de champús basados en ácidos ayuda a restaurar la acidez al cuero cabelludo, descomponiendo los aceites y evitando que las células de piel muertas se acumulen en montones visibles. Sin embargo, los champús con una medicación más mansa o champús no marcados para tratar la seborrea pueden tener poco o ningún efecto en el enrojecimiento y la irritación.
Las formas severas de la caspa, particularmente si son acompañadas por la formación de hojuelas o escamas en otras partes del cuerpo, deberían tratarse por un dermatólogo. La caspa puede ocurrir en conjunto con condiciones de piel tales como la seborrea y la psoriasis. La caspa varía de una persona a otra. Puede ser necesario probar varios champús con ingredientes activos diferentes (sulfuro de selenio, alquitrán, ácido salicílico, piritionato de zinc, ketoconazol[2] ) para encontrar el más adecuado para cada individuo en particular. Además, un individuo puede encontrar que alternar entre diferentes tratamientos sea más efectivo que apegándose a un régimen único, que puede volverse menos efectivo con el paso del tiempo.
Se ha determinado que la actividad de eliminación de hongos que tiene el aceite de las hojas de un árbol de té (Melaleuca alternifolia) es útil en el tratamiento de la caspa y se debe utilizar echando agua al pelo al mismo tiempo.
fuente: wikipedia.org
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