Por qué Argentina hizo un papelón histórico en Bolivia
Desde un planteo que subestimó a la altura y el rival, hastajugadores que cumplieron un ciclo. Qué factores hicieron posible elcategórico 6-1.
Por Esteban Bekerman (*)
Maradona erró en la elección de los jugadores. Pero ellos también fallaron, y mucho. | Foto: EFE
"Tratá de tener la pelota, hacé lo que puedas", se leyó en loslabios de Maradona cuando, con el partido ya totalmente definido enfavor de Bolivia, hizo entrar a Daniel Montenegro con un objetivo quedebiera haber tenido antes: no permitir que los locales pudieranmanejar el partido a su antojo, especulando con un planteocontragolpeador que, esta visto, de nada sirvió.
Claro que no sólo por esa idea casi suicida de dejar campo y pelotaen los pies de Bolivia la Selección terminó sufriendo una de lasderrotas más humillantes de su historia. Hubo también actuacionesindividuales muy flojas, así como otro tipo de falencias quedeterminaron un resultado que ni el más optimista boliviano seimaginaba. A continuación, un resumen punto por punto de esos factoresque incidieron en la goleada:
1) La defensa: Fracasó totalmente. Mientras la parejacentral Demichelis-Heinze fue absolutamente impotente para frenar a losgoleadores Botero y Martins, los laterales nunca cerraron bien a susespaldas. En el caso de Zanetti, además, debe computarse el penal quesignificó el 2-1 para Bolivia como una muestra no sólo de la terribletarde del equipo en lo defensivo, sino también de qué reporta insistircon un jugador que claramente ya cumplió su ciclo en la Selección.
2) El planteo: La intención de Maradona de esperar en campopropio y salir de contragolpe desgastó rápidamente a Messi y Tevez, queterminaron ahogados ya en el primer tiempo. Faltó, además, un engancheque "sacara" de ese encierro al equipo jugando a espaldas de losmediocampistas adversarios y juntándose con los delanteros para llegartocando o con pelotazos. Gago puede cumplir esa tarea, pero anteBolivia se mostró muy retenido y hasta perdido en la cancha.
3) Los intérpretes elegidos: Ausente Jonás Gutiérrez por laizquierda, Maradona eligió cambiar de banda a Maxi Rodríguez, quedemostró no estar cómodo allí. Por la derecha, y más allá de su tiropara el fugaz 1-1, Luis González tampoco colaboró para que Argentina sedefendiera con la pelota y no sin ella. Y también se equivocó el DT alinsistir con Zanetti y Heinze, quienes volvieron a demostrar falenciaslargamente conocidas y repetidas en sus últimos tiempos con laalbiceleste.
4) La subestimación de la altura: No aprender de la historiaes uno de los pecados más graves del fútbol argentino desde hacetiempo. Y Maradona no tuvo en cuenta que ganar en La Paz es posible,pero siempre con un período de aclimatamiento previo de unos días en ellugar. Así pasó en el '73 con aquella selección que ganó 1-0 con gol deFornari, y también para que fuera posible el 2-1 conseguido por elequipo de José Pekerman en 2005.
5) La subestimación del rival: Ligado íntimamente alanterior, este punto no sólo tiene que ver con los antecedentes entreargentinos y bolivianos en la altura, sino también con las trayectoriasy los presentes de Botero y Martins, los delanteros que son sin dudaslo mejor de Bolivia y a los que el DT argentino no prestó evidentementedemasiada atención. De haber tenido cada uno una marca más personal oatenta a sus movimientos, la historia seguramente hubiese sidodistinta.
6) La falta de fuego sagrado: Aún sigue faltando esecaudillo que empuje al equipo en los momentos de adversidad. Parecíaque Demichelis podía asumir ese rol, pero esta actuación deja bastantesdudas al respecto. Y tampoco Mascherano ni Gago terminan de emergercomo tales. Si ellos no pueden pegar un grito, retemplar ánimos ydestacarse en cuanto a concentración, solidaridad o espíritu guerrero,mucho menos podrá hacerlo un Messi, un Agüero o un Di María.
(*) redactor de Perfil.com
Fuente
Por Esteban Bekerman (*)
Maradona erró en la elección de los jugadores. Pero ellos también fallaron, y mucho. | Foto: EFE
"Tratá de tener la pelota, hacé lo que puedas", se leyó en loslabios de Maradona cuando, con el partido ya totalmente definido enfavor de Bolivia, hizo entrar a Daniel Montenegro con un objetivo quedebiera haber tenido antes: no permitir que los locales pudieranmanejar el partido a su antojo, especulando con un planteocontragolpeador que, esta visto, de nada sirvió.
Claro que no sólo por esa idea casi suicida de dejar campo y pelotaen los pies de Bolivia la Selección terminó sufriendo una de lasderrotas más humillantes de su historia. Hubo también actuacionesindividuales muy flojas, así como otro tipo de falencias quedeterminaron un resultado que ni el más optimista boliviano seimaginaba. A continuación, un resumen punto por punto de esos factoresque incidieron en la goleada:
1) La defensa: Fracasó totalmente. Mientras la parejacentral Demichelis-Heinze fue absolutamente impotente para frenar a losgoleadores Botero y Martins, los laterales nunca cerraron bien a susespaldas. En el caso de Zanetti, además, debe computarse el penal quesignificó el 2-1 para Bolivia como una muestra no sólo de la terribletarde del equipo en lo defensivo, sino también de qué reporta insistircon un jugador que claramente ya cumplió su ciclo en la Selección.
2) El planteo: La intención de Maradona de esperar en campopropio y salir de contragolpe desgastó rápidamente a Messi y Tevez, queterminaron ahogados ya en el primer tiempo. Faltó, además, un engancheque "sacara" de ese encierro al equipo jugando a espaldas de losmediocampistas adversarios y juntándose con los delanteros para llegartocando o con pelotazos. Gago puede cumplir esa tarea, pero anteBolivia se mostró muy retenido y hasta perdido en la cancha.
3) Los intérpretes elegidos: Ausente Jonás Gutiérrez por laizquierda, Maradona eligió cambiar de banda a Maxi Rodríguez, quedemostró no estar cómodo allí. Por la derecha, y más allá de su tiropara el fugaz 1-1, Luis González tampoco colaboró para que Argentina sedefendiera con la pelota y no sin ella. Y también se equivocó el DT alinsistir con Zanetti y Heinze, quienes volvieron a demostrar falenciaslargamente conocidas y repetidas en sus últimos tiempos con laalbiceleste.
4) La subestimación de la altura: No aprender de la historiaes uno de los pecados más graves del fútbol argentino desde hacetiempo. Y Maradona no tuvo en cuenta que ganar en La Paz es posible,pero siempre con un período de aclimatamiento previo de unos días en ellugar. Así pasó en el '73 con aquella selección que ganó 1-0 con gol deFornari, y también para que fuera posible el 2-1 conseguido por elequipo de José Pekerman en 2005.
5) La subestimación del rival: Ligado íntimamente alanterior, este punto no sólo tiene que ver con los antecedentes entreargentinos y bolivianos en la altura, sino también con las trayectoriasy los presentes de Botero y Martins, los delanteros que son sin dudaslo mejor de Bolivia y a los que el DT argentino no prestó evidentementedemasiada atención. De haber tenido cada uno una marca más personal oatenta a sus movimientos, la historia seguramente hubiese sidodistinta.
6) La falta de fuego sagrado: Aún sigue faltando esecaudillo que empuje al equipo en los momentos de adversidad. Parecíaque Demichelis podía asumir ese rol, pero esta actuación deja bastantesdudas al respecto. Y tampoco Mascherano ni Gago terminan de emergercomo tales. Si ellos no pueden pegar un grito, retemplar ánimos ydestacarse en cuanto a concentración, solidaridad o espíritu guerrero,mucho menos podrá hacerlo un Messi, un Agüero o un Di María.
(*) redactor de Perfil.com
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