Homenaje a los héroes


hay que mirar allá
hay que mirar allá
porque la sangre ha quedado pegada con la nieve
hay que mirar allá
porque la patria ha sembrado coronas de laureles
hay que mirar allá
porque ha vibrado el alarido patrio de esa gente
y hay a que mirar allá
porque olvidarlos no es cosa de varones ni valientes
ha quedado la patria en un gemido que brama entre los ojos y la frente
y hay que gritar que allá quedaron ellos
esperando la mano que sostiene
y que lleva la gloria inaccesible más allá de la guerra y de la muerte
hay hechos asombrosos que denotan ese espíritu criollo noble y fuerte
que no puede agotarse en los gorrones ni nació para sedes mercaderes

hay que mirar allá, de madrugada
cuando el sol se levanta por el este
y saluda a los mares de la patria
levantando la bóveda celeste
hay que mirar allá, de mediodía
cuando el sol se refleja en sus paredes
y hay que mirar allá, cuando en la tarde
la neblina en sus ojos nos conviene
por un gasto marchito de epopeya temblando para siempre

y hay que mirar también cuando la luna fecunda las honduras de su vientre
pedazo de la patria
hay que mirarte con el amor de las pupilas ardientes
porque allí donde yacen los recuerdos el mar los llama con sus voz potente
y en cada ola que salta por sus riscos resuena un alarido intermitente
es el alarido de un hermano criollo que esta esperando al otro que no vuelve

hay que mirar allá en la alta noche
hay algo que de lejos ya se viene
como si la sombra de la patria
surgiera el sortilegio que no tiene

porque esa voz del mar y de los siglos
tiene un hondo lamento que nos hiere
y es el hondo lamento de una herida
abierta en el confín del continente
una herida que sangra mientras dure la cadena tiránica y potente

hay que mirar allá
en la alta noche hay algo que de lejos ya se viene
como si las sombras de la patria surgiera el sortilegio que no tiene
porque esa voz del mar y de los siglos
tiene un hondo lamento que nos hiere

hay que mirar allá
junto a la sangre quedó flotado un fuego incandescente
que ha de fundir la nieve de la historia
cuando alguien grite desde el mar Presente
y alguna primavera milagrosa llene
de flores su árida simiente
hay que mirar allá
la sangre bulle junto a la roca viva, persistente
la sangre de los héroes nos espera
y hay que gritarle desde ya presente.

Abril bajo la Cruz del Sur




Abril es difícil si uno es argentino... si uno es argentino y consciente. Tal vez cualquier ciudadano inglés no tiene la menor afección al respecto: una guerra del siglo pasado, que vencieron con un ejército entrenado, en islas lejanas y desconocidas.
Mejor es gritar un gol de Tévez.
Para nosotros es imborrable, la neblina espesa, el dolor rojo punzó, la cara desorientada de tantos adolescentes en el frente de batalla.
Blancas son esas cruces, como frío el metas de las armas y cálido el recuerdo de los que no volvieron de Malvinas.