¿Está todo dicho sobre la dictadura?

Las respuestas de ocho ciudadanos de la cultura, de los medios, lapolítica, la justicia y el gremialismo dan cuenta de los déficit queaún sobrelleva la sociedad para exorcizarse. Para la mayoría falta aúnjuzgar la política económica del 76



Falta algo esencial: que se les diga a las familias dóndeestán. “Falta lo esencial: que se le diga a cada familiar dedesaparecidos cómo murieron, dónde están, de qué se los acusó, qué fueexactamente lo que sucedió y quiénes son los responsables de lo queocurrió con ellos, para que enfrenten el juicio que corresponde. Esdecir, aún falta todo, o casi todo, porque es cierto que algunas cosasse hicieron. Pero por ahora lo que existe son más bien las grandesdeclaraciones de principios, lo que no está mal porque demuestra que yase perdió cierto miedo. Hay mucho camino que recorrer. Se hizo, perofalta mucho".
Ernestina Pais, conductora de radio y televisión, su padre está desaparecido.

La historia aún la está escribiendo el pueblo. “No está tododicho sobre la dictadura militar. La historia se está escribiendo. Seestán juntando las piezas con la contribución fundamental y única delpueblo. Contra la voluntad de los genocidas que se han llamado asilencio. Tenemos bastante, pero no todo. Tenemos narraciones,documentación escrita, pruebas. Cada uno tiene que decir lo que sabe,para que podamos encontrar a los 30 mil desaparecidos y a los tantosnietos que aún seguimos buscando. Estamos parados sobre 25 años degobierno en democracia. Hay una fuerte voluntad de Estado de no olvidary de dar cada vez más espacio a la memoria. Los responsables –porahora, sólo los máximos responsables– están siendo enjuiciados. Losorganismos estamos conformes con la política de Estado actual. Es muyexpresiva en lo que es la memoria, la verdad y la justicia. También haydeudas. La deuda histórica es la reparación para todos. El puebloargentino fue víctima.”
Estela Barnes de Carlotto (presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo)

Todavía no fue sancionado el proyecto económico del golpe.“El sistema de desaparición, secuestro, tortura y muerte que se instalóel 24 de marzo de1976 fue motivado por un proyecto económico que aún nofue investigado ni sancionado. La decisión de investigar y esclarecerestos hechos no deja de ser una situación ideológica que dependerá decada juez y del posicionamiento que cada uno tenga sobre los paradigmasactuales sobre los derechos humanos. Con jueces democráticos estosdelitos de lesa humanidad se van a esclarecer; con jueces autoritarios,jamás. El paso del tiempo no hace más que garantizar la impunidad, yevitarlo depende de la voluntad del Estado, en este caso del aparatojudicial.”
Carlos Rozansky (juez del Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata;juzgó a los represores Miguel Etchecolatz y al capellán Christian vonWernich)

Falta considerar la idea de que hubo un genocidio. “Aunquese hayan anulado las leyes de Obediencia Debida y de Punto Final, siguependiente que se haga justicia. Falta considerar que lo que ocurrió fueun genocidio y que no se trata de delitos comunes. Hasta ahora llegaronal banquillo sólo quienes fueron vistos por algún sobreviviente. Perotendría que ser al revés: que todos los miembros de fuerzas deseguridad que estaban en actividad en la dictadura demuestren que notuvieron nada que ver. Para eso debe haber voluntad política. Tambiénestá pendiente resolver el plan sistemático de robo de bebés. Hay todauna generación que nació entre el 75 y el 80 cuya identidad está enduda. Las herramientas actuales son insuficientes.”
Juliana García (hija de desaparecidos, hermana de la última nieta que recuperó su identidad)

Se ocultó la estrategia de restauración conservadora. “Loque más se ocultó es que el terrorismo de Estado constituyó lacondición indispensable para quebrar cualquier tipo de resistenciapolítica o social a un cambio drástico de la orientación de laspolíticas económicas. Se ocultó que se puso en marcha una estrategia derestauración conservadora impulsada por Henry Kissinger, que consistióen promover una ola sincrónica de dictaduras en América Latina yÁfrica, entre otras cuestiones. Desde el fin de la Segunda GuerraMundial hasta comienzos de los 70, más de dos tercios de la poblacióndel mundo comienza procesos de liberación nacional y revoluciones enAmérica Latina. En el contexto del mundo bipolar, cuestionan laprimacía de los países capitalistas centrales y, ante eso, aparece larestauración conservadora.”
Alcira Argumedo (socióloga)

Falta meter presos a los grandes beneficiarios del saqueo.“La dictadura fue un instrumento de terror impuesto por los grandesgrupos económicos nacionales e internacionales. Se trató de un modeloeconómico de saqueo y entrega que sigue haciendo negocios en laArgentina, tal cual lo mostramos en el juicio por genocidio ante eljuez Baltasar Garzón. El mejor ejemplo que dimos fue la presentación deJosé Alfredo Martínez de Hoz como presidente del directorio de Acindar,en Villa Constitución, que en 1975 abrió en la empresa un centro dedetención junto con la Triple A, la Policía y el Ejército. No por nada,Martínez de Hoz después fue en el ministro de Economía de la dictadura.Aún falta meter presos a los grandes beneficiarios de ese genocidio.
Víctor De Gennaro (secretario de Relaciones Institucionales de la CTA)

Falta que se juzguen los delitos económicos. “Pienso que aúnno se profundizó demasiado, en realidad poco y nada, en todo aquelloque estuvo vinculado con el desastre económico y la corrupción que hubodurante la última dictadura militar. Me parece que debería considerarseese desastre como se lo hace con los delitos de lesa humanidad. Fue tangrande, y se dejó de lado todo lo referido al aspecto económico. Encuanto a los medios de comunicación, si bien muchos fueron cómplices ocallaron, y los que querían decir algo fueron censurados, no me sientocapaz de juzgar a quienes estaban en esa época.”
Sebastián Wainraich (conductor de radio y televisión)

Si estuviese todo dicho no habría curas cómplices. “Respectodel terrorismo de Estado no está todo dicho porque cuando hablamos dela dictadura no sólo estamos hablando de la dimensión vinculada a lomilitar, sino que en realidad nos referimos a una dictaduracívicomilitar. Una parte de los sectores dominantes fue cómplice y laotra fue parte activa de la represión. Si estuviera todo dicho, notendríamos curas que apoyaron a la dictadura y al mismo tiempoconfesaban a los detenidos en los centros clandestinos de detención. Siestuviera todo dicho, no habría en este momento funcionarios nipolíticos que fueron cómplices de la dictadura. De todos modos, escierto que no se puede juzgar a la sociedad hasta que no juzguemos aquienes estuvieron al frente del gobierno represivo.”
Victoria Donda (diputada nacional por Libres del Sur e hija de desaparecidos)

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