Mogólico, el despectivo que abrió un camino para Amar
Fundación AMAR, orientada al apoyo de chicos con discapacidad,trabajó con Fundación Telefónica en el armado de talleres familiares.Ahora brinda asesoría en todo el país. León Gieco y la película MundoAlas.
“Cuando lo miran en la calle es feo... A mí me duele porque lohacen a un lado, lo miran de otra manera. Otras veces le dicen “baboso”porque a él se le cae la saliva. Y yo tengo que ir y decirles: ¿Por quéle dijiste eso?”.
Mauro tiene 10 años y un hermano con Síndrome de Down. Eso quecuenta, la manera en que la gente mira a su hermano y en que élreacciona, forma parte de un libro que recopila testimonios de niños yadultos que vivieron su infancia con hermanos con discapacidad.
El libro contiene las experiencias de talleres que la AsociaciónAMAR —una entidad sin fines de lucro— llevó adelante en pueblos yciudades del interior del país, en lugares donde no hay espacios paraescuchar a los chicos que suelen quedar en un segundo plano, a lasombra del hermano que se lleva la toda la atención de sus padres.
“A mi me molesta que le digan enfermita a mi hermana, y yo me agarro a las trompadas para defenderla” (Marcelo).
“Mis amigas no le dicen enfermita, ya saben que tiene un problema” (Ana).
“A mi me pasó una vez que le dijeron mogólica pero después no ledijeron más porque me agarré a las piñas, porque no me gusta quemolesten a mi hermana” (Cristian).
Todos ellos pasaron por situaciones parecidas y las pudieron contaren los talleres de AMAR. El proyecto fue el primero que la Asociaciónllevó adelante con el apoyo de la Fundación Telefónica. Una propuestaque llegó a la compañía a través de sus propios empleados, que secontactaron con la organización y oficiaron de nexo con el sectorempresarial.
“Fundación Telefónica financió todos los talleres para hermanos depersonas con discapacidad durante tres años, en la Ciudad de BuenosAires y en el interior del país”, contó Silvia Lanciano, directoraejecutiva de la organización civil. Los fondos sirvieron para que elequipo de psicólogos que coordinó los talleres viajara a Ushuaia, SanLuis, La Pampa, Santa Rosa, General Pico, Mendoza, Entre Ríos, Paraná,Bariloche y Río Gallegos, entre otras localidades.
Los talleres duraban entre dos y tres jornadas y difícilmente sevolvían a repetir en el año, pero con cada encuentro AMAR forjaba loscimientos de una red que se volvió cada vez más extensa: “Uno de losobjetivos centrales de los talleres es que los hermanos sepan que hayotras personas que les pasa lo mismo y con quienes pueden contar, en elmismo pueblo o en la misma ciudad”, destacó Lanciano.
CERTIFICADOS. La experiencia de trabajo entre laorganización civil y la empresa fue tan positiva que una vez concluidala financiación de los talleres, los voluntarios hicieron una segundapropuesta: asesorar a los integrantes de AMAR para que el Hogar y elCentro de Día para personas discapacitadas que llevan adelante, recibanla certificación ISO 9001.
¿Para que le sirve una certificación ISO 9000 a una ONG como AMAR?Juan Lapetini es uno de los voluntarios de Telefónica que impulsó elproyecto y no duda en responder que la ISO 9000 es una manera desistematizar el trabajo, de organizar y transparentar todos losprocedimientos que se llevan adelante en el Hogar y en el Centro deDía, lo cual genera una tranquilidad extra para las familias queconfían a sus hijos a la institución y es una carta presentación congarantía a la hora de buscar nuevas financiaciones.
De esta manera, indicó Lapetini, no sólo la organización dice que hace las cosas bien sino que alguien externo lo certifica.
El Hogar y el Centro de Día de AMAR funcionan en el barrio porteñode Balvanera. Los voluntarios de Telefónica trabajaron todo el añopasado para que la institución aprobara la certificación ISO 9000 y afin de mes, van a tener una segunda auditoria para la revalidaciónanual.
Los certificadores exigen cada año nuevas metas, para que lasinstituciones se mejoren a si mismas. En el 2007 se sistematizo elregistro de actividades y se ajustaron las metodologías de trabajo. Enel 2008 se afinaron las instalaciones: este momento el Hogar está enobra, hay un pintor y un electricista que trabajan sobre el revoque delas paredes y el cableado del hall central.
Lapetini integra el área de calidad de Telefónica y desde hace dosaños, una vez a la semana, colabora en AMAR en lo que sabe hacer:asesorar a los organismos para que optimicen sus prestaciones yobtengan la certificación.
La Fundación Telefónica asume los costos de la auditoría, que paralas organizaciones civiles son muy elevados, y cede parte del horariolaboral de los empleados que voluntariamente, adscriben al proyecto.
LA ONG. AMAR Tango Danza. Amar la capacidad. Amar lo que síse puede hacer y estimularlo y desarrollarlo al máximo. Hace 34 añosque la Asociación AMAR trabaja con personas que viven con unadiscapacidad, grave o leve, y realiza talleres con sus familiares yseminarios de capacitación para los profesionales que las atienden.Sobre estos tres pilares –el tango como posible salida laboral para losbailarines, los espacios terapéuticos que llevan al interior del país ylos cursos de formación- se asienta este organismo sin fines de lucroque además, fundó un Hogar donde alberga a 25 internos y un Centro deDía, con actividades recreativas para mejorar la calidad de vida deniños y adultos que nacieron con otras capacidades, capacidadesdiferentes a las que tiene la mayoría de la población.
La Compañía AMAR Tango Danza ensaya todas las semanas y ofreceespectáculos artísticos, como cualquier otra compañía. En marzo,estrena una película que el elenco está rodando con León Gieco. Losseminarios de capacitación inscriben a 500 profesionales por año.
LA EMPRESA. La Fundación Telefónica desarrolla proyectos enArgentina desde 1992. El eje de los cuatro programas centrales quelleva adelante –Proniño, Educared, Arte y Nuevas Tecnologías y Forum-,es la educación. No obstante, todos los años, la Fundación concursa lafinanciación de las iniciativas que propongan sus empleados encualquier otro rubro, a través de un programa de voluntarios. Todos lostrabajadores de la compañía están habilitados para presentar unapropuesta y si son seleccionados la empresa los financia en principio,durante 12 meses.
Los voluntarios, que empezaron siendo 30, ya suman 1.182 y en el2008, llevaron adelante 753 proyectos, con un promedio de 10.000 pesosasignados para cada uno, que cubrieron las necesidades más disímilesdesde la reparación de las instalaciones de una escuela rural, hasta laasesoría técnica a la Asociación AMAR para la obtención de lascertificación ISO 9000.
El criterio de selección, según señalaron los voceros de laFundación, es unánime: “Telefónica no hace filantropía a corto plazo,sino que invierte en proyectos de desarrollo, por eso los cuatroprogramas centrales tienen como eje la educación”.
Fuente
“Cuando lo miran en la calle es feo... A mí me duele porque lohacen a un lado, lo miran de otra manera. Otras veces le dicen “baboso”porque a él se le cae la saliva. Y yo tengo que ir y decirles: ¿Por quéle dijiste eso?”.
Mauro tiene 10 años y un hermano con Síndrome de Down. Eso quecuenta, la manera en que la gente mira a su hermano y en que élreacciona, forma parte de un libro que recopila testimonios de niños yadultos que vivieron su infancia con hermanos con discapacidad.
El libro contiene las experiencias de talleres que la AsociaciónAMAR —una entidad sin fines de lucro— llevó adelante en pueblos yciudades del interior del país, en lugares donde no hay espacios paraescuchar a los chicos que suelen quedar en un segundo plano, a lasombra del hermano que se lleva la toda la atención de sus padres.
“A mi me molesta que le digan enfermita a mi hermana, y yo me agarro a las trompadas para defenderla” (Marcelo).
“Mis amigas no le dicen enfermita, ya saben que tiene un problema” (Ana).
“A mi me pasó una vez que le dijeron mogólica pero después no ledijeron más porque me agarré a las piñas, porque no me gusta quemolesten a mi hermana” (Cristian).
Todos ellos pasaron por situaciones parecidas y las pudieron contaren los talleres de AMAR. El proyecto fue el primero que la Asociaciónllevó adelante con el apoyo de la Fundación Telefónica. Una propuestaque llegó a la compañía a través de sus propios empleados, que secontactaron con la organización y oficiaron de nexo con el sectorempresarial.
“Fundación Telefónica financió todos los talleres para hermanos depersonas con discapacidad durante tres años, en la Ciudad de BuenosAires y en el interior del país”, contó Silvia Lanciano, directoraejecutiva de la organización civil. Los fondos sirvieron para que elequipo de psicólogos que coordinó los talleres viajara a Ushuaia, SanLuis, La Pampa, Santa Rosa, General Pico, Mendoza, Entre Ríos, Paraná,Bariloche y Río Gallegos, entre otras localidades.
Los talleres duraban entre dos y tres jornadas y difícilmente sevolvían a repetir en el año, pero con cada encuentro AMAR forjaba loscimientos de una red que se volvió cada vez más extensa: “Uno de losobjetivos centrales de los talleres es que los hermanos sepan que hayotras personas que les pasa lo mismo y con quienes pueden contar, en elmismo pueblo o en la misma ciudad”, destacó Lanciano.
CERTIFICADOS. La experiencia de trabajo entre laorganización civil y la empresa fue tan positiva que una vez concluidala financiación de los talleres, los voluntarios hicieron una segundapropuesta: asesorar a los integrantes de AMAR para que el Hogar y elCentro de Día para personas discapacitadas que llevan adelante, recibanla certificación ISO 9001.
¿Para que le sirve una certificación ISO 9000 a una ONG como AMAR?Juan Lapetini es uno de los voluntarios de Telefónica que impulsó elproyecto y no duda en responder que la ISO 9000 es una manera desistematizar el trabajo, de organizar y transparentar todos losprocedimientos que se llevan adelante en el Hogar y en el Centro deDía, lo cual genera una tranquilidad extra para las familias queconfían a sus hijos a la institución y es una carta presentación congarantía a la hora de buscar nuevas financiaciones.
De esta manera, indicó Lapetini, no sólo la organización dice que hace las cosas bien sino que alguien externo lo certifica.
El Hogar y el Centro de Día de AMAR funcionan en el barrio porteñode Balvanera. Los voluntarios de Telefónica trabajaron todo el añopasado para que la institución aprobara la certificación ISO 9000 y afin de mes, van a tener una segunda auditoria para la revalidaciónanual.
Los certificadores exigen cada año nuevas metas, para que lasinstituciones se mejoren a si mismas. En el 2007 se sistematizo elregistro de actividades y se ajustaron las metodologías de trabajo. Enel 2008 se afinaron las instalaciones: este momento el Hogar está enobra, hay un pintor y un electricista que trabajan sobre el revoque delas paredes y el cableado del hall central.
Lapetini integra el área de calidad de Telefónica y desde hace dosaños, una vez a la semana, colabora en AMAR en lo que sabe hacer:asesorar a los organismos para que optimicen sus prestaciones yobtengan la certificación.
La Fundación Telefónica asume los costos de la auditoría, que paralas organizaciones civiles son muy elevados, y cede parte del horariolaboral de los empleados que voluntariamente, adscriben al proyecto.
LA ONG. AMAR Tango Danza. Amar la capacidad. Amar lo que síse puede hacer y estimularlo y desarrollarlo al máximo. Hace 34 añosque la Asociación AMAR trabaja con personas que viven con unadiscapacidad, grave o leve, y realiza talleres con sus familiares yseminarios de capacitación para los profesionales que las atienden.Sobre estos tres pilares –el tango como posible salida laboral para losbailarines, los espacios terapéuticos que llevan al interior del país ylos cursos de formación- se asienta este organismo sin fines de lucroque además, fundó un Hogar donde alberga a 25 internos y un Centro deDía, con actividades recreativas para mejorar la calidad de vida deniños y adultos que nacieron con otras capacidades, capacidadesdiferentes a las que tiene la mayoría de la población.
La Compañía AMAR Tango Danza ensaya todas las semanas y ofreceespectáculos artísticos, como cualquier otra compañía. En marzo,estrena una película que el elenco está rodando con León Gieco. Losseminarios de capacitación inscriben a 500 profesionales por año.
LA EMPRESA. La Fundación Telefónica desarrolla proyectos enArgentina desde 1992. El eje de los cuatro programas centrales quelleva adelante –Proniño, Educared, Arte y Nuevas Tecnologías y Forum-,es la educación. No obstante, todos los años, la Fundación concursa lafinanciación de las iniciativas que propongan sus empleados encualquier otro rubro, a través de un programa de voluntarios. Todos lostrabajadores de la compañía están habilitados para presentar unapropuesta y si son seleccionados la empresa los financia en principio,durante 12 meses.
Los voluntarios, que empezaron siendo 30, ya suman 1.182 y en el2008, llevaron adelante 753 proyectos, con un promedio de 10.000 pesosasignados para cada uno, que cubrieron las necesidades más disímilesdesde la reparación de las instalaciones de una escuela rural, hasta laasesoría técnica a la Asociación AMAR para la obtención de lascertificación ISO 9000.
El criterio de selección, según señalaron los voceros de laFundación, es unánime: “Telefónica no hace filantropía a corto plazo,sino que invierte en proyectos de desarrollo, por eso los cuatroprogramas centrales tienen como eje la educación”.
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