Aumenta la intolerancia racial en EE.UU.
Aumenta la intolerancia racial en EE.UU.
Alberto Armendariz
Para LA NACION
NUEVA YORK.- Alimentados en parte por la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama y el rechazo a la inmigración latina, a raíz de una lucha que consideran desleal por los puestos de trabajo en plena crisis económica, los grupos racistas en EE.UU. han crecido en el último año, según advirtió una reconocida ONG que lucha contra la discriminación racial.
De 888 grupos que había en 2007 se pasó a 926, lo que representa un incremento de más del 4 por ciento y un considerable aumento desde el año 2000, cuando había registradas 602 asociaciones racistas, revela el último informe de Southern Poverty Law Center.
Además de los ataques a la población negra, esas organizaciones han centrado su ira contra los latinos. Ese creciente resentimiento es respaldado por las estadísticas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que indican que en los últimos cinco años aumentaron en un 40% los ataques raciales contra latinos.
Dos hechos recientes de ataques a latinoamericanos causaron estupor en Estados Unidos. En uno de ellos, un ecuatoriano, José Sucuzhanay, fue asesinado tras ser golpeado con un bate de aluminio en diciembre pasado en Nueva York. Un mes antes, siete adolescentes de Long Island fueron acusados de homicidio por la muerte a puñaladas de otro inmigrante ecuatoriano, Marcelo Lucero.
Los negros y los latinos constituyen, por lo tanto, el objetivo de un odio declarado.
"La elección de Barack Obama ha enardecido a los extremistas racistas, que lo ven como otro signo de que su país está siendo asediado por personas de color", destacó en el informe Mark Potok, investigador del Southern Poverty Law Center -organismo creado en 1971- y editor del documento.
"En los últimos años, casi todo el crecimiento de los grupos racistas estuvo empujado por la explotación del debate migratorio y la resistencia a los latinos, pero en los últimos ocho meses hemos visto que la campaña de Obama se convirtió en otro de los pilares de ataque y base de reclutamiento para los supremacistas", explicó Potok a LA NACION.
Uno de los hechos que más llamaron la atención fue la reacción de estos sectores los dos días inmediatamente posteriores a la elección de Obama como presidente, el 4 de noviembre. Dos de las principales páginas de Internet de grupos racistas -Stormfront.org y el Council of Conservative Citizens- colapsaron ante la enorme cantidad de visitas que registraron.
Desde entonces, no sólo aparecieron nuevos grupos antes no conocidos, sino que aumentaron también las actividades de los ya establecidos a través de mítines, distribución de literatura y presencia en sitios de Internet como Facebook y MySpace, en los que condenan al "presidente Obongo".
"A partir de julio del año pasado se empezó a notar que varios líderes de grupos racistas comentaban que sería bueno que Obama fuese elegido presidente, porque tener a un negro en la Casa Blanca sorprendería a la población blanca, que, espantada, buscaría asociarse a los grupos supremacistas blancos", destacó Potok.
Atentados
En agosto, tres adictos a las metanfetaminas que estaban armados fueron detenidos en Denver, Colorado, cuando planeaban atentar contra el entonces candidato presidencial demócrata. Poco después, en octubre, dos skinheads fueron arrestados en Jackson, Tennessee, por planificar el asesinato del mandatario y la masacre de 88 estudiantes negros en una escuela. Y, desde entonces, Obama se ha convertido en el presidente que más amenazas ha recibido, de acuerdo con datos del Servicio Secreto.
"Todas ésas son evidencias de que hay gente que está muy descontenta y se está movilizando. Está claro que no vivimos en un Estados Unidos postracial sólo por el hecho de que tenemos un presidente negro", subrayó Potok.
Y la crisis económica no ha hecho más que profundizar el odio de estos grupos, que culpan a los latinos y los negros por el debilitamiento del país.
Muchos afirman que la debacle hipotecaria fue causada por la cantidad de inmigrantes indocumentados que tuvieron acceso a créditos sin respaldo, y que los estadounidenses blancos están perdiendo sus empleos por la mano de obra barata que ofrecen los trabajadores mexicanos.
Los grupos de odio que más han crecido en el último año son aquellos que identifican su ideología con el Ku Klux Klan (pasaron de 155 asociaciones a 186 en todo el país), seguidos por los neonazis (de 207 a 194) y los skinheads (de 90 a 98). El peligro, según el Southern Poverty Law Center, es que ahora los racistas comiencen a radicalizarse y se llegue a casos de terrorismo interno.
En la última década, muchos de estos grupos de odio se refugiaron bajo el paraguas del Partido Republicano, pero éste, tras su derrota electoral, ha buscado alejarse de las posiciones más extremas, para abrirse a las minorías y fortalecerse. Así, los elementos racistas están siendo empujados fuera del partido, que era su único contacto con el poder real.
"Cuanto más marginados se sientan, los grupos racistas tenderán a radicalizar más sus posturas. Estamos entonces frente a un panorama preocupante", advirtió Potok, quien no descartó un aumento en la cantidad y la calidad de los ataques motivados por el odio racial.
Alberto Armendariz
Para LA NACION
NUEVA YORK.- Alimentados en parte por la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama y el rechazo a la inmigración latina, a raíz de una lucha que consideran desleal por los puestos de trabajo en plena crisis económica, los grupos racistas en EE.UU. han crecido en el último año, según advirtió una reconocida ONG que lucha contra la discriminación racial.
De 888 grupos que había en 2007 se pasó a 926, lo que representa un incremento de más del 4 por ciento y un considerable aumento desde el año 2000, cuando había registradas 602 asociaciones racistas, revela el último informe de Southern Poverty Law Center.
Además de los ataques a la población negra, esas organizaciones han centrado su ira contra los latinos. Ese creciente resentimiento es respaldado por las estadísticas de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), que indican que en los últimos cinco años aumentaron en un 40% los ataques raciales contra latinos.
Dos hechos recientes de ataques a latinoamericanos causaron estupor en Estados Unidos. En uno de ellos, un ecuatoriano, José Sucuzhanay, fue asesinado tras ser golpeado con un bate de aluminio en diciembre pasado en Nueva York. Un mes antes, siete adolescentes de Long Island fueron acusados de homicidio por la muerte a puñaladas de otro inmigrante ecuatoriano, Marcelo Lucero.
Los negros y los latinos constituyen, por lo tanto, el objetivo de un odio declarado.
"La elección de Barack Obama ha enardecido a los extremistas racistas, que lo ven como otro signo de que su país está siendo asediado por personas de color", destacó en el informe Mark Potok, investigador del Southern Poverty Law Center -organismo creado en 1971- y editor del documento.
"En los últimos años, casi todo el crecimiento de los grupos racistas estuvo empujado por la explotación del debate migratorio y la resistencia a los latinos, pero en los últimos ocho meses hemos visto que la campaña de Obama se convirtió en otro de los pilares de ataque y base de reclutamiento para los supremacistas", explicó Potok a LA NACION.
Uno de los hechos que más llamaron la atención fue la reacción de estos sectores los dos días inmediatamente posteriores a la elección de Obama como presidente, el 4 de noviembre. Dos de las principales páginas de Internet de grupos racistas -Stormfront.org y el Council of Conservative Citizens- colapsaron ante la enorme cantidad de visitas que registraron.
Desde entonces, no sólo aparecieron nuevos grupos antes no conocidos, sino que aumentaron también las actividades de los ya establecidos a través de mítines, distribución de literatura y presencia en sitios de Internet como Facebook y MySpace, en los que condenan al "presidente Obongo".
"A partir de julio del año pasado se empezó a notar que varios líderes de grupos racistas comentaban que sería bueno que Obama fuese elegido presidente, porque tener a un negro en la Casa Blanca sorprendería a la población blanca, que, espantada, buscaría asociarse a los grupos supremacistas blancos", destacó Potok.
Atentados
En agosto, tres adictos a las metanfetaminas que estaban armados fueron detenidos en Denver, Colorado, cuando planeaban atentar contra el entonces candidato presidencial demócrata. Poco después, en octubre, dos skinheads fueron arrestados en Jackson, Tennessee, por planificar el asesinato del mandatario y la masacre de 88 estudiantes negros en una escuela. Y, desde entonces, Obama se ha convertido en el presidente que más amenazas ha recibido, de acuerdo con datos del Servicio Secreto.
"Todas ésas son evidencias de que hay gente que está muy descontenta y se está movilizando. Está claro que no vivimos en un Estados Unidos postracial sólo por el hecho de que tenemos un presidente negro", subrayó Potok.
Y la crisis económica no ha hecho más que profundizar el odio de estos grupos, que culpan a los latinos y los negros por el debilitamiento del país.
Muchos afirman que la debacle hipotecaria fue causada por la cantidad de inmigrantes indocumentados que tuvieron acceso a créditos sin respaldo, y que los estadounidenses blancos están perdiendo sus empleos por la mano de obra barata que ofrecen los trabajadores mexicanos.
Los grupos de odio que más han crecido en el último año son aquellos que identifican su ideología con el Ku Klux Klan (pasaron de 155 asociaciones a 186 en todo el país), seguidos por los neonazis (de 207 a 194) y los skinheads (de 90 a 98). El peligro, según el Southern Poverty Law Center, es que ahora los racistas comiencen a radicalizarse y se llegue a casos de terrorismo interno.
En la última década, muchos de estos grupos de odio se refugiaron bajo el paraguas del Partido Republicano, pero éste, tras su derrota electoral, ha buscado alejarse de las posiciones más extremas, para abrirse a las minorías y fortalecerse. Así, los elementos racistas están siendo empujados fuera del partido, que era su único contacto con el poder real.
"Cuanto más marginados se sientan, los grupos racistas tenderán a radicalizar más sus posturas. Estamos entonces frente a un panorama preocupante", advirtió Potok, quien no descartó un aumento en la cantidad y la calidad de los ataques motivados por el odio racial.
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