Don Quijote de la Mancha

Don Quijote de la Mancha

Don Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes Saavedra, editado en 1605, es una de las obras más destacadas de la literatura española y la literatura universal, y una de las más traducidas. ortografía y título original: El ingenioso hidalgo Don Qvixote de la Mancha).

Este texto, cumbre de la literatura en lengua castellana, se divide en dos partes, la primera de ellas conformada por cincuenta y dos capítulos y la segunda, de setenta y cuatro, en los que transcurren las aventuras de un loco – cuerdo que trata de hacer vivir las mágicas historias de los libros de caballerías. En la primera parte Don Quijote se presenta como Alonso Quijano, un humilde hacendado que invierte casi todo su capital en textos caballerescos, lecturas que terminan por trastornarlo y lo llevan a querer ser un moderno caballero andante, y así poder luchar contra la injusticia imperante en el mundo, de esta manera todo empieza a adquirir, para Don Quijote, semejanza al universo caballeresco. Inicialmente el lenguaje toma un papel vital, de ahí en adelante se abandona al viejo Alonso Quijano y se convertirá definitivamente en Don Quijote de la Mancha, para darle gloria a su tierra; su viejo y destartalado rocín, es ahora Rocinante; y, por su puesto, se buscó a una dama a quien dedicarle sus hazañas: Aldonsa Lorenzo, una labradora (falta de belleza), a quien bautizó como Dulcinea del Toboso. Ya está todo listo y con una mal armada armadura y unas armas oxidadas decide darle rienda suelta a sus propósitos. Vaya desesperación que se llevó el héroe de Cervantes cuando se dio cuenta que no había sido armado caballero, fue así que llegó a una venta (la cual creía castillo) y le pidió al alcaide, es decir, al ventero, que lo armara caballero, él, creyéndolo poco más que loco, accedió a esto; éste es el último acto que requiere Don Quijote para iniciar una serie de aventuras llenas de humor y una profunda reflexión sobre la vida; a pesar de su ímpetu Don Quijote regresa a su casa, junto a su ama y a una sobrina, únicos familiares, y ellas junto con el barbero y el cura del pueblo deciden prenderle fuego a los libros, según ellos, demonios causantes de los desvaríos de Don Quijote, no obstante ellos mismos alimentan la obsesión de Don Quijote al decirle que fue un encantador el causante de la desaparición de los libros, es así que Don Quijote se explica por qué él ve cosas que los demás no ven ; ahora sólo le falta un escudero y lo consigue en un vecino suyo llamado Sancho Panza, quien lo acompaña gustoso a cambio de la promesa de una ínsula para gobernar, Sancho Panza no ha leído libros de caballerías y por ende no juzga como locuras a las propuestas de su señor, Sancho se convierte en un fiel escudero que con sus dichos alegra los quebrantos de su amo por cuanto ninguna aventura le sale como quiere. Finalmente aparece, en medio de un sinnúmero de aventuras, una lectora de libros de caballerías: Dorotea, quien, en alianza con el cura y el barbero del pueblo, decide hacer volver a Don Quijote a su casa, empleando el mecanismo de seguirle la corriente, por ello se disfraza de doncella en necesidad de ayuda y le brinda la satisfacción de Don Quijote de poder ayudarla; de esta manera Don Quijote termina por regresar a su casa.En esta primera parte Don Quijote es un lector que hace vivir el texto impreso, mientras que en la segunda es un espectador, quien ve que se ha escrito un libro de sus aventuras y observa cómo todos a su alrededor, especialmente unos duques, empiezan a representar una mala comedia para él, hasta el punto que convierten a Sancho en el gobernador de una falsa ínsula. Don Quijote va perdiendo su vitalidad, ese papel de espectador no le queda bien y cuando regresa a su casa recupera la cordura, pero pierde la vida; Sancho trata de convencerlo para que mejore y puedan emprender una nueva aventura, ya no como caballeros andantes sino como pastores; no obstante Alonso Quijano ha regresado y le pide perdón a Sancho por las locuras en que lo envolvió. Ya todo ha terminado, el sueño de ser caballero andante fue una realidad efímera y se ha desvanecido para siempre, ahora, frente a la pérdida de las esperanzas sólo le queda a Alonso Quijano perderse en los brazos de la muerte.