Los riesgos de tener una Identidad Digital
Los riesgos de tener una Identidad Digital
Perder nuestra identidad digital, no solo se refiere a que nos roben los datos de nuestra cuenta de correo electrónico. En ocasiones puede llegar a convertirse en una verdadera pesadilla con alcances insospechados.
U
na identidad es un conjunto de atributos propios del individuo que lo caracterizan frente a la sociedad y que pueden ser verificados mediante documentos que los confirman.
No debe confundirse "Identidad Digital" con "Identidad Electrónica". Esta última tiene como característica utilizar una sola tarjeta o identificación para acceder a ciertos servicios que existen en el mundo físico.
La Identidad Digital está formada por todos aquellos datos y servicios utilizados por un único individuo, que se encuentran relacionados o pertenecen a Internet, y definen al mismo dentro de la red.
Se puede hablar de robo de identidad cuando un atacante logra acceso a varios servicios (correo electrónico, cuentas financieras, blog, sitio web, etc.) y toma control de los mismos evitando que su dueño legítimo pueda recuperarlos.
Un caso reciente ocurrió esta semana a un ciudadano llamado Van Der Hernst, conocido en la web como @cvander. El 15 de febrero escribió en su Twitter que alguien había accedido su cuenta en GoDaddy (proveedor de hospedaje web), y había redirigido sus dominios "forosdelweb.com" y "maestrosdelweb.com" a otras páginas con publicidad.
El atacante no se detuvo allí. Posteriormente obtuvo el control de las cuentas de la víctima en FaceBook y Gmail. Utilizando la información robada también contactó a otros servicios, haciéndose pasar por el usuario con intenciones desconocidas.
Finalmente tras hacer múltiples trámites burocráticos e implementar complejas medidas de seguridad en sus cuentas no comprometidas, Hernst logró recuperar los dominios robados. Esto le llevó tres días y sus noches prácticamente sin dormir. Debe mencionarse que la presión ejercida por muchos usuarios solidarios al proveedor GoDaddy, responsable del servicio, lo ayudaron en su tarea.
Una gran cantidad de personas aún no le prestan la debida importancia a proteger sus cuentas y los servicios que utilizan en Internet. Generalmente esto suele cambiar recién después que viven una pesadilla como la de Van Der Hernst.
En el caso de que un atacante lograra acceder a una casilla de correo ajena, y en la misma encontrara datos financieros de la víctima, esos fondos estarían en peligro ya que podrían ser transferidos fácilmente a una cuenta bajo el control del criminal.
Pero una suplantación de identidad digital puede llegar a traer muchos más problemas que estos. Cualquier acción que se realice utilizando el nombre del usuario, lo haría responsable, al menos hasta que pueda probar que en realidad no fue él.
Sin embargo, las mejores armas contra estos problemas se encuentran disponibles y al alcance de todos quienes deseen usarlas.
El primer paso es estar consciente de estos problemas pueden sucederle a cualquiera y por ello hay que tomar medidas preventivas. La primera de ellas sería utilizar contraseñas que no se relacionen con el usuario o su vida privada, ya sea personal o laboral. Ni tan tontas como 1234.
Otro consejo siempre válido es que no se debe usar la misma contraseña para todas las cuentas o servicios. Esto podría resultar un error fatal que no debe cometerse.
Perder nuestra identidad digital, no solo se refiere a que nos roben los datos de nuestra cuenta de correo electrónico. En ocasiones puede llegar a convertirse en una verdadera pesadilla con alcances insospechados.
U
na identidad es un conjunto de atributos propios del individuo que lo caracterizan frente a la sociedad y que pueden ser verificados mediante documentos que los confirman.
No debe confundirse "Identidad Digital" con "Identidad Electrónica". Esta última tiene como característica utilizar una sola tarjeta o identificación para acceder a ciertos servicios que existen en el mundo físico.
La Identidad Digital está formada por todos aquellos datos y servicios utilizados por un único individuo, que se encuentran relacionados o pertenecen a Internet, y definen al mismo dentro de la red.
Se puede hablar de robo de identidad cuando un atacante logra acceso a varios servicios (correo electrónico, cuentas financieras, blog, sitio web, etc.) y toma control de los mismos evitando que su dueño legítimo pueda recuperarlos.
Un caso reciente ocurrió esta semana a un ciudadano llamado Van Der Hernst, conocido en la web como @cvander. El 15 de febrero escribió en su Twitter que alguien había accedido su cuenta en GoDaddy (proveedor de hospedaje web), y había redirigido sus dominios "forosdelweb.com" y "maestrosdelweb.com" a otras páginas con publicidad.
El atacante no se detuvo allí. Posteriormente obtuvo el control de las cuentas de la víctima en FaceBook y Gmail. Utilizando la información robada también contactó a otros servicios, haciéndose pasar por el usuario con intenciones desconocidas.
Finalmente tras hacer múltiples trámites burocráticos e implementar complejas medidas de seguridad en sus cuentas no comprometidas, Hernst logró recuperar los dominios robados. Esto le llevó tres días y sus noches prácticamente sin dormir. Debe mencionarse que la presión ejercida por muchos usuarios solidarios al proveedor GoDaddy, responsable del servicio, lo ayudaron en su tarea.
Una gran cantidad de personas aún no le prestan la debida importancia a proteger sus cuentas y los servicios que utilizan en Internet. Generalmente esto suele cambiar recién después que viven una pesadilla como la de Van Der Hernst.
En el caso de que un atacante lograra acceder a una casilla de correo ajena, y en la misma encontrara datos financieros de la víctima, esos fondos estarían en peligro ya que podrían ser transferidos fácilmente a una cuenta bajo el control del criminal.
Pero una suplantación de identidad digital puede llegar a traer muchos más problemas que estos. Cualquier acción que se realice utilizando el nombre del usuario, lo haría responsable, al menos hasta que pueda probar que en realidad no fue él.
Sin embargo, las mejores armas contra estos problemas se encuentran disponibles y al alcance de todos quienes deseen usarlas.
El primer paso es estar consciente de estos problemas pueden sucederle a cualquiera y por ello hay que tomar medidas preventivas. La primera de ellas sería utilizar contraseñas que no se relacionen con el usuario o su vida privada, ya sea personal o laboral. Ni tan tontas como 1234.
Otro consejo siempre válido es que no se debe usar la misma contraseña para todas las cuentas o servicios. Esto podría resultar un error fatal que no debe cometerse.
Fuente:http://www.laflecha.net/canales/seguridad/noticias/los-riesgos-de-tener-una-identidad-digital/
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