¿La fealdad es una enfermedad?

¿La fealdad es una enfermedad?







Borges dijo en 'Orbis Tertius': "...los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres". Obviamente era tan genial como insoportable.


Y sin embargo puede que no haya ningún símbolo tan postmoderno como los espejos. Son los notarios insobornables de la belleza y la fealdad, tan mágicos y sinceros, como traidores y peligrosos. Y hay tantos que es inevitable contemplarse en ellos. Podría decirse que hay muchas personas que padecen una especie de "síndrome del espejo", una especie de obsesión por encontrarse defectos cuando se contemplan en ellos. Bajo ese apelativo 'periodístico' se englobarían una serie de problemas psicológicos cuyo denominador común es la necesidad excesiva, compulsiva, morbosa de estar, sentirse y parecer bell@s ante los demás.


Muchas personas lo padecen en esta sociedad de la imagen y el lujo. Seguramente es tan frecuente que no hace falta describir sus síntomas, basta con que cualquiera de nosotros se ponga ante su espejo y reconozca sus debilidades. Pero es que además de común, tiene consecuencias peligrosas.


De no gustarse en el espejo se derivan muchos trastornos modernos, como la anorexia, la bulimia, la vigorexia, la tanorexia o la afición compulsiva a operarse. Antiguamente se denominó 'Síndrome de Tersites', en referencia al "...hombre más feo que llegó a Troya..."(Ilíada, Canto II. 211). Oficialmente el DSM-IV-TR lo engloba bajo el concepto de 'dismorfofobia', que consiste en una preocupación obsesiva, excesiva, irracional, por algún defecto imaginado o mínimo del aspecto físico, pero que genera un intenso malestar emocional, deteriora la actividad y las relaciones, y con frecuencia tiene repercusiones muy graves.


Pero si bien estos casos tan acentuados son infrecuentes, hay muchas personas que en su fuero interno mantienen un conflicto con su espejo. No son tan feas, pero se sienten más feas que los demás... y ese es el problema, que en nuestra sociedad la fealdad "es una enfermedad" comparativa.



Y no crea que lo que digo es exagerado o anecdótico Tras esa 'boutade' se oculta una enorme cantidad de sufrimiento, desasosiego, búsqueda, consumo, engaños, riesgos, etc. Un simple ejemplo: en la página web de una conocida corporación de servicios estéticos se leía hasta hace poco "...el descontento con la propia imagen física genera "disminución de la autoestima, ansiedad, depresión y trastornos alimenticios". Puede que sea cierto, pero para algunas personas puede ser fatal. Pero no queda ahí la cosa, hay estudios que dicen que los hombres más altos ganan más y tienen mejores puestos de trabajo. Un simple 'centímetro' más de estatura se asocia a un 8% de aumento en el sueldo. Otro estudio americano demostró que las mujeres obesas ganan hasta un 5% menos que las delgadas, y en los hombres esta diferencia llega hasta el 10%. Y un riguroso estudio sueco comprobó -y no es broma - que las personas más bajas tienen mayor riesgo de suicidio.


Lo dicho, en esta 'superpija' sociedad de los espejos, ser o simplemente verse feo, o gordo, o bajo... puede ser fatal para el bienestar, la economía o la salud, lo cual, no se que opinará usted, pero a un servidor no le hace ninguna gracia.


Fuente