Ni el regreso de Palermo opacó la gran victoria de Newell's

Ni el regreso de Palermo opacó la gran victoria de Newell's en La Bombonera

Fue por 2-0 con goles de Armani y Sperdutti, ambos en el segundo tiempo. El goleador volvió a pisar una cancha después de seis meses, pero el equipo de Ischia se vio superado por su rival. La Lepra está en la punta con Huracán.



Salió del tunel con su cabellera rubia y recibió la primera gran ovación de la tarde en La Bombonera. Martín Palermo volvía al fútbol después de seis meses. En agosto, en el mismo escenario, pero ante Lanús. El Titán saltó, cayó y se rompió los ligamentos de la rodilla derecha. Desde el banco de suplentes, al lado de Ischia y acompañado por Rodrigo Palacio, el goleador alentó a Boca que recibía a Newell's, con la misma ilusión de siempre. Entrar y gritar un gol.

Pero no iba a ser tan fácil para Boca. En los primeros minutos, en La Bombonera, el equipo de Roberto Sensini se plantó bien en un campo estropeado. Bernardi y Bernardello en el medio, Sperdutti por derecha, Vangioni a la izquierda, más Formica y Armani adelante, la Lepra fue el que contó con las mejores situaciones de gol. A los 3, Sperdutti y un zurdazo que tapó Abbondanzieri. A los 12, otra vez el volante, pero ahora con un derechazo desde afuera del área. Tapó el Pato. A los 13 cabeceó Schiavi a las manos del arquero. Y dos más tarde la bajó el Flaco en el área y Formica se lo perdió por el segundo palo. Increíble.

Mientras tanto, Boca empezaba a equilibrar las acciones a través de Riquelme. El enganche comenzaba a ganarles las espaldas a Bernardi y a Bernardello en ese medio campo poblado de gente. Porque Gaitán iba siempre por izquierda, Forlín luchaba como cinco y Fondacaro cubría la derecha. A los 26, llegó la más clara. Tras un tiro de esquina desde la derecha, la pelota quedó en el área. Le dio Viatri, pero Bernardi salvó en la línea. El rebote fue para Noir y Tito desvió su derechazo. El partido era parejo, luchado y muy caluroso.

El calor era insoportable. Las piernas pesaban y Juan Pablo Pompei decidió frenar el partido para que los jugadores se refresquen. Fue a la media hora exacta de juego. Después del agua, el partido cayó en un pozo. Se metía mucho en el medio, pero llegaban sin aire a las áreas. Sobre el final, Román habilitó a Noir que escapó a Schiavi y quedó cara a cara con Peratta, pero su zurdazo, débil, fue fácil para el arquero. Y en la última jugada, Sperdutti mandó el centro desde la derecha. Solos los dos, Vangioni y Armani, se perdieron el gol. Quisieron cabecear los dos y no lo hizo ninguno. Terminó mejor Newell's.

Fuente: http://www.clarin.com/diario/2009/02/14/um/m-01858311.htm