Ana Maria Shua (4 libros)
Ana Maria Shua (4 libros)
Poesía, teatro,novela, microrelato, cuentos infantiles y populares; son parte delprofuso repertorio de la multifacética escritora argentina Ana MaríaShua. En esta entrevista con Sudestada, recorre parte de su vastouniverso literario y opina de la realidad cultural.
Si hay una característica que distingue a Ana María Shua en eluniverso de los escritores argentinos es su versatilidad. Estaparticularidad que cultiva desde hace muchos años hizo posible queanotara su nombre en todos los géneros literarios. Su capacidadcreativa va desde la poesía (El sol y yo); la novela (Soy paciente, Losamores de Laurita, La muerte como efecto secundario); los cuentos (Losdías de Pesca, Viajando se conoce gente); los relatos (La sueñera, Casade Geishas); el ensayo (El marido argentino promedio); los textosinfantiles (La batalla entre los elefantes y los cocodrilos); y loscuentos populares (El libro del ingenio y la sabiduría y El libro delos pecados, los vicios y las virtudes, entre otros). Además, por sifuera poco, también trabajó como guionista de cine, televisión yteatro.
Hablar de ella es abordar una vasta obra y una creatividad que noparece tener fin. Sin embargo, Shua reconoce que le hubiera gustadotener una obra más pequeña y compacta “ como la de Juan Rulfo, que entres libros resumió todo lo que quería decir”, revela. Shua es laantítesis viva del escritor mexicano. Actualmente trabaja en su futuranovela que por momentos la pone de mal humor y siente que la tensiónemocional por escribir una buena historia, una intrincada ficción, laperturba.
Esta declaración nos aproxima al mundo interior de una sensibleescritora y nos aleja al fantasma de una fría autora que resuelve sushistorias sin problemas existenciales.
Las recopilaciones de los últimos dos libros de cuentos populares,¿se puede decir que son una especie de recompensa a sus muchos años delectura?
Sí, en particular de cuentos populares. Empecé buscando algo paramis chicas y en ese momento yo no encontraba en la literatura infantilargentina cuentos que representaran conflictos dramáticos dondesucedieran cosas importantes y graves. La literatura argentina hastaesa época se movía muy bien en la franja del humor y teníamos grandesescritores que se manejaban maravillosamente en esa línea, peroprácticamente no había cuentos en serio y, cuando toda una producciónse mueve por una sola franja, es limitada. Buscando otro tipo deliteratura reencontré el cuento popular del que todos tenemosexperiencias en la infancia.
¿Qué le atrae de esos cuentos?
Que son muy ricos y muy variados. El primer libro que yo les leímuchas, pero muchas veces son los 200 cuentos populares italianos deÍtalo Calvino. Y realmente me di cuenta que esa es la manera de empezara conocer un corpus, conocer muy bien una parte. Yo ese libro lo leícomo se lee a los chicos, es decir, muchas veces. Cada cuento lo debohaber leído veinte veces, realmente llegué a conocer bien ese libro,después empecé a leer otras recopilaciones y ahí ya tenía unareferencia para comparar. Después leí la colección de los cuentosrusos, la colección de Green, los cuentos populares alemanes, Las mil yuna noches, los tradicionales digamos. Libros emparentados entre síporque son siempre los mismos cuentos, cuentos del continenteeuro-asiático.
¿Esas lecturas fueron de libros que heredó de la biblioteca de suspadres o tuvo acceso a ellos de grande? ¿Cómo era la biblioteca en lacual se formó como lectora, estaba más cercana a la de Jorge LuisBorges o a la de Roberto Arlt?
Yo estaba en un punto intermedio de ambos. Mis padres eranprofesionales, hijos de inmigrantes pobres. Ellos tenían una bibliotecacon muchos libros de odontología y de ingeniería agrónoma, entonceshabía mucho maxilar, mucha cría de conejos, también había muchos librosde la segunda guerra mundial (un tema que le apasionaba a mi papá) yalgunos de ficción. No eran intelectuales, eran profesionales. Perohabía una biblioteca y había mucho respeto por el libro.
Su primer libro de poesía, El sol y yo, significó su primer amor literario y su primera frustración editorial ¿no?
Sí, hubo una parte de gloria y una de frustración. La gloria fuehaber ganado un concurso del Fondo de las Artes con sólo 15 años, ganarun préstamo para publicar el libro. La dolorosa fue el maltrato deleditor y la enorme demora para editar el libro que yo les estabapagando y tener que llamarlos todas las semanas para escuchar “Ah, sí,tu librito. Tu librito va estar la semana que viene” Y volver allamar....Y así un año entero. Me resultó muy inesperado y duro quedespués el editor se negara a distribuirlo, porque para eso yo lo podíahaber editado en una imprenta. Y además el descubrimiento asombroso yterrible de que el resto del mundo no compraba libros de poesía comoyo. Cosa que yo no sabía porque, bueno, tenía esa edad, era muyinocente.
¿Y luego?
Empecé a tratar de escribir prosa y cuento. Fue un aprendizajelargo y lento donde a lo largo de los años pasé por mucha prosa poéticahasta poder llegar a narrar. Lo que significó un aprendizaje lento ydifícil. Comencé la carrera de Letras y a ver cómo podía ganarme lavida. Primero pensé que iba ser el periodismo. Lo único que conseguí enperiodismo fue un trabajo en la revista Nocturno. Me propusieronescribir cuentos románticos y eso fue muy útil para mí porque yo sabíaque esos cuentos no tenían la enorme exigencia de ser obras de arte,sólo tenían que ser cuentos románticos para revistas femeninas. Esto mepermitió avanzar y completar cuentos y aprender un montón de cosasacerca de la escritura y de la narración. Fue muy importante para míporque yo hasta ese momento pretendía que mi primer cuento seaextraordinario y en el primer párrafo me daba cuenta que no lo era yahí quedaba... Con esos cuentos pude avanzar y aprendí muchísimo y mefueron muy útiles.
¿A que atribuye esa capacidad de escribir constantemente sobre diferentes géneros?
Bueno, creo que los quince años que trabajé en publicidad me danuna versatilidad importante, es un buen ejercicio. También mis primerosguiones fueron publicitarios y, sobre todo, he sido una lectora muyecléctica. Cuando uno lee apasionadamente y luego es escritor lo puedetrasladar y volcar en su obra. Luego tuve un período donde dejé deescribir durante diez años, estuve todo ese tiempo trabajando el pasajeentre la poesía y la narración. Hablando un poco de género, ¿por quéusted escapa al uso de ese termino y prefiere emplear la palabra sexo?Eso lo hago a veces, no siempre. Porque en definitiva ¿qué es lo quedefine el género?: el sexo ¿Entonces? A veces lo siento como uneufemismo, como una palabra políticamente correcta. Soy conciente de lacarga social que tiene la palabra género, que se refiere a un lugardentro de la sociedad y no a una cuestión biológica. De todas maneras,la cuestión biológica es la que provoca ese efecto, a veces eso me dapor llamar a las cosas por su nombre y hablo de sexo...
Entrevista realizada por Jaime Galeano, para la revista Sudestada
COMPRENDE:
COMO UNA BUENA MADRE
Aventuras de todo tipo: realistas, fantásticas, sexuales.Personajes de todo tipo: buenos, malos, más o menos. Puntos de vista detodo tipo: sensatos, insensatos, delirantes, desaforados. Diversidadtemática y coherencia estilística: las enseñanzas diarias y losreconocimientos súbitos, los intentos de acorralar al azar, losextraños desenlaces de la magia y la predestinación, el cuerpo y loscuerpos en los límites que imponen realidad y ficción, las ventajas ylas desventajas de la diferencia, la terrible seriedad de los juegos delos niños. La simetría estética está al acecho, y los placeres nossorprenden a cada paso. En este sentido, Como una buena madre nodifiere de los libros anteriores de la autora y es, al mismo tiempo, undesafío y una conquista.
EL VALIENTE Y LA BELLA
Ocho cuentos tradicionales pertenecientes a los pueblos diferentescomo los chinos, los celtas, los tibetanos o los indios crows deAmérica del Norte. En todos ellos, los héroes deben correr miles deriesgos para obtener el amor de alguna muchacha. De amor y aventura, depríncipes y princesas, de guerreros valientes, de seres malignos... conla inmensa sabiduría que encierran las leyendas populares.
HISTORIAS VERDADERAS
En estas Historias verdaderas Ana María Shua relata experiencias de la vida cotidiana.
Hay, además, en ellas una falta de pintoresquismo que refuerza su carácter de verdad.
Una joven que añora a un hombre distante al que, cuando él sepresenta, deja de amar; una señora que espera, enternecida, la llegadade un pariente que desde el comienzo sabe nunca va a llegar; un pícarode barrio al que le escriben los piropos.
Mientras hilvana los puntos distantes de la geografía urbana, laautora realiza una auténtica radiografía narrativa de Buenos Aires.
LA MUERTE COMO EFECTO SECUNDARIO
Un hijo, su padre y una mujer infiel.
Una historia de amor y tragedia en un Buenos Aires futuro, cercano y peligrosamente real.
La muerte como efecto secundario se desarrolla en una Argentinaposible, en donde todo lo que podía ir mal, fue mal: es decir, unanticipo cruel de lo que nos está pasando aquí y ahora. Buenos Airesestá dividida en barrios tomados, barrios cerrados y tierra de nadie;el poder del Estado es prácticamente nulo, la policía existe pero nocuenta. La violencia es permanente: robos, asaltos, vandalismo. No sepuede circular a pie por las calles, casi no hay transporte público,los taxis son blindados y las grandes empresas mantienen pequeñosejércitos de seguridad. Las cámaras de televisión están en todaspartes; la vida y la muerte son, ante todo, un espectáculo. Losgeriátricos –llamados "Casas de Recuperación"– ahora son obligatorios:un rentable negocio privado en una sociedad en donde no cualquierallega a viejo.
El protagonista de esta novela, Ernesto Kollody, ha vivido lamayor parte de su vida a la sombra de un padre terrible. Viejo yenfermo, su padre es internado en una Casa de Recuperación, dondeintentarán prolongar sin piedad su agonía. Pero Ernesto logra sacarlode la Casa para ayudarlo –como le ha prometido– a morir en paz. Apartir de allí, padre e hijo atravesarán juntos las más increíblesperipecias.
Ernesto le escribe lo que le pasa a su ex amante, una mujer casadade la que sigue enamorado. La historia de esta pasión clandestina seirá entrelazando con los acontecimientos del presente.
En esta novela, Ana María Shua indaga los límites de una sociedadsometida a un sistema económico despiadado. La manera en que conjugalos datos de la realidad con los de la ficción confirma un talentosingular. A su implacable capacidad de observación se le suman la prosadespojada y precisa, el ritmo sostenido del relato y una estructuraperfecta. Sin lugar a dudas, La muerte como efecto secundario marcaráun hito en la literatura argentina y en la vida de cada uno de suslectores.
0 Comentarios