El Caso de Kenny Finol

La muñeca más cara de la vitrina, El caso de Kenny Finol

Ejercer el oficio de trabajadora sexual es un medio rentable de ganar miles de dólares y una de las opciones más remuneradas para mejorar la calidad de vida de quienes la practican, cruzar las fronteras geográficas está condicionado por un sueño el cual es ganar dinero fácil y rápido omitiendo o echando para un lado el estigma social, adaptarse psicológicamente a este oficio lleva a muchas veces a las mujeres a correr riesgos y a ser perseguidas no solo por las autoridades de los países a donde van a trabajar sino por el repudio de la competencia local, mafias organizadas y por individuos llamados proxenetas que se lucran a costa del sacrificio de estas jóvenes mujeres.
   Si bien es cierto que cada quien trabaja en lo que quiere, en los últimos años debido a la crisis económica Venezuela ha empezado a exportar a sus mujeres, ya no como reinas de belleza sino como profesionales del sexo, así que es muy común ver a muchas venezolanas adornado catálogos en muchos sitios web en internet ofreciendo sus servicios sexuales en países extranjeros, sin importar los riesgo y los peligros a los que se ven expuestas.
El día de hoy  hablaremos de la muñeca más cara de la vitrina, el caso de Kenny Finol.
Kenny es una joven y modelo Venezolana de 26 años de edad que salió del país en el 2015  con el sueño y la esperanza de buscar un mejor futuro, por lo que eligió a México como su destino, luego de establecerse en el país azteca comenzó a promocionarse como dama de compañía en el portal zonadivas.com donde poco a poco fue la más solicitada hasta llegar a ser la “estrella” de la página.
   Sus ojos verdes y cuerpo exuberante impactaban a los clientes que visitaban el sitio web y su fama como trabajadora sexual la llevo a ser la más cotizada, ganadose tanto a clientes como enemigos en las actividades nocturnas de México.
Su vida en Venezuela
   En Venezuela Vivió con su familia en el barrio Primero de Mayo de Maracaibo estado Zulia. Era estudiante de la carrera comunicación social la cual por la crisis económica tuvo que abandonar, de procedencia humilde Kenny se crio en una barriada donde la inseguridad y la delincuencia eran el mal de cada día, algunas amistades señalan que era una mujer atraída por el mundo de la delincuencia, le gustaban los antisociales, los sujetos de mala fama y conducta reprochable, se crio en ese ambiente y era algo que nadie pudo quitarle, ni siquiera su madre Esa admiración por sujetos peligrosos la llevarían a vincularse sentimentalmente con quien sería su victimario.

Una relación Peligrosa

   Kenny había comenzado una relación con un delincuente de nombre Brayan Mauricio González, alias ‘El Pozole’, Dicen sus allegados que el presunto narcotraficante quedó flechado con los atributos físicos de la chica y le exigió que se alejara de la vida que llevaba en el país azteca. Tiempo después relato a una amiga a través de instagram la peligrosidad del sicario perteneciente a un peligroso grupo criminal.
Tras su separación, Kenny intentó seguir con su vida, pero El Pozole la buscó de nuevo y le ordenó alejarse del sexoservicio. Después comenzaron las amenazas.

Amores que matan

   Una noche El Pozole y cinco sujetos contrataron anonimamente los servicios de Kenny y una de sus amigas. Las golpearon y después las dejaron a las afueras de la Ciudad de México. Esa noche, la joven terminó con un brazo fracturado, la cara hinchada por los golpes, la garganta lastimada por la pistola con la que le habían amenazado y una herida en la cabeza que, según su propio video, le significó 10 puntos de sutura.
Tras sobrevivir al incidente, la chica se dio de baja de la página en donde ofrecía sus servicios y envió un video a su acosador, pidiéndole tiempo para recuperarse y así poder regresar a Venezuela.
Un Triste final
   El viernes 23 de febrero unos “clientes conocidos” la contactaron para invitarla a un festival de música electrónica en el Estado de México. Ese fue el último día que la vieron con vida.
El domingo 25 de febrero del 2018 El cuerpo de Kenny fue hallado en el municipio de Ecatepec, Estado de México, cerca de una escuela. La joven marabina tenía el rostro envuelto una bolsa plástica y cinta adhesiva. Le rociaron ácido en la cara para desfigurarla, además mostraba signos de violación y tortura.
   Las autoridades se encuentran estudiando los videos que dejó la joven venezolana para capturar al asesinos y desmontar la peligrosa organización criminal. El cadáver de Kenny Finol fue  repatriado con ayuda de la embajada de Venezuela en México.


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