La Juana de Arco del Siglo XX

La Juana de Arco del Siglo XX


Durante la Primera Guerra Mundial lasmujeres fueron movilizadas de una forma sin precedentes. Algunas, sobretodo rusas, no se conformarían con trabajar en la retaguardia y sealistarían. Entre todas ellas destacó Maria Bochkareva. Nacida en unafamilia campesina pobre, luchó en el frente desde el inicio de laguerra, fue herida en varias ocasiones, fundó los ‘batallones femeninosde la muerte’, fue condecorada al máximo nivel y se convirtió en unacarismática líder de fama mundial. Murió fusilada por los bolcheviquescuando tenía sólo 30 años.


Maria Leontievna Bochkareva


De la desdicha a la leyenda

Maria Leontievna Bochkareva nació en 1889 en el seno de una familiahumilde cerca de la ciudad de Novgorod, en la Rusia europea. Obligada atrabajar desde los ocho años para subsistir, se casaría a los quince yse trasladaría junto a su marido a la ciudad siberiana de Tomsk. Anteel alcoholismo de éste y los malos tratos recibidos, escaparía junto asu amante, a quien seguiría a pesar de ser exiliado a Yakutsk, en elextremo oriental de Rusia. Con el paso del tiempo, esta segundarelación también acabaría deteriorándose por culpa del alcohol y losabusos.

En 1914, mientras Bochkareva malvivía en Siberia, en Europa estallóla Primera Guerra Mundial. Las noticias llegadas del frente despertaronen nuestra protagonista un profundo espíritu patriótico y fuertesansias de alistarse. No quería simplemente colaborar trabajando en laretaguardia, como muchas otras mujeres, sino que deseaba ir a primeralínea a luchar por su país: “Día y noche la imaginación me llevaba alos campos de batalla, mientras mis oídos se estremecían con el gemidode mis compatriotas. El espíritu de sacrificio se apoderó de mi. Mipaís me llamaba. Una irresistible fuerza interior me empujaba”.Seguramente, este fervor patriótico y ganas de combatir nacerían comoforma de evadirse de su frustración vital y canalizar sus energías yfuerte carácter, que ya le había llevado a encabezar equipos de más deveinte obreros.



Decidida a alistarse, Bochkareva se presentó ante el 25º Batallónde Reservistas de Tomsk. Su solicitud sería poco más que ignorada. Poraquél entonces los mandos militares no contemplaban la inclusión demujeres en sus filas y mucho menos una campesina cualquiera aparecidade la nada. Lejos de desistir, Bochkareva hizo gala de su tenacidad yenvió un telegrama al mismísimo zar Nicolás II, quien contestaríaafirmativamente a su petición y le abriría las puertas del ejército.

Si conseguir alistarse fue difícil, más lo sería ganarse el respetode los demás soldados, quienes la ridiculizaban constantemente. Pero nohubo mucho tiempo para burlas, ya que al cabo de pocas semanas subatallón fue enviado al frente. Durante cerca de dos años y medioBochkareva lucharía con gran bravura: participando en cruentas cargascon bayoneta contra las trincheras enemigas, luchando cuerpo a cuerpocon soldados alemanes, tomando parte en patrullas de reconocimiento,rescatando a compañeros bajo el fuego enemigo, etc. A pesar de serherida en cuatro ocasiones, dos de ellas de gravedad, siempre volvía aprimera línea de fuego con un arrojo y valentía sin igual.

Las hazañas de “Yashka” (apodo con el que Bochkareva seríabautizada por sus compañeros) no pasaron inadvertidas y la hicieronmerecedoras de varias condecoraciones, entre las que destaca elnombramiento como Caballero de San Jorge, máxima distinción que podíarecibir un soldado ruso por su heroísmo. Muy pronto la prensa se haríaeco de la historia de esta Juana de Arco contemporánea, convirtiéndolaen todo un símbolo popular, una leyenda viva.

Los batallones femeninos de la muerte

La Revolución de Febrero de 1917, la abdicación del zar y lasconsignas bolcheviques a favor de abandonar la Primera Guerra Mundialsembraron una gran confusión y desasosiego entre las tropas rusas,agotadas y demacradas tras dos años y medio de combate y centenares demiles de bajas. Preocupado por esta situación e inspirándose en laRevolución Francesa, el gobierno provisional optaría por continuar enguerra, intentando conciliar las tesis revolucionarias con elcompromiso adquirido con sus aliados y la defensa del país.

Una de las medidas que se tomaría para motivar las tropas fue lacreación de unidades de choque formadas por voluntarios, las cualesdebían servir de ejemplo a seguir para los demás soldados. Viendo estainiciativa, Bochkareva iría un paso más allá y propondría la creaciónde batallones formados íntegramente por mujeres. ¿Qué podía ser máshumillante para los soldados que ver batallones de mujeres librar labatalla que ellos no osaban? Tras una audiencia en Petrogrado (actualSan Petersburgo) el gobierno de Kerensky accedió a la petición deYashka, quien inmediatamente realizaría un emocionado llamamiento atodas las mujeres del país.

Miles de mujeres de toda condición respondieron a la convocatoria,presentándose voluntarias para formar parte de los futuros ‘batallonesfemeninos de la muerte’, llamados así por su determinación de lucharhasta las últimas consecuencias sin dar un paso atrás. No en vano, elemblema de estas unidades consistía en una calavera y dos huesoscruzados. Además, cada una de sus integrantes llevaba consigo unapastilla de cianuro, para acabar con su vida en caso de ser capturadas.


Voluntarias haciendo cola para afeitar sus cabezas

No se puede negar que su aspecto era realmente marcial y desafiante:


La premura de la guerra en curso no permitía que la instrucción seprolongara mucho tiempo. Durante las pocas semanas disponiblesBochkareva supervisaría personalmente todo el proceso, siendo muyestricta con sus subordinadas y echando aquellas que no cumplieran susexigencias.


Bochkareva supervisando unas prácticas de tiro

Aunque no se dispone de cifras exactas, se estima que en eltranscurso de la Gran Guerra entre 5.500 y 6.500 mujeres lucharían enlas filas del ejército ruso. De las 3.000 primeras surgirían dosbatallones y varias unidades. Bochkareva comandaría el conocido como‘primer batallón femenino de la muerte’.


Bochkareva con el primer batallón femenino de la muerte

A pesar de la determinación de Yashka y las demás mujeres soldado,se puede decir que su actuación fue muy discreta. No por falta devalentía, sino por enfrentarse prácticamente solas al enemigo y porquela mayor parte de ellas carecía de experiencia en combate. En la quesería la primera y última batalla del batallón encabezado porBochkareva, éste se lanzó en solitario contra las líneas alemanas,mientras la mayoría de los hombres se quedaron agazapados en sustrincheras. En ser objeto de los primeros disparos y explosiones,muchas de ellas tendrían ataques de pánico y arrojarían las armas.Bochkareva caería herida y sería hospitalizada.



Mientras Yashka se recuperaba, se produciría la Revolución deOctubre, en la que nuevamente otro batallón de mujeres se encontraríaprácticamente solo; en este caso para defender el Palacio de Invierno(junto un pelotón de inválidos, algunos ciclistas y jóvenes cadetes).Aunque es digno de mención que tuvieran el valor de permanecer en suspuestos hasta el final, nuevamente su actuación sería en vano, cediendofácilmente ante los bolcheviques.

Exhausta por tantos años de lucha y decepcionada por la actuaciónde los batallones de mujeres, Bochkareva declinaría la orden derecomponer sus unidades y decidiría volver a Tomsk. No sólo estabacansada, sino que además no quería tomar parte en la fratricida guerracivil que se avecinaba.



En su viaje de regreso a casa, Bochkareva fue detenida al pasar porPretrogrado y posteriormente llevada ante Lenin y Trotski. Estosinsistieron en que se uniera a los bolcheviques. Contar con la adhesiónde la héroe campesina, conocida y admirada por todo el pueblo, podíasuponer un importante espaldarazo a su causa. A pesar de la insistenciade los dos líderes revolucionarios y de ser encerrada unos días paraque recapacitara, Yashka se mantendría firme en su decisión de volver acasa. Finalmente fue liberada y retomó su viaje.

Del combate a la diplomacia internacional

Con el paso del tiempo, el cansancio daría paso a la nostalgia.Nostalgia de las hazañas y la gloria conseguida en sus años en elejército. Poco a poco, Bochkareva entraría en una espiral depresiva yse abandonaría a la bebida, convencida de que nadie la necesitaba ni seacordaba de ella.

De repente, cuando menos lo esperaba, recibió un mensaje delgeneral Kornilov, líder del Ejército Blanco contrarrevolucionario yantiguo comandante en jefe de las fuerzas armadas del gobiernoprovisional. El escueto mensaje simplemente decía: “Venga urgentemente,la necesitamos”. Disfrazada de hermana de la caridad, Bochkarevaconsiguió travesar las líneas bolcheviques y reunirse con el general.

Asfixiados por el avance del Ejército Rojo, Kornilov y sus hombresnecesitaban imperiosamente ayuda financiera y militar exterior pararesistir. Para conseguirla Bochkareva sería la embajadora ideal,gracias a su carisma y leyenda mundialmente famosa. Sin dudarlo, estaaceptó la misión de acudir a Estados Unidos y la Gran Bretaña, zarpandoal cabo de pocos días hacia San Francisco desde Vladivostok.

A su llegada a Estados Unidos, Bochkareva fue recibida con granexpectación. Todo el mundo quería conocer la mujer soldado, la Juana deArco rusa que venía precedida por las mil y una historias que habíanrelatado sobre ella los corresponsales desplazados a Rusia. Durante másde un mes estaría de gira por Estados Unidos concediendo entrevistas,asistiendo a actos en su honor, dando conferencias, etc.


Reportaje en el New York Times

Finalmente, después de este intenso periplo y de dictar susmemorias a un periodista ruso residente en Nueva York, llegaría elmomento tan esperado por Bochkareva: la entrevista con el presidenteWoodrow Wilson. Éste asistió emocionado al relato de Yashka sobre susexperiencias en la guerra y a la petición de ayuda que esta le formuló.La entrevista concluyó con la promesa por parte estadounidense debrindar apoyo al ejército contrarrevolucionario.

Desde América, Bochkareva partió hacia el Reino Unido, dónde de lamano de las sufragistas lideradas por Emmeline Pankhurst conseguiríaentrevistarse primero con el ministro de defensa Winston Churchill ydespués con el rei Jorge V. Nuevamente la expectación mediática ypopular fue masiva, pero el resultado político fue ciertamente máspobre que el conseguido en Estados Unidos. Aunque con Churchill hubomuy buena sintonía, la entrevista con el monarca sería muy breve y pocoproductiva, perturbada en parte por la noticia del fallecimiento delgeneral Kornilov.


Maria Bochkareva y Emmeline Pankhurst

Regreso y condena a muerte


En su regreso a Rusia, Bochkareva fue recibida por los efectivosrestantes del Ejército Blanco, quienes le agradecieron haber hecho todolo posible para conseguir la tan ansiada ayuda. Por aquél entonces laYashka soldado ya no podía hacer nada por sus camaradas. La cifra debajas no dejaba de aumentar día tras día, haciendo más necesariobatallones sanitarios que militares. Así, la última misión que recibiófue la creación de equipos de voluntarios para dar atención médica alos heridos.

Al cabo de poco tiempo los bolcheviques rompieron el frente y losoficiales blancos se batieron en retirada, dejando heridos y sanitariosa su suerte. Entonces, cuando ya no quedaba nada por hacer, Bochkareva,exhausta tanto moral como físicamente, regresó a su casa en Tomsk,dónde se encerraría en si misma y visitaría regularmente una parroquiaortodoxa en búsqueda de paz interior.

Decidida a enterrar su pasado bélico, acudió a un puesto delEjército Rojo para entregar su revólver. Sin salir del asombro de ver aBochkareva en persona entregando su arma, los soldados bolcheviquesdejarían marchar a la legendaria Yashka… pero no por mucho tiempo, yaque días más tarde sería arrestada por orden de la Checa (policíasecreta soviética), acusada de ser un enémigo del pueblo. Tras unjuicio sumario, Bochkareva fue fusilada el 16 de Mayo de 1920.

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