Dejar la cocaína
La comercialización sin ningún escrúpulo de sustancias adictivas y el hedonismo creciente de nuestra sociedad que incluye la búsqueda del placer inmediato, apuntan hoy, a la gran facilidad de caer en las adicciones. En otros casos, porque ante la disponibilidad de dinero, algunos optarán por la adquisición de aquellos que producen esa inmediatez.
La cocaína es una droga que influye en el sistema nervioso central; una acumulación de la dopamina aumenta la actividad neuronal causando euforia y luego sobreviene el deseo de recrear el sentimiento. El adicto experimenta entonces una creciente insaciabilidad que requiere cantidades cada vez mayores de la sustancia.
El problema de las adicciones no está en el instante que se efectúan sino en los efectos que producen a mediano y largo plazo. Muchas personas dependientes de la cocaína no solo morirán de enfermedades causadas por ellas ― como ha ocurrido y está ocurriendo con el sida, la hepatitis, infecciones, etc―sino que en muchos casos el consumo de drogas acarreará graves problemas sociales como robos extorsiones e inclusive muertes violentas. Sepa más de cómo dejar la cocaína.
En repetidas ocasiones, los adictos a la cocaína que buscan tratamiento para su abuso, consumen más de una droga o sustancia. El abuso de la cocaína se ha expandido de tal manera que ha suscitado grandes esfuerzos para desarrollar programas de tratamiento para su cura.
Como ocurre con cualquier drogadicción, la adicción a la cocaína es una enfermedad compleja que involucra cambios biológicos en el cerebro así como innumerables problemas sociales, familiares y del entorno del adicto. Por lo tanto, el tratamiento de la adicción a la cocaína debe ser integral y las estrategias deben evaluar los aspectos neurobiológicos, sociales y médicos del uso indebido de la droga por parte del paciente. Además, los pacientes que tienen numerosas adicciones a menudo tienen otros trastornos mentales concurrentes que requieren intervenciones conductuales o farmacológicas adicionales.
Se ha encontrado que algunos tratamientos de modificación de la conducta son eficaces para tratar la adicción a la cocaína, tanto en ambientes residenciales como ambulatorios. De hecho, las terapias conductuales a menudo son el único tratamiento eficaz disponible para muchos de los problemas relacionados con las drogas, incluyendo las adicciones a estimulantes.
Sin embargo, el enfoque más eficaz para tratar la adicción parece ser la integración del tratamiento conductual con el farmacológico. Además todo proceso de reversión de una adicción, conlleva tiempo, contención psicológica, social, familiar, y hasta espiritual, con posibilidades de errores y recaídas.
No se debe olvidar que las drogas consiguen no solo un efecto inmediato, sino que por el consumo previo se han hecho claramente reforzantes. Hay que buscar alternativas de refuerzo para el individuo y para que pueda contraponer las consecuencias negativas del consumo (ya que cuando se es adicto solo ve las positivas) a las ventajas que tiene no consumir a nivel personal, familiar, social, etc.
Dado que sabemos que la recaída es algo íntimamente unido a la dependencia de cualquier sustancia, tanto sea de tipo legal como ilegal, entrenarlo en prevenir la recaída, es un elemento de gran relevancia una vez superadas las fases anteriores.
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