Adicción a nuevas tecnologías
Las nuevas tecnologías y en especial Internet han impactado a la Sociedad actual, especialmente a los jóvenes así como nos ha proporcionado muchos beneficios. En los últimos años estamos empezando a encontrarnos jóvenes que viven obsesionados por Internet, el móvil, las videoconsolas, las redes sociales, etc. Se sienten incapaces de desprenderse de ellos, son incapaces de controlar su uso llegando a poner en peligro sus responsabilidades (estudios, trabajos) y sus relaciones sociales. En centros asistenciales como INTAD cada vez son más frecuentes los casos de personas que llegan solicitando ayuda profesional pues ellos o algún miembro de su familia tiene problemas con estas “nuevas tecnologías”.
En muchas ocasiones este tipo de usos inadecuados o de riesgo están relacionados con variables psicosociales como la vulnerabilidad, el estrés o problemas en el entorno familiar o social. Con los adolescentes tenemos la gran suerte de poder descubrir e identificar algunos factores de riesgo para el abuso de estas nuevas tecnologías. Algunas señales de alarma se disparan antes de que esta afición se convierta en adicción.
El concepto de adicción a internet se ha planteado como explicación a comprender la pérdida total de control sobre el uso, y el efecto dañino del mismo. Los síntomas que presenta el adicto son comparables a los de otras adicciones (tolerancia, dependencia, cambios orgánicos similares al síndrome de abstinencia.)
El abordaje de estas nuevas adicciones que proponemos desde INTAD ADICCIONES es un programa de estrategias preventivas tanto desde los centros escolares como desde el seno de la familia haciendo especial hincapié en la identificación de los factores de riesgo y la intervención directa en ellos. Cuando un adolescente acude a nuestro centro solicitando ayuda el objetivo de tratamiento a diferencia de otras adicciones debe ser el uso controlado.
Un adolescente puede empezar a estar desarrollando un problema cuando estas nuevas tecnologías se convierten en el instrumento principal de placer o satisfacción, en algunas ocasiones las redes sociales puede atrapar al adolescente que construye una falsa identidad y distorsionar su mundo real e incluso distanciarse de éste.
Cualquier uso desmedido de cualquier actividad puede desembocar en un comportamiento adictivo. La adicción es una afición patológica que genera dependencia y resta libertad a la persona al estrechar su campo de conciencia y restringir el campo de sus intereses. Estos hábitos de conducta interfieren en la vida familiar, social, escolar y de salud.
Una adicción se caracteriza por la pérdida de control y por la dependencia. Todas las adicciones se constituyen por los reforzadores positivos- el placer que me aporta la conducta en sí al practicarla- pero terminan siendo dominadas por los reforzadores negativos- necesito hacerlo para reducir o aliviar mi malestar emocional (aburrimiento, soledad, ira, nerviosismo). Entenderemos que un adolescente puede estar teniendo un comportamiento adictivo cuando deja de quedar con sus amigos, se aísla en su casa, pierde horas de sueño, descanso o comida por jugar a la consola, entrar en Instagram o mandar WhatsApp. En estos momentos ya estamos ante un claro empeoramiento en su calidad de vida.
Sin embargo, en otras ocasiones es en la adicción donde subyace un problema de personalidad- timidez excesiva, baja autoestima o rechazo de la imagen corporal- o un estilo inadecuado de afrontamiento de las dificultades de la vida cotidiana. Por eso en INTAD consideramos prioritario, si ya hemos observado el uso descontrolado o reconocemos alguno de los síntomas de la adicción a las nuevas tecnologías, actuar cuanto antes pues debemos tener también en cuenta, que puede ser una peligrosa puerta de entrada a otros comportamientos adictivos
JOVENES Y LAS NUEVAS TECNOLOGIAS
Según el estudio realizado por la Fundación Pfizer (2009), el 98% de los jóvenes españoles de 11 a 20 años es usuario de internet. De ese porcentaje, 7 de cada 10 afirman acceder a la red por un tiempo diario de al menos, 1.5 horas, pero solo una minoría de un 3 a un 6% hace un uso abusivo.
Las nuevas tecnologías ya forman parte de nuestra vida social y personal:
6 millones de ordenadores nuevos todos los años
57% de los hogares tiene acceso a internet
Más de 20 millones de internautas (el uso en las nuevas generaciones duplica el resto)
Mas líneas de móvil que habitantes
17 millones de usuarios de Messenger
11.3 millones de usuarios de Tuenti
El uso entre menores (10 a 15 años):
Es prácticamente universal el acceso a ordenador en el domicilio, un 94.6% y el 87.3% utiliza internet.
Por sexo, las diferencias de uso de ordenador y de internet apenas son significativas. En cambio, la diferencia en la disponibilidad del teléfono móvil a favor de las niñas, a esta edad, supera los siete puntos. La proporción de adolescentes que disponen de teléfono móvil se incrementa significativamente a partir de los 10 años hasta alcanzar un 92.1% a los 15 años.
El 30% de los niños utiliza los videojuegos online, y casi la tercera parte de ellos en la modalidad de pago. Son más niños que niñas, y su uso suele coincidir con el fin de semana.
Las nuevas tecnologías simplifican considerablemente nuestra vida cotidiana. El atractivo que para los jóvenes tiene es la respuesta rápida, la recompensa inmediata, la interactividad y la posible utilización de diferentes ventanas a la vez. El uso es positivo, siempre que no se dejen de lado el resto de actividades de la vida normal (estudiar, hacer deporte, salir con amigos, estar en familia). Es diferente cuando su uso desmedido provoca aislamiento, induce ansiedad, afecta a la autoestima, y el adolescente empieza a sufrir pérdida de control.
Las motivaciones para hacerse con el nuevo modelo de Iphone o Samsung, que permite reproducir o almacenar música e integran teléfono, cámara de fotos y acceso a internet en un mismo dispositivo con diseño exclusivo, y permite tener cuentas en las principales redes sociales virtuales (Tuenti, Facebook, Twitter, Instagram) nos permite localizar a personas, chatear, mandar mensajes tanto privados como públicos, crear eventos y colgar fotos y videos, son múltiples; ser visible ante los demás, reafirmar la identidad ante el grupo, estar conectados con los amigos. El anonimato produce terror, del mismo modo que asusta la soledad. Las redes sociales me permiten ser alguien son el puente para alejarme de la exclusión social, me dan el sentido de pertenencia a algo, aumentan mis emociones positivas. El adolescente se siente popular por las listas de amigos de sus cuentas en las redes sociales, de hecho, existen opciones para comprar seguidores.
Es importante referirnos también a otros riesgos o amenazas asociados al abuso de las nuevas tecnologías:
Acceso a contenidos no adecuados
Amenazas técnicas
Fraude económico
Delitos contra la propiedad intelectual
Amenazas a la privacidad
Ciberbulling (acoso)
Grooming (conducta seductora de un adulto con el objetivo de ganarse la confianza del menor buscando satisfacer deseos sexuales físicos o distribución en red)
Los riesgos más importantes en los menores de 10 a 15 años son el acceso a contenidos inapropiados, el acoso y la pérdida de intimidad. Así en las redes sociales se puede acceder a contenidos pornográficos sin ningún tipo de barrera de control de edad y a violencia. Acceder sin dificultad a contenidos racistas, proclives a la anorexia, incitadores al suicidio o a la comisión de delitos (partidas ilegales, apuestas…).
Así mismo existe el riesgo de crear una identidad ficticia, potenciada por un factor de engaño, autoengaño o fantasía. Así, por ejemplo, se liga bastante virtualmente porque el adolescente se inhibe menos. Sin embargo, se facilita la confusión entre lo íntimo, lo privado y lo público (que puede favorecer el mal uso de información privada por parte de personas desconocidas).
No podemos obviar el riesgo de que se desarrollen conductas histriónicas en el adolescente (se caracterizan por expresar sus emociones de forma exagerada, muy vanidosos y egocéntricos. Se sienten incómodos cuando no son el centro de atención, buscan ser seductoras en apariencia y comportamiento y les preocupa mucho no serlo. Buscan continuamente que alguien les tranquilice y apruebe todo lo que hacen, llegando incluso al enfado si no reciben la aprobación. Impulsivos con poca tolerancia a la frustración. Tiende a ver todo en términos de blanco y negro, discurso exagerado y carente de detalles) y narcisistas (patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatía), cuando no deformadoras de la realidad (alardear de su cantidad de amigos “agregados que no existen”).
El fenómeno del uso abusivo de internet y nuevas tecnologías ha cobrado gran relevancia en los últimos años, con tendencia a aumentar en los próximos. Desde el equipo técnico de INTAD Adicciones entendemos esta problemática como algo íntimamente ligado al estado emocional de quien la sufre, siendo frecuente la timidez y el aislamiento social que conducen a la persona a refugiarse en el ordenador, los videojuegos o cualquier otra tecnología que le permite huir de su malestar emocional pero, a cambio, genera importantes limitaciones de su vida cotidiana. Por esta razón consideramos fundamental enfocar el tratamiento hacia el uso responsable, el autocontrol y la psicoeducación de la persona con respecto al uso de nuevas tecnologías pero no solo eso. El abordaje, tanto individual como familiarmente, de las dificultades emocionales que dieron lugar al descontrol de la conducta y el aprendizaje de un uso enriquecedor del ocio y del tiempo libre constituyen factores esenciales para la recuperación de una vida normalizada y la prevención de futuras conductas adictivas.
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