Si sueñas con conocer algún día un sitio realmente maravilloso, en dónde el Mediterráneo bañe la costa con sus aguas color zafiro en la sombra de las antiguas ciudades amuralladas, Croacia es el lugar para convertirlo en realidad.




Precariamente en equilibrio entre los Balcanes y Europa Central, esta tierra ha pasado entre reinos, imperios y repúblicas durante milenios. Si hay un lado positivo a esta dislocación continua, está en el rico legado cultural que cada uno ha dejado atrás. Palacios venecianos, columnas romanas que sobresalen de iglesias eslavas y mansiones vienesas se enfrentan con la escultura realista de esta sociedad.
Excelentes museos exhiben tesoros de la mayoría de las etapas clave de la historia de Europa, contando su historia, que es a partes iguales fascinante y aterradora.

No es de extrañar que la comida y la bebida, jueguen un papel fundamental en la cultura croata, cuando el país ha sido bendecido con ingredientes majestuosos provenientes de la tierra y el mar.
Tradicionales tabernas familiares que ofrecen a sus turistas, sencillas pero exquisitas comidas caseras, aunque cada vez más, una nueva generación de chefs aportan un enfoque más aventurero a la mesa. Mientras tanto vinos croatas y aceites de oliva están haciendo su marca en la escena mundial, obteniendo importante protagonismo.


Si se cambia por un momento el enfoque sobre las aguas brillantes de la costa, es probable encontrarnos con que una imponente montaña nos sorprenda, se trata de los Alpes Dináricos, que se extienden desde Italia hasta Albania, abrazando gran parte de la costa y logrando un paisaje fastuoso.
La piedra caliza Kárstica es el legado de maravillosos picos escarpados, cavernas subterráneas, cañones fluviales, cascadas espectaculares y lagos increíblemente pintorescos.
Si nos dirigimos más hacia el interior del territorio, encontraremos onduladas planicies de cultivos, las cosechas principales son de cereales, patatas, maíz, remolacha, entre otros..




Croacia era, en tiempos de Yugoslavia, la región turística por excelencia, centrada, sobre todo, en la costa Dálmata. Es un sector en proceso de recuperación, aunque aumenta lentamente, por el peso que aún tiene la guerra en el recuerdo de los extranjeros, no obstante, está llamado a ser uno de los principales destinos turísticos de sol y playa de Europa, gracias a que es mucho más económico y menos masificado.

Viajar a Croacia, es una opción que no debemos descartar si anhelamos grabar en nuestra retina un sitio único y maravilloso que nos sorprenda por su majestuosidad y bellezas naturales.