Esta mole de granito, que se alza 6.200 metros sobre la tundra, es una de las montañas más duras y mortales del planeta.
 Quienes han elegido vivir junto al McKinley, en una región donde habitan tradicionalmente tramperos y buscadores de oro,
deben de ser gentes de naturaleza solitaria y poseer gran tesón. A los pies del Monte McKinley se encuentra el Parque Nacional de Denali,
una inmensa reserva natural de más de 23.700 metros cuadrados.
Para proteger a las más de 40 especies autóctonas que viven libremente en el parque, la única forma de acceder a él es en autobuses especiales.