Lluvia de satélites: ahora caerá uno alemán
La Agencia Espacial norteamericana (NASA) sigue de cerca un nuevo satélite que se precipitará en la Tierra en las próximas semanas. Si bien no tiene la envergadura del UARS, que finalmente cayó en las aguas del Pacífico sur, no deja de ser otra muestra de la gran cantidad de chatarra espacial creada por el hombre en poco más de un siglo desde la "conquista del espacio".
El ROSAT es un satélite de origen alemán y lanzado al espacio en el año 1990. Su misión debía durar 18 meses, pero logró funcionar 8 años, hasta que su instrumento principal, un telescopio de rayos X, fue expuesto directamente al Sol. Desde 1999 comenzó a orbitar a la deriva por el espacio, en un lento descenso hacia la Tierra.
Según la NASA, el riesgo de sufrir daños por el satélite es mínimo, teniendo en cuenta que su tamaño es un sexto que el UARS, que cayó el sábado por la mañana sin provocar daños.
Desde la agencia espacial aseguran que el número de piezas que llegarán a la superficie no superará las 30. Su caída está prevista para fines de octubre y principios de noviembre.
El ROSAT es un satélite de origen alemán y lanzado al espacio en el año 1990. Su misión debía durar 18 meses, pero logró funcionar 8 años, hasta que su instrumento principal, un telescopio de rayos X, fue expuesto directamente al Sol. Desde 1999 comenzó a orbitar a la deriva por el espacio, en un lento descenso hacia la Tierra.
Según la NASA, el riesgo de sufrir daños por el satélite es mínimo, teniendo en cuenta que su tamaño es un sexto que el UARS, que cayó el sábado por la mañana sin provocar daños.
Desde la agencia espacial aseguran que el número de piezas que llegarán a la superficie no superará las 30. Su caída está prevista para fines de octubre y principios de noviembre.
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